Inicio Entrevistas Entrevista a Jonathan González, CEO de David Locco

Entrevista a Jonathan González, CEO de David Locco

3579
0
patrocinado

La firma David Locco hace una apuesta por la conciencia con el medioambiente a través del diamante ecológico

Desafortunadamente, resulta complicado encontrar entre la gente joven testimonios que hablen de Valdemoro y sus gentes con tanto sentimiento de cariño como el de Jonathan González. Esta valdemoreño de 39 años ha crecido y se ha desarrollado como empresario en nuestro municipio, lugar donde ha querido volcar todo aquello que aprendió en su amplia formación como licenciado en Administración y Dirección de empresas. Jonathan se encuentra en la actualidad a la cabeza de un grupo empresarial familiar que nació en nuestro municipio que gracias a décadas de dedicación por parte de sus padres, ha alcanzado una dimensión internacional.

Hoy nos acercamos hasta el polígono industrial La Postura para hablar con el máximo responsable de David Locco, una firma de alta joyería que presenta este mes de octubre la primera colección con diamantes ecológicos de laboratorio de Europa. Jonathan nos hablará de los valores de esta pieza que trascienden la joyería para hablar de una concienciación global sobre el cuidado del medioambiente.

Hijo de valdemoreños, toda tu vida ha estado ligada al municipio.

Mi padre es nacido en Valdemoro y siempre digo que mi generación se ha saltado ese paso, yo tuve que nacer en el hospital de La Paz. Tengo 39 años y toda mi vida como estudiante, hasta que se ha podido, la he hecho aquí. Hace 42 años que mi padre y mi madre fundaron juntos la primera empresa, destinada al mundo del descanso. Esa empresa nació aquí y todo el desarrollo empresarial posterior también se ha ubicado en Valdemoro. La mayoría de nuestra plantilla en todo el grupo es de aquí porque intentamos que el municipio se desarrolle. Todo lo que esté en nuestra mano para desarrollar cualquier aspecto de la localidad intentamos hacerlo efectivo. Esta implicación empresarial también ha venido acompañada de una visión solidaria respecto al pueblo. A través de nuestras empresas estamos presentes en diferentes causas en las que se nos ha solicitado ayuda. Desde trabajos solidarios con empresas locales hasta eventos deportivos.

Contenido Patrocinado
Publicidad LRDV

 Aunque no naciste aquí has crecido y te has desarrollado en Valdemoro, ¿qué vínculo tienes con el municipio?

Valdemoro ha ido creciendo y en el propio desarrollo del pueblo nos hemos visto reflejados muchos de los que hemos crecido aquí. Siempre he tratado a Valdemoro con mucho cariño, la generación de nuestros padres se siente muy orgullosa de ser de aquí, por eso yo digo que es un título. No solo me pasa a mí, también le pasa a gente de mi generación con los que tengo mucha relación como puede ser Jesús España, amigo personal. Todo eso nos ha hecho crecer a una generación que no puede estar por menos orgullosa de ser lo que es y del lugar de donde proviene. Ha crecido una generación con muchos valores intrínsecos. La solidaridad, el saber estar la elegancia o el propio cariño especial al pueblo son valores que quizás no siento que estén tan presentes en otras localidades como sí lo están en esta. A partir de ahí hemos ido creciendo como personas.

Creciendo en Valdemoro te inclinaste por el mundo del emprendimiento.

