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Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil

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Una labor centenaria e imprescindible en la actualidad

En 1844, en concreto el 13 de mayo, el duque de Ahumada crea la Guardia Civil mediante real decreto del, por aquel entonces, Ministerio de la Guerra. Ya en su primera concepción, en el decreto fundacional, se establecían dos especialidades de las que se componía el cuerpo: Infantería y Caballería. Aquellos aspirantes a guardia civil que tenían el privilegio de poseer caballo propio tenían la posibilidad de acceder al Arma de Infantería dentro del cuerpo.

El caballo es el animal que ha acompañado a la Guardia Civil durante toda su existencia y del que se han servido los guardias para desempeñar su necesaria actividad durante más de un centenar de años. Su función a lo largo de esta dilatada relación ha ido fluctuando por el contexto histórico: en su concepción se trató del único medio de transporte que existía, y su presencia se extendía a todos los puestos de la Guardia Civil repartidos por el territorio nacional. Como medio de transporte único, sobre sus lomos se desempeñaban el grueso de las competencias de la Benemérita. Con el avance de la tecnología y la implantación de nuevos medios de transporte motorizados, el caballo pasó a ocupar funciones más concretas en las que todavía hoy sus virtudes son mayores respecto a las de los vehículos más actuales.

En 1958 se creó el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil, que pasó a depender del Tercio de Madrid. Con su nacimiento se pretendía crear una unidad mayor que aunara todas las unidades pequeñas que se encontraban dispersas por España y que carecían de un eje de mando común. Sus primeras funciones se enfocaban a labores de protocolo, honores y competencias muy concretas de orden público. No fue hasta el año 1988 cuando pasó a formar parte de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS).

A pesar de la creación de una entidad tan especializada como el Escuadrón de Caballería, hasta aproximadamente 1981 fue habitual la presencia de pequeños grupos de caballos, que no alcanzaban la decena en la mayoría de los casos, en cuarteles por todo el territorio nacional. Fue en esta fecha, los años ochenta, cuando se decidió agrupar todos los efectivos bajo el Escuadrón y dotarles de un espacio donde poder desarrollar su actividad. Ese lugar fue el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro. El colegio cumplía con las necesidades de espacio e instalaciones que se requerían y, además, se encontraba en el centro de la península, lo que permitía a la unidad desplazarse a cualquier punto de la península con rapidez.

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Hoy en día, la Guardia Civil es un Cuerpo que cuenta con grandes avances tecnológicos a su disposición: drones, robots para desactivación de explosivos, potentes softwares informáticos o vehículos de última tecnología son algunos de los dispositivos con los que desarrolla su trabajo. A pesar de todos ellos, el corcel mantiene su función dentro del Cuerpo y presta un servicio necesario constantemente.

El Escuadrón

El Escuadrón de Caballería forma parte de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS), unidad que, por su preparación, se encarga del orden público, el control de masas y la realización de operaciones especiales. Está compuesta por ocho grupos (GRS) distribuidos por España y una Unidad de Caballería.

Los efectivos del Escuadrón, cuando no se encuentran prestando servicios, entrenan distintas materias, entre ellas antidisturbios, obligatorias y contempladas por el Plan Específico de Instrucción, que se compone, entre otras, de unas jornadas conjuntas con los diferentes GRS, jornadas independientes, pruebas físicas y un reconocimiento médico anual.

Como miembros de la ARS, poseen un porcentaje de la plantilla en situación de alerta. Esto supone que dichos efectivos deben estar disponibles para prestar servicio en una hora y acudir al destino en el que se les requiera. Recientemente, a modo de ejemplo,  han prestado servicio de urgencia en la búsqueda de una persona desaparecida en la sierra de Ávila y en una intervención de la UCO en Almería donde se preveían posibles alteraciones del orden público.

El Escuadrón es una unidad eminentemente de apoyo, por lo que su función radica en prestar ayuda al resto de unidades, mediante actividades diversas. Los pilares sobre los que se asienta su actividad son: el orden público, el control de masas, la vigilancia en espacios naturales protegidos y la protección y seguridad en instalaciones y personalidades. El grueso de sus actuaciones tienen que ver con la concentración de grandes masas de público tanto en eventos, competiciones deportivas o festivales, como en entornos naturales, como son las romerías, el Camino de Santiago o las lagunas de Ruidera, entre otros.

Fuera de las situaciones de emergencia y las operaciones especiales, su actividad varía con la temporada del año. Durante el invierno, coincidiendo con la recogida de los cítricos en la Comunidad Valenciana y la aceituna en Andalucía y Castilla-La Mancha, están inmersos en la campaña de prevención de robos en explotaciones agrícolas del Ministerio del Interior. Con la llegada del verano, también prestan apoyo en las campañas de prevención de incendios forestales en Galicia y en espacios naturales protegidos donde se producen grandes concentraciones de ciudadanos. En concreto, en nuestro municipio, colaboran con el Ayuntamiento de Valdemoro, al cual prestan diferentes servicios, así como prácticas por las vías pecuarias y rurales del termino municipal.

El Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil cuenta con un escalón veterinario, un departamento de herrería y guarnicionería, un taller de vehículos, dos picaderos descubiertos, un picadero cubierto de reciente construcción, dos norias para ejercitar a los caballos cuando no se pueden montar y cinco cuadras. Esta unidad centralizada en la península cuenta con 150 caballos y 17 camiones con capacidad de seis caballos por camión, que permiten efectuar desplazamientos por toda la península.

Todos los guardias tienen asignado al menos un caballo. Este es un animal de trabajo más habitual y con el que ordinariamente prestan servicio. A pesar de ello, los jinetes están en predisposición de montar cualquiera de los caballos de los que se compone la unidad. Por este motivo, todos los animales reciben la misma doma e instrucción, la cual está compuesta por una doma genérica o básica y una doma para desempeñar actividades policiales, donde se acostumbra al animal a soportar situaciones de estrés, entre otras.

Los caballos proceden en su mayoría de la yeguada militar, motivo por el que en los últimos años ha mejorado sustancialmente la calidad de los semovientes. El Escuadrón también adquiere caballos a través de la compra, de animales requisados en operaciones policiales porque hayan sido utilizados para cometer delitos, como blanqueo de capitales, y también por medio de donaciones.

Para que un animal cumpla una función tan exigente, hablamos de un caballo policía que debe tener buen carácter, templanza, nobleza, fortaleza física y mental y obediencia. La raza que mejor se adecúa a las características policiales que se requieren es el Pura Raza Española, aunque también cuenta con equinos de otras razas, como los de sangre árabe, que aportan otras virtudes, como la resistencia.

La vida laboral de un caballo comienza a los tres años, cuando todavía se les considera potros, con su llegada a la unidad. Durante sus primeros seis meses, reciben la doma necesaria para desempeñar su cometido. Con cuatro años, un caballo comienza a ser apto para trabajar. La media de actividad ronda los veinte años de servicio. Cuando un animal sufre una lesión crónica, o por su edad no puede continuar desarrollando su trabajo, desde hace tres años se donan a diversas asociaciones y centros, principalmente a centros de hipoterapia y distintas ONG donde pueden continuar ayudando a las personas sin desarrollar una actividad tan exigente.

El Escuadrón de Caballería es una especialidad de la Guardia Civil. Como en el resto de especialidades, los guardias que quieren pasar a formar parte de ella deben superar un curso de formación que les permite optar a las vacantes. La formación se completa a lo largo de cinco semanas y se compone de una semana de formación en el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) de Logroño, centrada en el control de masas y orden público. El resto de la formación se completa en sus instalaciones del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro, donde la formación se enfoca principalmente al aprendizaje y desarrollo de las destrezas ecuestres y su aplicación a la actividad que van a desarrollar. Dada su versatilidad de actuación, los guardias civiles del Escuadrón adquieren conocimientos en múltiples aspectos, como puede ser la legislación y métodos de actuación en el medio ambiente, con el fin de dar apoyo a sus compañeros del SEPRONA.

El caballo, más que una herramienta de trabajo

Una de las grandes virtudes de este animal que le mantiene tan activo en el grupo en pleno siglo xxi es su versatilidad. El caballo tiene una marcada capacidad disuasoria, pero también es un herramienta con la que los agentes se acercan a los ciudadanos. Al tratarse de un animal, el ciudadano establece un vínculo diferente con el agente de la autoridad y propicia a su vez que este le transmita sus preocupaciones. Por sus cualidades físicas, también es el medio ideal para acceder a lugares de difícil acceso tanto en el medio natural como en zonas urbanas con una configuración complicada para el acceso en vehículos motorizados.

Fuera de su actividad principal, el Escuadrón de la Guardia Civil también se sirve del caballo para llevar a cabo campañas de difusión y concienciación ciudadana, como pueden ser las exhibiciones a escolares. Durante diferentes jornadas a lo largo del curso escolar, se celebran exhibiciones a los alumnos de menores edades de los colegios la Comunidad de Madrid. Para edades más avanzadas, la Guardia Civil ha establecido diferentes convenios con Institutos y Universidades que permiten a los alumnos del Grado de Veterinaria y otros realizar prácticas en el escalón veterinario del Escuadrón. Gracias a estas iniciativas, los jóvenes conocen de primera mano la labor que desempeñan los guardias civiles y tienen la posibilidad de acercarse a los agentes y sus compañeros de trabajo, los perros y caballos.

El Escuadrón es una de la Unidades más representativas de la Guardia Civil, por lo que es habitual su presencia en desfiles y actos oficiales del Cuerpo. La más emblemática de sus actuaciones es la participación en el desfile el Día de la Hispanidad, pero también está presente en los actos conmemorativos de la celebración el día de su patrona en la ciudad que corresponda (en 2018 será Salamanca, a principios del mes de octubre) o en actos de acompañamiento a personalidades. Esta labor tan solo constituye el 8 % de la actividad total del escuadrón.

Del lado más social, el Escuadrón colabora y participa en jornadas de equinoterapia. Se han demostrado científicamente los numerosos beneficios para la salud que conlleva montar a caballo. Conscientes de ello, el Escuadrón ha formado a quince de sus jinetes para ser auxiliares técnicos de equinoterapia y colaborar con diferentes centros en los que se practica esta técnica con personas con diversidad funcional. Parte de los caballos que finalizan su actividad en el Escuadrón son cedidos a estos centros.

Dentro de la unidad no solo hay grandes profesionales del trabajo policial a caballo. De su pasión por el equino han nacido también grandes deportistas que han formado un equipo de salto y otro de raid. Los equipos, compuesto por ocho componentes aproximadamente cada uno de ellos, entrenan cuando el trabajo se lo permite y participan tanto en competiciones civiles como militares. El año pasado, por ejemplo,  se celebró el Concurso Internacional de Policías y Unidades Militares Montadas en Chile, donde se alzó con el primer puesto un teniente de la Guardia Civil. Por su parte, en las instalaciones hípicas del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada se celebró a principios de junio el XXV aniversario del Campeonato Nacional de Saltos programado por la Federación Española de Hípica y que contó con varios miles de visitantes cada día.

El Escuadrón de Caballería se instaló en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro hace casi cuarenta años. Por su proximidad al municipio, tradicionalmente los vecinos han tenido la posibilidad de disfrutar de su presencia en actos como procesiones o el Corpus Cristi, actos que no gozan de tal privilegio en otras localidades del país. Todavía hoy, mayores y pequeños pueden observar desfilar a los jinetes de la Guardia Civil en dos ocasiones, el Corpus Christi y la Cabalgata de los Reyes Magos.

Todos los días, los miembros del Escuadrón están repartidos por la geografía española sirviendo de apoyo a sus compañeros del Cuerpo y mejorando la seguridad de todos los ciudadanos. Es un orgullo saber que el epicentro de tan necesaria actividad se encuentra en Valdemoro.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Emi C.Berbel, Ncuadres