Inicio Reportajes Asociación de Bolillos de Valdemoro

Asociación de Bolillos de Valdemoro

2618
0
patrocinado

10 años de aprendizaje, difusión y promoción de esta tradición centenaria

Decía el dramaturgo belga Maurice Maeterlinck: «la tradición es una custodia del pasado». Y es que gran parte de la riqueza de los pueblos reside en la herencia que reciben, esa que construye y asienta su identidad. Un conglomerado de pequeños pero imprescindibles elementos que definen e imprimen rasgos definitorios.

En este número de noviembre queremos dar voz a un sector que indudablemente forma parte de historia de Valdemoro, la artesanía. Concretamente, hablaremos del encaje de bolillos, una técnica ancestral que hoy en día tiene una importante presencia y que cuenta con representación en nuestro municipio gracias a la Asociación de Bolillos de Valdemoro.

El encaje de bolillos es una técnica de encaje textil que se basa en el entretejido de una pieza determinada partiendo de unos hilos enrollados en bobinas, los tradicionalmente conocidos como bolillos. La labor radica en seguir un patrón, o picado, delimitado por alfileres que están clavados en una almohadilla, conocida como mundillo.

Esta artesanía se remonta a los siglos XVI y XVII y ha perdurado en el tiempo hasta nuestros días, aunque su enfoque o practicidad ha cambiado de manera radical. En sus orígenes esta técnica nació como una labor con la que obtener prendas para el uso cotidiano; hoy en día se ha convertido en un hobby para millones de personas en todo el mundo y su mercado se ha especializado y diversificado.

Contenido Patrocinado
Publicidad LRDV

Históricamente, España ha sido un país donde la profesionalización de la artesanía llegó a conformar una industria de la que todavía hoy, aunque a menor escala, quedan vestigios. Desde octubre del año 2007, Valdemoro también cuenta con su particular representación en este mundo a través de la Asociación de Bolillos.

Esta iniciativa surge en respuesta a la necesidad de un colectivo que mostraba un interés por el encaje. Los primeros pasos se gestaron en una mercería local, donde una profesora impartía clases. La asociación surge con el objetivo de poner al alcance de cualquier persona el aprendizaje de este pasatiempo.

El carácter social de la asociación fue la piedra angular que todavía hoy se mantiene. Rosario Ortiz, Teresa Pérez y Ángela Domínguez fueron las vecinas encargadas de dar forma a esta agrupación para constituirla como una asociación. La primeras instalaciones se ubicaron en el Área de la Mujer, en la calle Apolo.

Uno de sus objetos fundacionales es el estudio, aprendizaje, difusión y promoción de todas las cuestiones relacionadas con este arte. Con su actividad se intenta fomentar esta tradición que se ha acuñado durante años. La mayoría de las socias realizan esta actividad porque en algún momento de su vida han tenido cerca a algún familiar o amigo que hacía bolillos.

El segundo motivo es la puesta en común de una actividad, un hobby. En el aula, además de hacer bolillos se charla sobre muy diversos temas y se crea una comunidad que también acude en grupo a concentraciones y eventos de difusión.

Los comienzos no fueron fáciles, el grupo empezó con apenas cuatro personas. Y es que, aunque en nuestro municipio existía un interés por esta actividad, lo cierto es que todavía no tenía la repercusión suficiente. Su principal difusión fue de boca en boca, que les ayudó a ir incrementando poco a poco el número de socias. El carácter colaborativo y la facilidad económica que ofrecía la asociación para practicar los bolillos también fueron un reclamo para la llegada de gente nueva.

Teresa y Charo, las fundadoras, comenzaron a enseñar a las personas que llegaban nuevas y que no tenían ningún conocimiento previo. Poco a poco la asociación comenzó a llenarse de gente que ya tenía un conocimiento más amplio y la tarea de formación se fue distribuyendo.

El espíritu de colaboración no se ha perdido a lo largo de estos años. En la asociación no existe una profesora oficial y el nivel de las socias es heterogéneo, cada persona posee un nivel y todas comparten sus conocimientos y se enriquecen entre sí. De la misma manera, todo el material nuevo que llega a la asociación, en lo que a nuevos diseños y patrones se refiere, proviene de las socias, quienes buscan nuevos retos y los ponen a disposición de sus compañeras.

Una de las grandes ventajas de la asociación es que enseñan a sus socias el encaje desde lo más básico. Las primeras puntillas se hacen de manera colectiva, con el fin de que la persona que comienza tenga un aprendizaje completo que pueda revertir en nuevos socios en el futuro.

Entre picados

En la actualidad, la sede de la asociación se encuentra en el Centro de Asociaciones (calle Río Manzanares 4), en horario de lunes a jueves, tanto por la mañana como por la tarde. El horario es libre, por lo que cada persona dedica el tiempo que desea sin tener ningún compromiso férreo de asistencia.

El encaje de bolillos es un pasatiempo, pero también una artesanía muy laboriosa que requiere de grandes cantidades de tiempo. Comparado con otros métodos de tejido como el ganchillo, lo cierto es que el tiempo de elaboración que se puede dedicar para una pieza similar se triplica si el método escogido son los bolillos.

Las piezas más modestas, como un marcapáginas o un collar pequeño, pueden llevar solo una jornada de trabajo. En el otro extremo, proyectos más ambiciosos como un chal, o incluso un cuadro, pueden suponer varios años de dedicación.

En el aula se han dispuesto carpetas que acumulan todas las plantillas que se han ido recopilando a lo largo de diez años. Cualquier socia tiene acceso a este material para hacer una copia y desarrollar los patrones que desee.

Además de los trabajos individuales, las socias también presentan propuestas para elaborar en conjunto y, posteriormente, venderlas en los eventos a los que acuden. Este año han tejido sombreros para los asistentes a la concentración con motivo del décimo aniversario y colgantes y camafeos con motivo de la Feria Barroca de Valdemoro.

Repercusión a nivel nacional

Como asociación están presentes en numerosos eventos significativos de Valdemoro. Es habitual encontrarlas en las actividades de las festividades, como el día de San Marcos. También realizan visitas a residencias de ancianos, donde invierten media jornada en la labor y difusión de este arte entre los mayores, para los cuales, en muchas ocasiones, supone una rememoración de tiempos anteriores.

La Feria Barroca es el evento principal de visibilización para la asociación. El puesto de la Asociación de Bolillos es un clásico, con ocho años consecutivos de colaboración, dentro del espacio reservado para la participación local. A lo largo del fin de semana todos los visitantes tienen la posibilidad de ver de cerca la variedad de piezas que tejen, adquirir productos y conocer su labor.

La feria también es un evento que fomenta la afiliación a la asociación. La proximidad con las socias y el poder presenciar en directo la manufactura de los encajes es un atractivo que anima a las personas indecisas a pasarse por su aula en los días posteriores para despejar sus dudas y, en muchos casos, pasar a formar parte del colectivo.

La asociación organiza una concentración de encajeras con sede en Valdemoro. El evento se celebra cada dos años y tiene lugar en el Polideportivo Río Manzanares. Durante una jornada, más de cuatrocientas personas de todos los puntos de España se reúnen para poner en común nuevas técnicas, conocimientos y tender lazos de amistad. Como asociación anfitriona, las socias elaboran un pequeño obsequio para cada asistente, objeto que también requiere de una dedicación previa.

Estos acontecimientos son también un buen escaparate para las tiendas especializadas en este ámbito. Las «bolilleras» pueden adquirir de manera fácil aquellos materiales que son muy específicos o que se encuentran de manera exclusiva en tiendas especializadas: hilos, varillas, picados, bolillos, etc.

La pasión por este arte ha hecho que las socias mantengan un vínculo muy estrecho con otras asociaciones de municipios de toda España. Gracias a las concentraciones han conseguido tender lazos que les permiten viajar por todo el territorio nacional para compartir su pasión por los bolillos.

Municipios vecinos como Ciempozuelos, Aranjuez, Pinto o Fuenlabrada también cuentan con asociaciones propias. Fuera de la Comunidad de Madrid, las encajeras han estado presentes en Azuqueca de Henares, Tarancón, Alcázar de San Juan o Almagro.  Cabe destacar que todas las concentraciones gozan de una gran popularidad con la participación de varios centenares de personas.

Diez años manteniendo una tradición

El pasado mes de abril celebraron un evento especial para conmemorar el décimo aniversario de la Asociación que se prolongó durante todo el primer fin de semana, y donde hubo una concentración de encajeras de la Comunidad de Madrid con más de 250 asistentes.

En el edificio de El Reloj se instaló una exposición inaugurada por la Directora de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid dentro de la Semana Europea de la Artesanía. La muestra ofrecía una amplia representación de los artículos más emblemáticos de esta labor. Flores, pañuelos, chales, abanicos, lazos o ligas, todos ellos de un gran valor y que se dispusieron en paneles por la sala para que los asistentes pudieran observar con detalle el trabajo y precisión de cada una de las piezas.

Dentro de las celebraciones del aniversario también se dispuso un espacio para talleres. Carmen, socia y alumna de Elena Díaz, reconocida encajera, impartió una clase magistral en la que se propusieron nuevas técnicas como los denominados «hilos mágicos». El evento se celebró en el Centro de Mayores y completó el aforo. Por último, se homenajeó a Rosario Ortiz, Charo, fundadora de la asociación y figura muy querida por todas las socias.

Actualmente, la asociación cuenta con aproximadamente treinta socias. La presencia femenina es total y las edades abarcan desde los cuarenta años en adelante, con un grueso de socias en edad de jubilación. Durante un tiempo la asociación contó con la representación masculina de un socio, pero lo cierto es que esta actividad no cala entre los hombres de Valdemoro.

La asociación anima a todos aquellos vecinos que tengan curiosidad por este arte a que se acerquen a preguntar sin ningún tipo de compromiso. El encaje de bolillos es también una actividad de hombres y esto se demuestra en todas las concentraciones a las que acuden, donde siempre hay representación masculina.

De lo que estamos seguros es de que el encaje de bolillos goza de una excelente popularidad tanto en nuestro municipio como en el resto de España. Una actividad que tiene la virtud de aunar dos grandes beneficios: la capacidad de constituirse como un entretenimiento para miles de personas y el poder de ser una herramienta atractiva para la conservación y difusión de la artesanía más tradicional.

 

Para más información puedes visitar su sede en el Centro de Asociaciones (calle Río Manzanares 4) de lunes a jueves en horario de mañana y tarde.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres