La vuelta de las vacaciones conlleva la vuelta a la rutina pero también trae consigo la llegada de nuevos eventos que se celebran cada año. Uno de los más importantes durante los últimos once años ha sido la popular Feria Barroca celebrada tradicionalmente el primer fin de semana de octubre de cada año desde 2004. Este evento se ha consumado en la agenda de los valdemoreños y valdemoreñas como un fin de semana festivo tradicional al que acudir. Comercios artesanales, representaciones teatrales, exposiciones o actuaciones musicales se mezclan en un ambiente festivo que rememora una época en la que Valdemoro tuvo una relevancia a nivel nacional.
Y es que Valdemoro no es un municipio reciente basado en la idea de ciudad dormitorio. A pesar de que no existe ningún documento que hable de Valdemoro hasta el siglo XII se cree que nuestra localidad podría tener una antigüedad de incluso un siglo anterior. Valdemoro se encontraba situada en la ruta que realizaba la Corte cuando se disponían a veranear en el municipio de Aranjuez. Con el paso de los años se conformó como una parada obligatoria para los reyes antes de llegar a su destino de veraneo. Tras varios cambios de dueño, a finales del siglo XVI pasó a ser propiedad de uno de los personajes más influyentes de la época: Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y valido del monarca Felipe III.
Los motivos principales por los que pasó a ser propiedad del Duque de Lerma fueron dos; la venta se produjo por parte de los herederos de un noble de la Corte, Melchor de Herrera, Marqués de Auñón quién había arruinado a la población debido a sus deudas de juego. Además de obtener la villa por un precio muy bajo debido a su mal estado económico, la compra de Valdemoro suponía un gesto de deferencia con Felipe III. El Duque de Lerma pensó en la manera de poder revitalizar la ciudad y esta fue solicitar al propio Felipe III la concesión del Privilegio de Feria, uno de los más importantes en esa época. En 1604, Felipe III concede el Privilegio de Feria a la Villa de Valdemoro que se celebraría durante ocho días en el mes de agosto. Unos años más tarde la feria pasó a celebrarse en el mes de octubre debido a que las altas temperaturas del mes de agosto estropeaban los productos perecederos que se vendían. Además, la duración se prolongó llegando a realizarse durante veinte días.
Hoy en día puede resultar poco relevante la instauración de una feria de comercio en nuestra localidad pero lo cierto es que, en la época en la que le fue concedido el Privilegio a Valdemoro, este suponía una auténtica revolución para la villa. A comienzos del siglo XVII los españoles pertenecientes a las capas más bajas de la sociedad no llegaban a conocer todos los avances que se habían conseguido tales como la llegada de la patata desde América y sus diferentes usos. Todos estos conocimientos se obtenían gracias a la celebración de eventos comerciales en los que diferentes personas ofrecían las novedades que acontecían. El número de ferias que se realizaban en España era muy escaso y las comunicaciones entre ellas aún más complicadas; la feria más cercana a la Villa de Valdemoro era la situada en la localidad vallisoletana de Medina del Campo a casi 200 kilómetros de distancia.
Este evento le aportó grandes avances a Valdemoro pues, antes de la concesión del Privilegio de Feria, nuestro municipio se constituía como un pequeño pueblo en el que su mayor riqueza residía en la explotación agrícola y en menor medida vitivinícola. La Feria provocó grandes cambios arquitectónicos como la adecuación de los edificios para las personas que se alojaban durante el evento o incluso la propia Corte, además de la construcción de la Fuente de la Villa o los soportales de la actual Plaza de la Constitución que servían de refugio para los comerciantes y compradores. Desde el punto de vista cultural supuso un mayor conocimiento acerca de las costumbres, canciones o vestimentas de otras regiones de la geografía nacional e internacional. Posteriormente se desarrollarían proyectos más importantes como el Convento de las Clarisas, también ligado al momento de renacer que atravesaba la Villa de Valdemoro.
Según fuentes del Archivo municipal de Valdemoro, existió un tiempo de esplendor muy importante que duró aproximadamente sesenta años. A partir de este momento el comercio comenzó a ampliarse e hizo que el Privilegio de Feria fuera perdiendo poder de concentración. Se desconoce la fecha exacta de la desaparición del mismo debido a que la pérdida de afluencia fue aumentando progresivamente hasta su desaparición.
Feria Barroca de Valdemoro
A comienzos de los años 2000 la celebración de ferias de caracterización medieval se extendió rápidamente por diferentes puntos de la geografía española. Frente a las diferentes peticiones de celebrar una feria medieval en Valdemoro, el equipo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento comenzó la búsqueda de un motivo de peso a través del cual se pudiera llevar a cabo una actividad lúdica y cultural que tuviera alguna relación directa con Valdemoro. Gracias al contacto con el Archivo Municipal se recuperó un documento original en el que se plasmaba la existencia de una concesión por parte de Felipe III de un Privilegio de Feria a la Villa de Valdemoro. Este hecho histórico sirvió para comenzar a desarrollar un proyecto con una identidad propia y es que, a diferencia del resto de ferias que se realizan en otros municipios, la Feria Barroca de Valdemoro se centra en un periodo específico de la historia de la localidad y se sustenta sobre unos hechos históricos comprobados con documentos originales de la época.
Frente a las diversos tipos de ferias que se realizan tales como la medieval, de ultramar o romana entre muchas otras, la Feria Barroca de Valdemoro nace como un evento basado en un estudio histórico previo con el fin de rendir homenaje a los diferentes aspectos de la época en cada edición. El número de ferias barrocas que se realizan en España es muy limitado, a destacar, la Feria Barroca de Ampudia que está basada en los mismos personajes con el Duque de Lerma como protagonista.
Desde sus comienzos en el año 2004 la participación y afluencia de público ha ido aumentando hasta situarse en aproximadamente 30.000 visitantes el año pasado, un 20% más que el año 2013, según fuentes del Ayuntamiento con ayuda de la Policía Local. Del total de visitantes, el 87% son vecinos de nuestro municipio mientras que el 13% restante viene de otras localidades. Según los datos que se recogen durante la feria, los aspectos de la actividad que más le gustan al público son su carácter familiar, multigeneracional y la diversidad de actividades dentro del propio evento.
Para la edición de 2015 se va a introducir como novedad la representación de una obra de Miguel de Cervantes titulada “El viejo celoso” en el corral de comedias ubicado en la Torre del Reloj. Se trata de un entremés del Siglo de Oro interpretado por actores voluntarios de Valdemoro. Otra de las novedades es una exposición, también en la Torre del Reloj, de cerámica proveniente de Talavera de la Reina en la que se mostrará la evolución en el uso de este material hasta la época barroca. Los objetos que se muestran en la exposición son también artilugios que se vendían en la época en la Feria de Valdemoro. Desde el punto de vista del entretenimiento un grupo de voluntarios locales va a organizar un pasacalles de zíngaros en homenaje a la etnia gitana que ya existía en la época acompañado de dramatización y música. Se mantendrán actuaciones permanentes como la representación de “El vendedor de telas” o los conciertos de la Asociación Coral Villa de Valdemoro y la Escolanía de Valdemoro.
Además de la oferta cultural los visitantes pueden disfrutar de aproximadamente noventa puestos en los que se ofertan diferentes productos con una característica en común, productos elaborados por artesanos. Los comercios locales de artesanía tendrán la posibilidad de establecer su propio puesto dentro de la Feria Barroca, para ello dispondrán de unas bases reguladoras para su participación. Además, como en cada edición, existe una gran participación por parte de las asociaciones del municipio. La Feria Barroca cuenta con la presencia de grupos artesanales, teatrales o musicales donde la única condición que se establece es adecuarse a una actividad propia de la época.
Esta gran conjunción de artesanos se produce gracias a la adjudicación del evento a una empresa encargada de gestionar la decoración y los puestos, siempre ajustándose a las bases establecidas por el Ayuntamiento. Este sistema permite crear una escenografía más amplia y que se adecua en mayor medida a las peticiones de la Concejalía de Cultura. Desde el propio Ayuntamiento se insiste en la intención de crear un ambiente en el centro del municipio que junto con la arquitectura original barroca evoque a nuestro tiempo pasado.
En definitiva se trata de promover una actividad lúdico-cultural que recupere y aflore las raíces y el sentimiento de pertenencia a una localidad con un pasado histórico. La Feria Barroca supone también un impulso por la inversión en comercios locales y el desarrollo de actividades dentro de nuestro centro urbano. La estética marcada por una época concreta y el rigor histórico han forjado las señas de identidad de esta actividad local que cada año obtiene mejores datos de participación y asistencia. Las expectativas de futuro por parte del Consistorio son las de continuar fomentando estos homenajes históricos hasta que, como ya ocurrió en la original feria del siglo XVII, el pueblo decida que debe terminar.
Texto: Sergio García Otero
Fotografía: Juan Carlos Rayo, Ncuadres y fotos cedidas por el Ayuntamiento de Valdemoro