Cuando me preguntan siempre digo que no sé si el emprendedor nace o se hace. Creo que hay que tener unos valores o características que te encaminen a serlo, pero también creo que muchas veces son las experiencias que vives las que también influyen en esa toma de decisiones. Mi padre probablemente podría habernos mostrado una perspectiva de más de 40 años emprendiendo. Por circunstancias no puede ser y yo he tomado el relevo, representando a un grupo que une muchos valores: espíritu de sacrificio, humildad, honestidad y un gran proyecto fruto del trabajo. Yo he crecido viviendo eso en mi familia y a raíz de ahí se fue forjando esa vena empresarial. No fue difícil porque teniendo unos padres como los que tengo todo esto te atrae a hacerlo de la mejor manera posible. Empezamos a crecer con la primera empresa, que aún sigue vigente y con mucha vida por delante, y a desarrollar proyectos en paralelo que se han materializado en un grupo. En 2010 realizamos cambios estructurales enfocados a grandes proyectos a nivel online. Todo este desarrollo nos ha permitido estar presentes en siete países en Europa y tener las primeras incursiones en Estados Unidos. Una evolución que nos tiene muy ilusionados con lo que está por venir.

El desarrollo ha tomado una dimensión internacional, pero cuéntame cómo es emprender desde Valdemoro.

Emprender en Valdemoro siempre viene desde el sentimiento. El grupo empresarial nunca se ha planteado que el desarrollo se hiciera fuera de aquí. Todo lo que se puede producir desde aquí se realiza en Valdemoro. El romanticismo nos lleva a que tiene que ser uno de los pilares. En la actualidad tenemos en mente cambiar nuestras infraestructuras para seguir creciendo y en ninguno de los casos concebimos salir fuera del municipio para llevarlo a cabo.

¿Cómo llega al grupo la existencia del diamante ecológico?

En 2017, entre todos los proyectos que constantemente se presentan, llegó a nosotros una pequeña innovación que se estaba dando en el mundo de la joyería: el diamante ecológico de laboratorio. Es un concepto estadounidense, pero es cierto que nosotros somos los primeros que lo traemos a Europa. Este concepto sigue un principio muy sencillo de cuidado medioambiental, porque el proceso que se lleva a cabo en el laboratorio se basa en recrear las condiciones naturales necesarias para la formación de este mineral. La formación de un diamante se produce a 150 kilómetros de profundidad en unas condiciones de presión determinadas por la distancia de la superficie y de temperatura por su mayor proximidad al núcleo. En esas condiciones se producen unas combinaciones de hidrógeno y carbono que, después de miles de años, crean el diamante. En el laboratorio, que se encuentra en Estados Unidos, se recrean estas condiciones junto con las cantidades precisas de hidrógeno y carbono, obteniendo un diamante con una pureza extra porque sería el mejor diamante que se podría extraer en la naturaleza. Una vez obtenida la pieza se trae a Europa, concretamente a Amberes, para hacer la talla brillante y la certificación de calidad por parte del Instituto Gematológico Internacional. Una vez cumplidos todos los estándares de máxima calidad llega a Valdemoro para finalizar con la incrustación en las piezas de joyería.

 La producción de diamante en laboratorio se realiza desde 1954 con fines industriales. ¿Cómo ha sido el proceso de refinamiento de esta técnica hasta poder satisfacer las exigencias del mundo de la joyería?

Es cierto que la producción de este mineral proviene de mediados del siglo pasado y siempre vinculado a fines empresariales. En los comienzos se fabricaba polvo de diamante destinado a actividades abrasivas por su gran dureza. Esto ha sido así durante el último tercio de siglo XX. Las primeras producciones orientadas hacia la joyería coinciden con el despertar a nivel global de una conciencia ética respecto al medio ambiente. Esta sensibilización comenzó con los animales y la utilización de sus pieles para fines textiles, y se ha ido transmitiendo a otros sectores como la joyería. Con la llegada del diamante ecológico obtenemos una pieza de máxima calidad pero con un proceso de producción ético y sostenible en el que no se ejerce el daño medioambiental que supone perforar la tierra para su extracción. En Estados Unidos las primeras colecciones reales aparecieron hace tres años y ahora llegan a Europa.

¿Qué diferencias físicas hay entre un diamante natural y uno ecológico?

