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II Certamen de Flamenco de Valdemoro

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La segunda edición se viste de lujo para ofrecer un memorial al guitarrista Juan Habichuela

Valdemoro se reactiva después del periodo estival y vuelve con un mes de septiembre que ofrece una propuesta festival y cultural de lo más interesante. Tras haber disfrutado de las fiestas patronales de la Virgen del Rosario, la programación cultural continúa con la celebración del II Certamen de Flamenco de Valdemoro los próximos 16 y 17 de septiembre.

Para esta segunda edición del evento hemos podido hablar con sus organizadores, Paco Mata y Hermías Gutiérrez. Ambos nos cuentan de primera mano lo que supone emprender un evento cultural en Valdemoro y nos acercan a estas líneas el flamenco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La primera pregunta es casi obligada. ¿Por qué decidís celebrar este certamen de Flamenco en Valdemoro?

El primero de los motivos es porque nosotros somos vecinos de Valdemoro y el segundo es porque nuestra localidad tiene una historia flamenca muy asentada. Estamos estudiando e investigando el flamenco en Valdemoro y hemos podido ver que es anterior a la Guerra Civil. En Valdemoro había una familia flamenca muy grande a la entrada del pueblo y creemos que, aunque nos falta por investigar un poco todavía, aquí estaba enterrada la madre de la bailaora Carmen Amaya. La trayectoria que tiene Valdemoro y la aceptación de la que goza por parte de los vecinos es el motor para crear algo importante en la zona sur de Madrid que nos ayude también a quitarnos todo el polvo de lo que nos han dejado por detrás.

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El festival nace entonces de la necesidad de aportar algo al municipio.

Por supuesto, esa es la primera intención. La idea surge de fusionar las dos asociaciones a las que pertenecemos (DARSE y Ramas del Arte) en torno al flamenco para darle otra visión. Veíamos que Valdemoro, que como decimos ya tenía su trayectoria flamenca, necesitaba algo para que esa tradición no se encajara solo en la poca oferta de flamenco que viene al pueblo cuando se celebran las fiestas patronales.

Fotografía_Ramas Flamencas, Ángel Martínez

¿De qué salud goza el flamenco en Valdemoro, en particular, y España en general?

De unos años a esta parte la salud del flamenco ha mejorado. No es que goce de una buena salud, más bien sigue en tratamiento, pero tenemos fe en que algún día sí que sea buena. Es algo que siempre va a depender de las instituciones que lo apoyen. Es el gran problema de ahora mismo tanto en Valdemoro como en el resto de España. El flamenco no puede sobrevivir solo gracias a la inversión privada de comercios, empresas o personas a título particular. Se necesita de un apoyo institucional real para garantizar su existencia. Si se mantiene hasta el momento, es gracias a que personas que, como ocurre con el festival que se celebra en Pamplona, han hecho una apuesta por este arte. En ese sentido, es paradójico que en España no haya ese respaldo hacia el flamenco y fuera de nuestro país haya lugares, como es el caso de Japón, donde la expansión del flamenco ha sido espectacular. Su influencia también llega al norte y este de Europa, de donde cada vez más salen bailaoras y músicos de países como Hungría o Letonia.

Vuestra principal fuente de financiación es la aportación de los comercios y empresas locales. ¿Ha habido mayor participación respecto al año pasado?

Sí, ha habido un aumento en la participación de los negocios locales. El primer año terminamos muy agradecidos con la confianza que depositaron los emprendedores en nuestro proyecto. Para esta segunda edición los comercios y empresas del año pasado se han mantenido y además se han sumado nuevos. Estamos muy agradecidos porque somos conscientes de las dificultades que atraviesa el pequeño comercio. Muchos de ellos nos han mostrado su interés por el certamen y su voluntad de querer contribuir, pero la imposibilidad económica, o incluso el cierre de alguno de ellos, no han hecho posible su participación. El apoyo institucional se hace imprescindible si se pretende que un evento cultural, en este caso un certamen, perdure en el tiempo y adquiera una relevancia. El claro ejemplo lo tenemos en el barrio de La Fortuna donde se celebra La Silla de Oro, un festival que goza de repercusión nacional e internacional gracias al apoyo institucional del que disfruta. De ellos recibimos siempre ayuda.

Mencionabais que este certamen surge de la unión de dos asociaciones, ¿quiénes estáis detrás?

El certamen lo organizan dos asociaciones: DARSE y Ramas del Arte. DARSE es una asociación afincada en Madrid que llega a Valdemoro en el año 2007. Su principal actividad es trabajar para los demás, de hecho DARSE significa «dar ayuda a la reinserción en España». Trabajamos con colectivos en riesgo de exclusión social, principalmente con personas privadas de su libertad y sus familiares. Estamos en diferentes centros penitenciarios de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha como Valdemoro, Alcalá Meco, Estremera y Ocaña. Allí realizamos talleres, deporte y actividades culturales, además de presentar proyectos de reinserción en la sociedad.

Por su parte, la asociación Ramas del Arte surge como un punto de encuentro para los vecinos de Valdemoro que tienen un vínculo con la cultura: escritores, poetas, músicos… Bajo el nombre de la asociación celebramos el evento «12 horas de música en el parque del Cristo de la Salud», así como algunas representaciones teatrales y presentaciones de obras de autores. Cada año participamos en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura que otorga DARSE en su gala benéfica. A partir de ahí nace nuestro interés mutuo de ofrecer algo interesante y bueno para el pueblo.

Fotografía_Ramas Flamencas, Ángel Martínez

Este año construís sobre los pilares de la primera edición en la que os enfrentasteis a la creación de un evento cultural en Valdemoro. ¿Fue una apuesta a ciegas o visteis una tendencia o interés por el flamenco en Valdemoro?

Esta iniciativa nace porque ya existían unos años de experiencia previa que habían ofrecido unos resultados muy positivos con otros eventos como «Flamenco solidario». Los contactos que nos rodeaban casi nos obligaron a que fuéramos más directos a este certamen y el riesgo estaba en que los concursantes se animaran a inscribirse. Desde luego, el éxito de la primera edición fue la participación, porque se apuntaron bastantes artistas, y la calidad del jurado que estuvo con nosotros no cabe la menor duda de que fue de primera categoría. Este año nos hemos decidido a mejorar incluso lo del año pasado y traemos mejor calidad en todos los aspectos.

Volvéis de nuevo este año con la segunda edición del festival, contadme un poco cuál fue el balance y las sensaciones del año pasado.

El análisis está claro. Si hacemos una segunda edición es porque los comerciantes pusieron todo de su parte para que se pudiera llevar a cabo este año también. El éxito de la primera edición fue en muchos aspectos, tanto el nivel del jurado como el de los cantaores y cantaoras fue muy alto. Recibimos solicitudes de artistas, tanto aficionados como profesionales, que ya están presentes en certámenes que se celebran por toda España. Viendo los resultados tan buenos de esa primera edición, y gracias al imprescindible apoyo del comercio y empresas locales, este año estamos otra vez aquí, para superar los resultados del año pasado. Es un concurso al que queremos dotar de una categoría y una presencia dentro de la comarca de Las Vegas para que sea referente y perdure en el tiempo, como ocurre en otros sitios como Andalucía. Porque, aunque el sur es la cuna del flamenco, lo cierto es que Madrid es la base central y es poco alentador que los pueblos de Madrid no tengan más eventos de estas características.

El certamen es de carácter nacional, ¿cuánta afluencia hay de otras comunidades?

En la pasada edición la mayoría de los artistas participantes venían de Andalucía, principalmente de Sevilla, Córdoba y Granada. De Extremadura también hubo presencia, de aquí fue el ganador, y también hubo participantes de Castilla-La Mancha y Madrid. En definitiva, de los puntos clave donde más se mueve el flamenco en España.

Fotografía_Ramas Flamencas, Ángel Martínez

El concurso está abierto a profesionales y aficionados, ¿cómo se equilibra la diferencia entre ambos artistas?

Así es, está abierto a ambos tipos de cantaores. A priori puede parecer que existe una superioridad de los cantaores profesionales, pero lo cierto es que no es así. Aunque el jurado del certamen siempre busca la calidad y la perfección en la técnica, siempre hay un componente intangible que tiene que ver más con el sentimiento que te produce el cante en directo y que quizás es el que otorga, en mayor o menor medida, la polémica de los certámenes.

¿En qué consiste el proceso de participación del certamen?

