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La educación bilingüe en Valdemoro

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Los españoles miramos con envidia a los países del norte de Europa debido a la facilidad que muestran con las lenguas extranjeras. En el mundo global y competitivo en el que nos ha tocado vivir, hablar varios idiomas y dominar el inglés permite a los habitantes de Holanda, Dinamarca y Suecia (por poner algunos ejemplos) comenzar en una posición aventajada a la hora de conseguir un trabajo bien remunerado. Es por eso que, como sociedad, los españoles llevamos varias décadas haciendo grandes esfuerzos para aprender el idioma de Shakespeare. Hablar bien inglés se ha convertido en un requisito imprescindible a la hora de presentarse a muchísimas entrevistas de trabajo. Las Escuelas Oficiales de Idiomas y las numerosas academias de inglés que han ido abriendo en cada barrio de nuestras ciudades se han ocupado de la enseñanza de los idiomas extranjeros.

Muchos treintañeros y un gran número de españoles entrados en los cuarenta se han dado cuenta de un par de verdades bastante descorazonadoras: la primera es que, a pesar de lo que prometían en su momento muchos métodos innovadores, una lengua extranjera no se aprende en quince días. Tampoco en tres meses. Si alguien quiere aprender un idioma extranjero le debe dedicar un buen número de años. Normalmente, tantos años como para aprender a tocar bien un instrumento de música. La segunda desilusión que se han llevado muchos españoles es que no solo hay que estudiar inglés durante muchos años, sino que hay que estudiarlo siguiendo la metodología correcta. El inglés comenzó a sustituir al francés de forma generalizada en todas las escuelas públicas españolas a comienzos de los años ochenta. Toda esa generación de españoles ha estudiado inglés durante toda su vida y, desgraciadamente, debido a la metodología utilizada, no han aprendido inglés. Cada curso que empezaban, los estudiantes repetían, una y otra vez, el verbo to be, un montón de gramática y largas listas de palabras descontextualizadas.

No hay milagros

Queda claro, entonces, que el aprendizaje de un idioma lleva tiempo. Si queremos aprender bien una lengua, debemos estudiarla durante muchos años y, durante ese tiempo, debemos estar expuestos a esa lengua durante varias horas diarias de una forma natural (así adquirimos nuestra propia lengua madre). Un niño de cinco años todavía no ha recibido una instrucción lingüística formal y, sin embargo, ya ha adquirido una buena parte de su primera lengua. Lo ha hecho estando expuesto a esa lengua a través de juegos, canciones y de experiencias vitales en ese idioma. Un niño de cinco años ha adquirido gran parte de su primera lengua practicándola un día tras otro y recibiendo conocimientos en ese idioma. Esa es, también, la mejor forma de adquirir una segunda lengua.

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¿Cómo podríamos conseguir, entonces, que las nuevas generaciones crezcan bilingües? Deberemos establecer un sistema de enseñanza en el que los estudiantes estén expuestos a una segunda lengua durante un buen número de horas al día a lo largo de todos sus años escolares. ¿Cuántas horas al día? El modelo 90-10 de inmersión dual, que ha obtenido los mejores resultados, propone que, en primero de primaria, los estudiantes reciban el 90 % de las clases en inglés y el 10 % en español; en segundo de primaria, el 80% en inglés y el 20 % en español; en tercero, 70 % en inglés y 30 % en español; en cuarto, 60 % en inglés y 40 % en español; por último, a partir de quinto de primaria y hasta terminar bachillerato, 50 % en cada idioma. Obviamente, para llevar a cabo este modelo, los maestros necesitan una alta preparación y la misma motivación que un niño en la puerta del parque Warner. A veces, la comunidad todavía no está preparada para el 90-10 y se opta por un  modelo 50-50, en el que los estudiantes reciben el 50 % de la instrucción en cada uno de los idiomas. Aunque el requisito que exige la Comunidad de Madrid para que una escuela sea bilingüe es que ofrezcan al menos el 30 % de la instrucción en inglés, en la práctica, la mayoría de los centros bilingües ofrecen un modelo cercano al 50-50.

La oferta bilingüe en Valdemoro

En el curso académico 2004-2005, la Comunidad de Madrid comenzó el Programa de Educación Bilingüe. Dos escuelas públicas de Valdemoro se apuntaron enseguida al programa como centros bilingües: el CEIP (Colegio de Educación Infantil y Primaria) Doña Leonor del Álamo y el CEIP Nuestra Señora del Rosario. En 2014, el CEIP Diego Muñoz Torrero se convirtió, también, en un colegio bilingüe y este junio se gradúa la primera promoción de esta escuela. Valdemoro cuenta, también, con un instituto bilingüe de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato: el IES Neil Armstrong. Dentro de la educación pública, la localidad cuenta con diez escuelas de primaria y cinco institutos. Esto supone que un 30 % de las escuelas públicas de primaria y un 20 % de los institutos públicos pertenecen al Programa de Educación Bilingüe. Según los datos ofrecidos por la Comunidad de Madrid en su página web, durante el curso 2017-18, el 46 % de las escuelas públicas de primaria y el 51 % de los institutos públicos de la Comunidad pertenecían al Programa de Educación Bilingüe.

Además de estos centros, varias escuelas concertadas de nuestro municipio ofrecen programas de enriquecimiento bilingüe. Las presentamos aquí brevemente en el orden en el que recibimos la información que les solicitamos. El colegio Valle del Miro ofrece el programa bilingüe Jolly Phonics desde educación infantil y durante el inicio de primaria. En educación primaria, el colegio Valle del Miro forma parte, también, de la red de centros bilingües de la Comunidad de Madrid. Eso supone cuatro horas semanales de lengua inglesa y cuatro horas de ciencias sociales y naturales a la semana en inglés. Durante la ESO, tienen un programa bicultural que amplía el número semanal de horas en inglés y los contenidos culturales. Desde hace diez años, tienen, además, un programa de intercambio con institutos alemanes. En bachillerato, ofrecen un programa dual que permite obtener el título de bachillerato español y el diploma estadounidense de High School. Sus alumnos de FP pueden realizar sus prácticas en un país europeo gracias a las becas de Erasmus+ de la Comisión Europea y del SEPIE (Servicio Español Para la Internacionalización de la Educación). El colegio Nobelis propone el proyecto Nobenglish. La idea es aumentar progresivamente la exposición al inglés de los estudiantes, comenzando desde los dos años de edad. Cuando llegan a primaria, además de la asignatura de Inglés, reciben la instrucción de la clase de Arte en inglés. Desde quinto de primaria y en secundaria, realizan diversas inmersiones lingüísticas en Reino Unido y en Irlanda, bien durante el curso escolar, bien en verano. El colegio Hélicon tiene un programa bicultural. Esta escuela está adscrita a un programa bilingüe, certificado por Eduqatia y la Universidad de San Diego, que se llama Bilingual Excellent School (BES). Cuentan con nueve auxiliares de conversación que apoyan el trabajo de los profesores de idiomas. De cara al curso 2019-2020, Hélicon quiere ofrecer el Bachillerato Dual con el que los alumnos podrán obtener la doble titulación, española y estadounidense.

Para aquellos adultos de Valdemoro que desean aprender inglés y otros idiomas extranjeros, recomendamos la oferta pública en la Escuela Oficial de Idiomas. Los mayores de 14 años pueden comenzar sus estudios de francés y de alemán y los mayores de 16 años pueden comenzar sus estudios de inglés. Los estudiantes pueden empezar desde un nivel cero (A2.1) o hacer una prueba de clasificación e iniciar sus estudios desde el nivel que demuestren en dicha prueba. Los estudios de la Escuela Oficial de Idiomas terminan en el nivel C2, que supone tener un dominio académico del idioma extranjero y que permite cursar estudios universitarios en dicho idioma. Los interesados en matricularse en la Escuela Oficial de Idiomas normalmente pueden formalizar la preinscripción durante los meses de mayo, junio, julio y septiembre. La Escuela Oficial de Idiomas ofrece viajes culturales a sus estudiantes (este curso académico, a Dublín y a Basilea). Además, propone una oferta cultural gratuita en los diversos idiomas para toda la comunidad educativa.

Mitos y leyendas sobre la educación bilingüe

«Saber o no saber inglés», «tener el aprendizaje del inglés como asignatura pendiente en nuestras vidas» o «llevar o no llevar a nuestros hijos a una escuela bilingüe» son temas de conversación bastante habituales en nuestras vidas. Es normal, por lo tanto, que haya una serie de mitos y leyendas que se oyen con frecuencia. Hablaremos de algunas de ellas:

  1. «Tengo un vecino que no ha ido a una escuela bilingüe y habla inglés mejor que los estudiantes que van a este tipo de centros escolares». ¿De qué se quieren convencer las personas que comparten este argumento? Déjenme llevarlo al terreno del deporte: a lo largo de los diez años que viví en los Estados Unidos, conocí a una persona que jugaba al baloncesto mejor que algunos jugadores de la NBA. ¿Es eso posible? Claro que sí. Sin embargo, no estamos hablando de excepciones. Estamos hablando de un grupo numeroso de estudiantes. De la misma forma que lo más fácil es encontrar a los mejores jugadores de baloncesto jugando en la NBA, será también mucho más fácil encontrar al mayor número de estudiantes con un nivel decente de inglés dentro de una escuela bilingüe. Estamos hablando de que hasta los alumnos con el nivel más bajo de inglés dentro de una escuela bilingüe, a lo largo de los cursos, habrán adquirido una serie de destrezas y conocimientos en el idioma extranjero que les permitirán defenderse mucho mejor que los alumnos con el nivel más bajo de inglés en una escuela que no sea bilingüe.
  2. «Estudiar Ciencias Naturales y Sociales en inglés supone sacrificar muchos contenidos curriculares». Una vez más, se trata de una leyenda urbana que, tristemente, se difunde en nuestra comunidad. Según la legislación vigente, los contenidos curriculares de todas las asignaturas son los mismos para las escuelas bilingües y para las escuelas no bilingües. Estudiar contenidos como los de Ciencias Naturales y Sociales en inglés solo nos reporta grandes beneficios. En primer lugar, si el maestro está bien preparado en la enseñanza de contenidos en inglés, se las ingeniará para enseñar todos los contenidos. Las metodologías utilizadas para la enseñanza del contenido en inglés suponen mayor repetición de los contenidos a través de estrategias diferentes para asegurarse de que todos los estudiantes los entienden. Cuando utilizas diferentes estrategias para enseñar un mismo contenido llegas a un mayor número de estudiantes, pues cada uno de nosotros aprendemos de formas distintas. Los estudiantes que estudian todas sus asignaturas en español se exponen a una monotonía lingüística que, en muchas ocasiones, supone que el estudiante desconecte más fácilmente de la clase. Un estudiante de un centro bilingüe va cambiando idioma dependiendo de la asignatura. Eso activa diferentes partes del cerebro que estimulan la atención ante los cambios de código. Ambos hemisferios del cerebro se mantienen en activo con más facilidad. El aprender unos contenidos en un idioma que no es nuestra lengua madre exige que el estudiante desarrolle mucho más su sentido de la deducción. Los estudiantes de las escuelas bilingües son mucho más imaginativos, pues su cerebro debe estar funcionando en todo momento de la clase. Un cerebro más deductivo y más imaginativo expuesto a comparar lo que sabe en su propio idioma con lo que recibe en el segundo idioma expande su pensamiento crítico de manera exponencial, algo fundamental para el desarrollo cognitivo que se produce, en su mayor parte, hasta los dieciséis años.
  3. «En las escuelas bilingües, los estudiantes aprenden vocabulario en inglés y luego son examinados en español para acceder a la universidad». Eso es cierto. Pero, volvamos al desarrollo cognitivo. Cuando ese desarrollo cognitivo llega a altos niveles durante el bachillerato, todos los estudiantes bilingües que estudiaron contenidos en inglés hacen las conexiones cerebrales necesarias y acaban sabiendo estos contenidos en ambos idiomas. Recordemos que el 70 % del vocabulario inglés viene del latín. Gran parte del vocabulario científico es muy similar en muchos idiomas y tiene sus orígenes en el griego clásico y en el latín. Eso permite que los estudiantes hagan las conexiones y transferencias necesarias de una lengua a otra. En muchas ocasiones, en inglés se utiliza una palabra culta que tiene similitudes con otra palabra culta española que no utilizamos en nuestra vida diaria. Eso permite no solo que los estudiantes conozcan el vocabulario en ambos idiomas, sino que, además, su léxico en español es, por lo general, mucho más rico que el de los estudiantes no bilingües.

Las grandes ventajas del bilingüismo

España, una de las quince economías más importantes del mundo, tiene la necesidad de educar a ciudadanos competitivos que hablen dos o más idiomas para poder competir en un mercado laboral cada vez más internacionalizado. Como hemos indicado al comienzo de este artículo, la sociedad española en su totalidad (desde el gobierno hasta las familias) ha aceptado el reto que nos plantea el siglo XXI.

Pero ser bilingüe tiene muchas más ventajas que no podemos olvidar. A corto plazo, el estudio de las lenguas nos expone a culturas ajenas a las nuestras. Los estudiantes aprenden a apreciar las costumbres de otros pueblos y desarrollan mayor empatía hacia los demás. Esta apreciación de la geografía, historia y cultura de otras naciones aumenta cuando los estudiantes de estos programas bilingües deben viajar al extranjero desde muy jóvenes para mejorar el aprendizaje de la lengua extranjera. El CEIP Doña Leonor del Álamo organiza viajes frecuentes a Inglaterra; los estudiantes del IES Neil Armstrong tienen la oportunidad de viajar a Hastings, al sur de Londres. Nuestros jóvenes serán, así, gente de mundo. A más largo plazo, las personas bilingües son bien vistas y reconocidas socialmente. Y, a mayor plazo todavía, está demostrado científicamente que, en las personas propensas a sufrir alzhéimer, el bilingüismo retrasa sus síntomas hasta cinco años.

Retos de la educación bilingüe

España entera se ha volcado en la educación bilingüe. Eso no significa que el camino sea fácil. El mayor sacrificio lo deben hacer los padres y el personal docente de las escuelas. Por un lado, muchos padres que no saben inglés se ven impotentes a la hora de poder ayudar a sus hijos con los deberes de la escuela. Eso debería ayudar a replantearnos cuántas y qué tareas deberían mandarse para casa. Cuando algún estudiante se encuentra con graves dificultades de aprendizaje y está en una escuela bilingüe, los padres pueden sentirse también indefensos. En un municipio como Valdemoro, no es tan fácil cambiarse de centro una vez comenzados los estudios y, si a un estudiante le toca en una escuela bilingüe a la hora de la escolarización, deberá concienciarse de que ese es su camino. Sin embargo, en la práctica, pocos son los estudiantes de las escuelas bilingües valdemoreñas que solicitan cambiarse de escuela por la mera razón de que su centro sea bilingüe. Y, en estos momentos, tal vez por razones académicas, tal vez por cómo está distribuida la población en Valdemoro, la escuela primaria con más listas de espera es un centro público bilingüe.

Los maestros y profesores han sido otro de los sectores sociales que más sacrificio han debido hacer. Si quieren obtener el certificado bilingüe de la Comunidad de Madrid que permite conseguir una plaza para enseñar una materia en inglés deben profundizar en sus estudios de inglés mientras siguen trabajando y preparándose para enseñar sus clases. Muchos docentes más cercanos a la jubilación se encuentran ante una empresa realmente difícil y es ahí donde deben demostrar la eterna juventud del docente.

Este septiembre, los programas de Educación Bilingüe de la Comunidad de Madrid en Valdemoro cumplen quince años. Algunos de los estudiantes que comenzaron en estos programas a los seis años están ya en la universidad y los datos académicos que recibimos sobre ellos son muy positivos. Sin embargo, los programas no son perfectos y deberíamos aprender de su andadura. Deberíamos comenzar a escuchar a los equipos directivos, a los docentes, a los estudiantes y a los padres que han pasado por los programas, que ya están consolidados, para comenzar a mejorarlos. Se deberán crear mejores protocolos a la hora de ayudar a los estudiantes que se encuentran en escuelas bilingües y necesitan adaptaciones curriculares. Es hora también de que las escuelas públicas bilingües comiencen a divulgar los logros obtenidos sin complejos. Para garantizar la continuidad y la mejora de cualquier programa es muy importante que los que creemos en él lo defendamos públicamente. Propaguemos sus maravillas. La generación de nuestros hijos se desenvolverá en inglés infinitamente mejor que la nuestra. Si seguimos trabajando, no tendremos nada que envidiar de los holandeses, daneses o suecos, por poner algunos ejemplos.

Texto_Fernando Martín Pescador

Fotografía_Ncuadres (CEIP Doña Leonor del Álamo)