Las diferencias no se pueden percibir al ojo humano ni al ojo técnico. Me explico, existen dos herramientas básicas para percibir que tenemos un diamante. Uno es a ojo de lupa y otra es un detector que analiza la composición de la pieza para compararla con la composición de un diamante original. Ambos métodos detectan los minerales de laboratorio como un diamante real. La diferencia es imperceptible. Tan solo existe una máquina a nivel mundial que utiliza una tecnología de infrarrojos y es capaz de detectar si esa pureza que tiene la pieza proviene de un proceso de años o si se ha alcanzado en laboratorio. La calidad del producto cumple los máximos estándares, incluso muchas minerías de extracción natural que existen en la actualidad no pueden ofrecer la calidad del diamante ecológico.

Sabemos que para la creación de un diamante natural deben pasar miles de años,  pero ¿cuánto tarda en crearse un diamante de laboratorio?

Varía un poco porque el proceso puede ser similar al de un invernadero. Existe una aceleración de los procesos naturales y se prolonga a lo largo de un mes, aproximadamente. Es cierto que en el análisis de ese proceso hay una gran cantidad de piezas que no cumplen con los estándares de calidad. Por lo tanto, es cierto que reducimos el tiempo hasta un mes, pero también es cierto que en ese mes se descartan un gran porcentaje de piezas porque la composición no se ha producido de manera correcta. Estamos hablando de que el 50 % de las piezas que se producen, o menos, cumplen con los requisitos de máxima calidad que exigimos.

Gracias a la producción en laboratorio también se pueden obtener piezas muy exclusivas en la naturaleza como son los diamantes de color.

Así es. La naturaleza ofrece diamantes en algunos colores. La producción en laboratorio nos permite replicar esos colores naturales, pero también incluir nuevos colores. Nosotros acabamos de sacar nuestra primera colección y está teniendo tanta aceptación que, en primicia para este medio, te puedo afirmar que la siguiente colección que va a salir queremos que sea en color.

Hay diferentes procesos de producción del diamante de laboratorio. ¿Qué diferencias hay entre ellos y por cuál habéis optado?

Solo existen dos posibilidades de hacerlo. La que nosotros utilizamos es por presión y temperatura, ese es su nombre. Se basa en lo que ya hemos comentado, reproducir las condiciones naturales para obtener una pieza. Existe otra técnica que utiliza una semilla de diamante natural y gracias a un gas se generan capas hasta crear una pieza apta para trabajar con ella. Nosotros hemos descartado esta técnica porque el origen termina proviniendo de un diamante natural. Nuestro objetivo es que la producción sea medioambientalmente sostenible, es decir, que no dependa de la extracción. Distinta a esta producción ha aparecido lo que se denomina como biodiamante. En esta se utilizan restos biológicos de familiares o mascotas, como pueden ser un pelo, para obtener el carbono necesario para la producción de un cristal similar al diamante.

En 2015 creáis la firma David Locco, una línea de negocio completamente diferente a la actividad que veníais desarrollando durante décadas.

La idea surge de una inquietud. Nosotros vivimos de sueños, esto se traduce es seguir creando y seguir creciendo. El grupo se siente cómodo trabajando a través de unos sueños, unos proyectos y unos desafíos. Hace un par de años cae en nuestra mano toda esta información sobre los diamantes ecológicos, un desafío grande en el que decidimos asumir el reto. La familia lo vio con agrado y todo el equipo se sentía a la altura del proyecto.

¿Por qué David Locco?

El nombre viene de un brainstorming que hicimos entre mucha gente. David es un nombre muy internacional. Nosotros sabíamos que el proyecto tenía una dimensión fuera de España, y tanto aquí como en los países anglosajones tiene un atractivo. El apellido Locco es porque nos sentimos identificados con la locura entendida como desafío, como método de salir de lo establecido. Hicimos unas modificaciones añadiendo una doble c para mejorar la sonoridad.

La empresa nace en 2015 pero la primera colección ve la luz en octubre de este año. ¿Qué ha habido detrás de David Locco estos tres años de actividad?

En estos tres años hemos trabajado con diferentes artículos, todos ellos siempre relacionados con el segmento de la moda. Este tiempo también ha servido para, muy poco a poco, trabajar en este proyecto. La colección que presentamos en 2018 es fruto de mucho trabajo anterior para conseguir las certificaciones y el nivel de calidad que ofrecemos en la firma.

El hecho de ser la única firma en tener una colección de joyería con diamantes ecológicos ya os ha colocado en el panorama internacional.

Lo cierto es que el eco que está teniendo la colección en el mundo de los actores y actrices, directores de cine y diferentes personalidades es muy grande. Estamos abrumados por la cantidad de personas que quieren apadrinar y hacerse eco de esta creación. Es verdad que nos enorgullece ser la primera firma en crear una colección a nivel europeo, pero no nos queremos quedar aquí. La conciencia social que se está generando tanto en este sector como en otros, es algo que va más allá y nosotros queremos ser partícipes de ella.

¿Qué parte de la producción se crea en nuestra localidad?

Una parte muy importante, el diseño de todas las joyas y la parte técnica de la elaboración. Tan solo nos queda por integrar el ensamblado final, que actualmente lo hacemos en un taller ubicado en Córdoba porque no existe posibilidad aquí. Nuestra objetivo es completar el proceso aquí. El equipo lo sabe, queremos poner a Valdemoro en Europa, y nos esforzamos para que así sea.

blame sobre esta primera colección de David Locco.

La idea está desarrollada en base a tres premisas. La primera que entendemos como elegancia: menos es más. La colección tiene líneas muy minimalistas donde el diamante no es especialmente ostentoso. La segunda es la atemporalidad. Entendemos que el diamante es eterno y la línea pretende que cualquier persona pueda ponerse esa joya ahora o dentro de veinte años. Por último, trabajamos el concepto de la ilusión. Todo el mundo ha soñado alguna vez con tener un diamante y por ello la colección tiene unas líneas sobrias y elegantes que hace que tanto una persona de treinta como de sesenta años lo puedan lucir fantásticamente.

¿Qué otros materiales vamos a poder encontrar en la colección además del diamante ecológico?

Trabajamos con plata de la máxima calidad, 925 milésimas, y todo lo hacemos bañado en oro de 3 micras, el mejor baño posible de oro que se puede dar a una pieza en el mundo. Disponemos de los tres colores de oro: rosado, blanco y amarillo. La siguiente ramificación de la colección que entrará muy pronto será en oro macizo. Con los tres colores buscamos poder llegar a diferentes tipos de clientes. El oro amarillo está más ligado a un cliente de mayor edad. Sin embargo el oro blanco y rosa engloban a un target de menor edad. Los estándares de calidad que buscamos en los diamantes también se buscan en el resto de procesos; tanto el metal como los baños son de la máxima calidad y el oro siempre es de 18 quilates. Queremos que nuestro cliente se sienta orgulloso de una pieza nacida, originada e inventada en Valdemoro y que posee un nivel altísimo de exigencia, calidad y dedicación.

El 3 de octubre se presentará oficialmente la colección. ¿A qué van a poder asistir los invitados?

El 3 de octubre queremos celebrar un evento que se quede en la retina de la gente que pueda acudir. Ese día queremos que sea una experiencia, los invitados podrán ir visitando diferentes zonas con las que intentamos que la persona capte la esencia del diamante ecológico. El evento se celebrará en una galería y a modo de exposición se recrearán situaciones con las que el invitado pueda hasta casi degustar lo que supone esta pieza. Después se accederá a una sala en la que se recreará un laboratorio donde podremos vivir la experiencia completa de creación. A partir de esa recreación y la explicación de cuáles son nuestros propósitos de concienciación, las diferentes personalidades e invitados tendrán la posibilidad de portar una pieza de diamante ecológico de laboratorio durante el evento. No es solo un evento donde congregamos a gente, sino que es una iniciativa que pretende concienciar y hacer sentir la experiencia de los diamantes ecológicos.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres