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Polígono Albresa, foco industrial de Valdemoro

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Como viene siendo habitual, en La Revista de Valdemoro queremos abordar asuntos que afecten directamente a los valdemoreños y valdemoreñas y formen parte de su actividad rutinaria en el municipio. De esta forma hemos tratado temas de oferta de ocio y cultura, actividades deportivas o servicios públicos de la localidad, entre otros. En esta ocasión os presentamos un reportaje que nos acerca a unos de los principales focos industriales de Valdemoro, el polígono Albresa.

A mediados de los años setenta se decide construir un núcleo industrial en la zona noroeste de Valdemoro, al margen izquierdo de la Carretera Nacional IV en dirección a la capital. Acerca de su construcción poco se conoce pues, cuando llegaron los primeros empresarios entre los años 1976 y 1978, el polígono pertenecía al Fondo de Garantía de Depósitos. El polígono contaba con unas infraestructuras de gran calidad que, sin embargo, se estaban deteriorando por culpa del abandono que estaban sufriendo.

Albresa estaba dispuesto en sesenta y una parcelas de 6000 m2 cada una, que se articulaban a ambos lados de una avenida principal, la actual Avenida de Madrid, y diez calles secundarias. Por las dimensiones de sus parcelas, Albresa estaba orientado a la acogida de medianas y grandes empresas en una disposición de una empresa por parcela. Gracias a la amplitud de estas, cada una disponía de un 40% del espacio para la creación de aparcamiento.

A pesar de sus buenas instalaciones el polígono no estaba teniendo éxito, pues contaba con apenas cuatro medianas empresas a finales de los años setenta. Por aquel entonces, como competencia, en cuanto a polígono se refiere, Valdemoro contaba con los de El Prado y La Postura, este último ubicado a la misma altura que Albresa, en el lado opuesto de la Nacional IV y con grandes empresas como El Corte Inglés, entre otras.

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Ante esta situación, en el año 1978 los pocos empresarios del polígono deciden crear una mancomunidad con Eugenio Escudero como presidente para impulsar el polígono. Así, aprueban unos estatutos que los articulan como comunidad y comienzan a trabajar para hacer de Albresa un reclamo para las nuevas empresas que se ubicaban en Valdemoro. Parte de su labor inicial era dotar al polígono de aspectos tan básicos como el nombre de las calles o, más importante aún, el precio del metro cuadrado de suelo.

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El trabajo por parte de la dirección de la mancomunidad dio sus frutos, pues a lo largo de los años ochenta el polígono fue tomando forma gracias al asentamiento de nuevas empresas hasta conformarse tal como lo conocemos. Pero el aspecto que tiene hoy el polígono Albresa es muy diferente al que hemos descrito hasta el momento. Durante la década de los ochenta varios empresarios compraron las diferentes parcelas con el fin de dividirlas para que así múltiples empresas se ubicaran en una misma parcela. Esta situación derivó en la creación de pequeños polígonos con parcelas con, incluso, más de veinte empresas por terreno.

Albresa fue una propuesta muy atractiva para muchas empresas por diferentes factores. Su ubicación era uno de los puntos más fuertes, pues se situaba a pocos kilómetros de la capital y disponía de acceso inmediato a una de las principales carreteras del país. Además de por carretera, Albresa estaba muy próximo al núcleo de Valdemoro, que contaba con línea de ferrocarril que también llegaba a Madrid. Otros factores importantes eran el precio del suelo, muy económico para la época, y la ubicación, además de que las infraestructuras estaban ya terminadas.

A finales de los ochenta, casi la totalidad del polígono se había conformado gracias al asentamiento de nuevas empresas, en su mayoría pequeñas y medianas por el sistema de minipolígonos, e incluso la Guardia Civil adquirió una parcela, que aún conserva, en esta zona.

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Albresa, mancomunidad de propietarios

Debemos destacar que el polígono Albresa, al igual que el resto de polígonos de nuestro municipio, es de propiedad privada y, por lo tanto, todo cuanto concierne a su gestión se realiza también sin ninguna intervención de instituciones públicas. Cuestiones como alumbrado, mantenimiento o seguridad son gestionados por la mancomunidad y no por el Ayuntamiento.

Para poder mantenerse en buenas condiciones, la comunidad se sustenta por un sistema de cuotas. En el caso de los minipolígonos el sistema de cuotas funciona según la ley de propiedad horizontal, es decir, según el coeficiente de cada parcela. Cada nave paga a la comunidad del minipolígono en función de la participación dentro de esa parcela y esta, a su vez, contribuye a la comunidad general.

El sistema comunitario es importante para la toma de decisiones que atañen al polígono en general, así como para establecer una normativa común. La directiva de la comunidad es la garante de que se cumpla la normativa en diferentes ámbitos como la edificación, no pudiendo superar las dos plantas de altura, además de otros aspectos técnicos de relevancia.

También forma parte de sus competencias el mantenimiento de las zonas comunes, ya sea reparar el alumbrado público o el asfaltado, o mantener limpias las calles. Para esta última tarea disponen de un técnico encargado de la limpieza del polígono. En el tratamiento de residuos las empresas también colaboran, ya que cada una debe disponer de su propio cubo de basura.

Aunque de la limpieza de las calles se encarga la comunidad, de la recogida de residuos sólidos urbanos (RSU) se ocupa el Ayuntamiento. En cuanto a la seguridad se refiere, anteriormente existía seguridad privada del polígono, pero en la actualidad se trata de otra competencia que debe asumir cada empresa para su finca.

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Un polígono integrado en Valdemoro

Como hemos podido ver a lo largo del reportaje el polígono Albresa se ha ido conformando con sus peculiaridades a lo largo de los años. Su evolución, pues, ha sido constante desde su creación. Pensado como zona industrial para albergar sesenta y una grandes empresas, ha evolucionado de manera totalmente dispar a la planificada. Albresa es hoy un espacio industrial que reúne a una importante parte de las pequeñas y medianas empresas de nuestra localidad pues el 90% de las 595 empresas que ahora mismo están instauradas son pequeñas empresas de autónomos.

Su particular organización en un sistema de minipolígonos ha supuesto algunos problemas para la zona, como es el caso del aparcamiento. El polígono tiene importantes problemas de estacionamiento debido a su diseño, pues en su planificación se proyectaron parcelas más amplias para que cada empresa dispusiera de un aparcamiento privado y las calles estuvieran libres de automóviles y camiones. El número de empresas es casi diez veces mayor al previsto, por lo que en ocasiones es complicado estacionar o transitar por algunas de sus calles.

Pero el problema de aparcamiento es también reflejo de la notable actividad de la que goza la zona; y es que el polígono Albresa se ha integrado en el núcleo urbano de Valdemoro pasando a ser un nuevo espacio tanto para el ámbito de la industria como el del comercio. Son muchos los valdemoreños que se acercan a esta zona por su oferta de servicios tales como venta de embutidos, restauración, reparación de vehículos, autolavado, venta de roscones, bazar chino o instalaciones deportivas, entre otros.

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No podemos negar que una parte de la actividad de nuestro municipio se lleva a cabo en este espacio; y es que, ya sea como cliente o como trabajador, el polígono Albresa es uno de los lugares más frecuentados por nuestros vecinos. La accesibilidad a través de la Autovía del Sur y su conexión con la línea ferroviaria, actualmente a través de la línea 7 de autobuses municipales, sumados a  su conexión a través de autobús interurbano con la plaza de Legazpi de Madrid, hacen de su ubicación una gran ventaja para sus empresas.

El polígono Albresa es uno de los espacios industriales más importantes de nuestro municipio y alberga a una considerable parte de las empresas que se asientan en nuestro municipio. Contribuir al buen estado de este foco industrial es una cuestión que debemos tener muy presente, pues directa o indirectamente, su actividad beneficia a todos las valdemoreños y valdemoreñas.

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Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Javier Rollón,Ncuadres