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Balance 2016 de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valdemoro

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A lo largo de 2016 los Servicios Sociales de Atención Social Primaria del Ayuntamiento de Valdemoro atendieron a casi 16.000 personas a través de los proyectos y programas de la Unidad de Trabajo Social, el Servicio de Ayuda a Domicilio y las áreas de Familia, Discapacidad y Prevención, a los que se han destinado más de 1,8 millones de euros, de los que el Consistorio ha financiado el 61,2% y el resto, la Comunidad de Madrid. Este dato se desprende de la memoria anual del Centro de Servicios Sociales de Atención Social Primaria, que denota un incremento en casi un 21% de las ayudas económicas directas a los usuarios.

El documento refleja el despliegue de estos servicios que desarrollan medio centenar de prosesionales del trabajo y la educación social, la psicología, la terapia familiar, el derecho, la mediación, la ayuda a domicilio… que actúan de manera coordinada, transversal e interdisciplinar sobre los diferentes problemas sociales, económicos y familiares que afectan a la ciudadanía valdemoreña.

Además, el informe de actividad del Centro Social Vicente Ferrer del año 2016 evidencia un incremento de la solidaridad que se pone de manifiesto tanto en las cantidades de alimento recibidas para su distribución como en el número de voluntarios que participan en el centro.

34.600 euros más para ayudas económicas directas a los usuarios

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Las ayudas económicas directas a los usuarios, incluidas en el programa de Emergencia Social han sido 786, por un importe próximo a los 166.000 euros, casi un 21% superior que el del ejercicio 2015, en el que la cuantía de esta partida fue de 131.253,13 euros y se concedieron 124 ayudas menos. El 47% salió de las arcas municipales y el 53% restante se sufragó con fondos procedentes de la Comunidad de Madrid, enmarcados en los convenios de Atención Primaria y contra la pobreza infantil. Se han destinado a distintas situaciones de necesidad inminente como evitar cortes de luz o agua por impago, recibos de alquiler, compra de alimentos, gastos de farmacia, transporte, etc.

El Tratamiento social individualizado, en el que se prestó atención y se identificó la problemática de 2.819 personas en 2016, un 2,7% menos que el ejercicio anterior, tramita las solicitudes de Renta Mínima de Inserción (RMI) -135 en 2015 y 2016- y realiza el seguimiento de los perceptores.

También en el programa de Emergencia Social se engloba la intervención sociofamiliar, donde los profesionales valoran la situación de cada unidad, sus problemas, necesidades y conflictos para diseñar un marco de actuación concreto y realizar un seguimiento de la evolución de cada integrante de la misma. En 2016 se atendieron 272 casos en este contexto, los mismos que en 2015.

Así mismo y en relación con la promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia, los profesionales de los Servicios Sociales municipales realizan las valoraciones del grado de dependencia que resultan imprescindibles para acceder a determinados recursos. En este sentido, el año pasado se efectuaron 377 de estas evaluaciones, más de un 30% por encima de las tramitadas en 2015, que rondaron las 260.

La información e intervención social, lo más solicitado

La mayor demanda recae en el programa de información, valoración, orientación e intervención social ya que es el servicio que actúa como filtro para analizar y detectar necesidades y hacer las derivaciones oportunas a los recursos que mejor se adaptan a cada situación específica. En 2016 han surgido 704 nuevas solicitudes de intervención del total de 4.079 usuarios -43 más que el año anterior- que se acercaron al Centro de Servicios Sociales fundamentalmente para informarse sobre Renta Mínima de Inserción, su gestión y tramitación (39%) y dependencia (25%). El resto de las consultas se refieren al Servicio de Ayuda a Domicilio y teleasistencia, ambos en torno al 11%, y otros trámites.

El perfil de estas personas es mayoritariamente una mujer (65%) española (61%) de entre 46 y 64 años (37%).

La prevención entre los jóvenes, básica para evitar otras intervenciones

En segundo lugar en cuanto a número de participantes, se encuentran las acciones formativas de prevención del riesgo social entre estudiantes de Secundaria y Formación Profesional, que llevan a cabo educadores sociales a petición de los centros de enseñanza. Se ha conseguido concienciar a 3.476 chicos y chicas -casi 200 más que en 2015- sobre cuestiones tan importantes como la necesidad de erradicar el acoso escolar, de protegerse contra los peligros derivados de un mal uso de las redes sociales y de internet o de evitar adicciones a sustancias y a las nuevas tecnologías. También se ha trabajado con ellos la resolución de conflictos emocionales y con el entorno, las consecuencias que tienen sus actos y se les han ofrecido alternativas formativas y creativas.

En este aspecto juega también un papel esencial el deporte; el año pasado 206 jóvenes de 12 a 24 años tomaron parte en el proyecto preventivo ligado al ejercicio físico, integrándose en alguno de los tres grupos existentes para la práctica del fútbol sala, el baloncesto y el voleibol.

Esta iniciativa ha experimentado una progresión creciente respecto al ejercicio 2015 en el que participaron 130 menores y jóvenes de entre 5 y 24 años. Ambos proyectos están enmarcados en el programa de Prevención, inserción y promoción social, que cuenta además con otras líneas de actuación dirigidas a menores y jóvenes: la educación de calle, con más de 90 usuarios, que permite detectar chicos y chicas en riesgo en distintos ámbitos y remitirlos a talleres socioeducativos y actividades lúdicas y recreativas que se desarrollan en La Morada; la intervención social en Secundaria, en la que se atendió a 200 estudiantes para informarles, y asesorarles en varios aspectos, mediar en conflictos en colaboración con sus tutores y familiares y favorecer la convivencia en las aulas y el hogar; atención sociolaboral personalizada a jóvenes en riesgo de exclusión para fomentar en ellos la búsqueda activa de empleo; dinamización de espacios abiertos del municipio para ofrecer alternativas de ocio a los chavales durante las vacaciones de verano, e intervenciones psicosociales con los menores y sus familias. En este último proyecto se atendieron el año pasado 130 casos  en los que estaban implicadas 370 personas, con el objetivo de realizar ajustes emocionales y mejorar sus habilidades de comunicación.

Los menores, la gran prioridad

Proteger a los menores y asegurar su desarrollo y crecimiento en el entorno más idóneo y en el mejor clima familiar, escolar y social es la gran prioridad de todos los programas, como reflejo mismo de la legislación vigente. Todas las intervenciones se coordinan para crear un paraguas en torno a quienes aún no han cumplido los 18 y además existe un programa específico de atención al menor que en 2016 dio cobertura a 262, a través de tratamientos familiares psicológicos, medidas de protección y seguimiento de los que están acogidos por su familia extensa, entre otras actuaciones.

Atención domiciliaria y ayuda a la autonomía personal

Garantizar la permanencia en el domicilio de personas mayores o con cierto nivel de dependencia y que su estancia en los hogares se desarrolle en un clima confortable, seguro y de bienestar es otro de los objetivos de los Servicios Sociales municipales. Para ello cuentan con tres líneas de trabajo fundamentales: el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que el pasado año ofreció cobertura a 118 usuarios -ocho más que en 2015- de entre 65 y 89 años; la teleasistencia, que garantiza la atención inmediata en el domicilio con solo pulsar el botón de un dispositivo que el mayor lleva siempre encima y del que en 2016 se beneficiaron 221 personas -233 en 2015-, y, por último, la cesión de ayudas técnicas tales como grúas o sillas de ruedas para mejorar la habitabilidad de las viviendas y la movilidad de los usuarios en el interior de las mismas. El año pasado este servicio se incrementó un 108% ya que se prestaron 66 de estos aparatos que hicieron la vida un poco más fácil a 146 familias, frente a las 70 que se beneficiaron durante el ejercicio anterior.

Otros datos de referencia 

Esta macroárea municipal ofrece además asesoramiento jurídico, al que se derivaron 63 personas en 2016 -48 en 2015- para recibir acompañamiento en procesos de separación o divorcio, convenios reguladores, dificultades en el entorno laboral, ejecuciones hipotecarias o procedimientos de incapacidad, entre otros.

Además, a lo largo del año pasado, se prestó un servicio de Mediación Familiar que contribuyó a facilitar las relaciones entre los miembros de 14 familias, creando un clima conciliador y de respeto, y 16 unidades familiares se beneficiaron de los tres pisos de emergencia con los que cuenta el Ayuntamiento. El tiempo medio de estancia fue de alrededor de dos meses y medio por familia.

Información sobre discapacidad y derechos

Por lo que se refiere al Servicio Municipal de Atención a la Discapacidad ha mantenido un número constante de usuarios. El año pasado 1.325 personas acudieron a sus dependencias en la plaza de Autos para solicitar algún tipo de información. De ellas, el 41% (546 personas) lo ha hecho con cita y han generado un total de 1.348 consultas, mientras que el resto simplemente necesitaban formularios o concertar una entrevista.

Las preguntas más repetidas en el servicio han sido las relativas a beneficios derivados del reconocimiento de la discapacidad (16%), seguidas de las solicitudes (11%), información general y empleo (9%). Los profesionales les asesoran sobre las diferentes cuestiones que demandan, desde los trámites para solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad o la relación entre este y la incapacidad laboral, hasta opciones de trabajo o ayuda para la elaboración de un currículum, propuestas de ocio y tiempo libre, educación, transporte, tramitación de dependencia y otros recursos. Además, un total de 54 personas con discapacidad han sido derivadas a ofertas de trabajo.

2016 ha sido también el año en el que se ha llevado a cabo un estudio de necesidades de las personas con discapacidad del municipio para conocer la percepción que tienen sobre los recursos con que cuentan en el ámbito local y barajar posibles mejoras.

Más alimentos y más voluntarios en el Centro Social Vicente Ferrer

Finalmente, el informe de actividad del Centro Social Vicente Ferrer correspondiente al ejercicio 2016 refleja un incremento de la solidaridad en forma de entregas de alimentos y también del número de personas voluntarias que dedican parte de su tiempo a atender a quienes pasan por estas dependencias a recoger comida y alimentos, ropa o productos de higiene personal para el día a día. En 2016 fueron 30 los hombres y mujeres que colaboraron en estas tareas frente a los 22 que lo hicieron durante 2015.

Distribuyeron 80.767 productos, o lo que es lo mismo, 46.874 kilos de comestibles procedentes mayoritariamente del Banco de Alimentos -con el que el Consistorio mantiene un convenio de colaboración-, que donó 30.748 kilos, 11.224 más que el año anterior. El resto procedían de colectas realizadas por colegios, entidades y vecinos (6.131 kilos), donativos de una empresa colaboradora (5.135 kilos) y de instituciones (4.860 kilos).

Las destinatarias en 2016 fueron 221 familias derivadas a recogida de no perecederos y 18, a comida cocinada, unas cifras ligeramente inferiores a las de 2015 en lo referido a alimentos (236) y muy por debajo de las de preparada (63), que fueron más de un 71% menos. Estos datos ponen de manifiesto el descenso de la necesidad de este recurso que se redujo globalmente un 20% en el último año.

Además y con el objetivo de garantizar la correcta nutrición de niños y niñas en riesgo de exclusión, durante el periodo en el que se cierran los comedores escolares 80 familias que cuentan con menores entre sus integrantes percibieron también carne y pescado.

Otros servicios que se prestan desde el Centro Social Vicente Ferrer son: entrega de ropa, con 272 beneficiarios, los mismos que tiene el programa de bebés, en los que se entregan canastillas, productos y enseres para recién nacidos y niños pequeños; campaña prenavideña de juguetes, que supuso la donación de 500 de estos artículos entre 164 menores de 120 familias, y el taller de español para extranjeros, en el que participaron una quincena de alumnos y alumnas en 2016.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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