La organización establece tres grupos (A, B y C) que atienden a diferentes palos del flamenco. Cada persona que se inscribe debe cantar tres temas, uno por cada grupo, en un vídeo que no debe durar más de tres minutos por cante. El jurado visiona todo el material y establece cuáles son los seis mejores cantaores que pasan a las semifinales. Ya en el teatro cada uno de los semifinalistas interpreta dos cantes y el jurado selecciona a los tres finalistas del día siguiente. El último día se celebra la final, donde se conoce el orden de los clasificados y se hace entrega de los tres premios.

Otra de las novedades de esta segunda edición es que no existe límite de edad para participar.

Así es, la primera edición se celebró bajo el nombre de I Certamen Nacional de Jóvenes Flamencos Villa de Valdemoro, pero para este año hemos pensado que poner un límite de edad no contribuye a crear un espacio donde todo el mundo tenga cabida. El flamenco tiene cerca de trescientos años, es una tradición que ha ido avanzando y en la que las nuevas generaciones vienen pisando muy fuerte. Este año el certamen también es un espacio en el que estas jóvenes promesas tengan la posibilidad de compartir escenario con la experiencia de los más veteranos.

¿Cómo ha sido el proceso de inscripciones?

Hasta el momento hemos recibido veinte inscripciones y algo que podemos destacar en comparación con el año pasado es el aumento en la participación femenina. Entonces contamos con tan solo una cantaora en el certamen, pero este año el cante femenino estará muy bien representado.

Mencionábamos el cambio de nombre respecto al año pasado. El título de esta segunda edición lleva un nombre muy importante dentro del mundo del flamenco, Juan Habichuela.

Este año el certamen tiene un giro de nombre porque hemos querido hacer del evento un homenaje para este gran artista del flamenco. Varios familiares estarán presentes en el certamen en diferentes aspectos como la entrega de premios, la guitarra y el jurado. Además, en el evento se entregará una placa en reconocimiento a su labor como guitarrista de acompañamiento a alguno de los familiares que acudan. Es todo un orgullo y una responsabilidad homenajear a este gran artista. Es por ello que estamos teniendo mucho apoyo en la difusión del certamen. El portal flamenco Vive Pasión Flamenca este año se ha vuelto a hacer eco del certamen y le ha dado difusión en sus redes sociales y diferentes radios autonómicas también nos han abierto un hueco, como en Marbella, Extremadura y Madrid. Los medios nos acogen porque han visto que el primer año tuvo categoría y, al ver el cartel de este año, el paso es mucho más comprometido y esto siempre genera interés.

También habéis querido dotar al evento de otras actividades que involucren el flamenco.

El fin de ambas asociaciones es la promoción del flamenco en todos los ámbitos en los que sea posible. Nuestro proyecto principal de promoción es el certamen, pero el propósito es el de enriquecerlo con otra serie de actividades culturales que giren en torno al mismo tema y amplíen el rango de difusión. Este año contamos con la exposición de fotografía «Sentimientos a flor de piel» de la fotógrafa Inma Rodríguez, Pureza Flamenca. Una exposición sobre el flamenco que viene directamente de Cádiz y que más tarde se expondrá en la cárcel de Valdemoro. Inma Rodríguez es una fotógrafa de mucho prestigio y archiconocida dentro del mundo del flamenco. Para nosotros es un honor que ella se haya animado a participar porque es también indicador de la calidad que queremos que tenga este concurso.

Además de la muestra de fotografías se proyectarán actuaciones de cantaores consagrados. Estará disponible en la sala de exposiciones del Teatro Juan Prado desde el día 4 de septiembre hasta el día 16, día de la clausura del concurso. A partir del día 18 de septiembre también se podrá disfrutar durante un mes en el Centro Penitenciario de Valdemoro. Para el año que viene nuestro deseo es que podamos celebrar una tercera edición con una mayor dimensión en la que se puedan ofrecer charlas, actuaciones en directo y se consiga una mayor implicación de los jóvenes. En definitiva, crear una riqueza que trascienda al concurso y que empape a todos los vecinos de Valdemoro.

 

Valdemoro es un municipio que ha experimentado un cambio radical en las últimas décadas pero que nunca olvida sus raíces y tradiciones. De esta tarea se encargan sus vecinos, quienes ponen en marcha iniciativas culturales atractivas a las que el comercio local se une. Por todo ello no podemos dejar de estar más que orgullosos de la riqueza que esto supone. La revista de Valdemoro anima a todos los vecinos a visitar el Teatro Juan Prado los próximos días 16 y 17 de septiembre para vivir de cerca la pasión del flamenco.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres