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Editorial
Por Fernando Martín Pescador

La revista de Valdemoro cumple cuatro años. Más de un lector (aunque tampoco muchos) se preguntará cómo se pergeña la elaboración de cada uno de los números de nuestra revista. La verdad es que una reunión del consejo editorial es, cada vez más, lo más parecido que conozco a una cena de amigos. Una noche entre semana, preferiblemente un jueves y con una periodicidad bimensual, José Manuel, Julián, Paco, Sergio y un servidor nos juntamos alrededor de unas tapas, comentamos el último número de la revista y preparamos los contenidos de las próximas publicaciones. Nos repetimos, una vez más, que la revista tiene como objetivo difundir todas las cosas buenas que ofrece Valdemoro, anunciar todas las actividades socioculturales que se desarrollan en nuestra localidad y dar a conocer, un poquito más, a todos aquellos valdemoreños que se caracterizan por hacer cosas. Nos repetimos, una vez más, que sería ideal que nuestra revista contribuyera a dinamizar nuestra villa.

Durante la cena, siempre hay una ración de política (junto a la de salchipapas) y nos repetimos, una vez más, que estamos felices así, sin que nuestra revista se meta en
política.

Tras la cena, el consejo editorial de la revista en pleno se pasa por el Sube que te llevo. Es parte indispensable del proceso de creación y selección de contenidos. Allí se repasan los últimos flecos y se toman las últimas decisiones. En este número, en la celebración del cuarto cumpleaños de La revista de Valdemoro, queremos agradecer a todas las personas que han confiado en nuestra publicación y que han hecho posible que una reunión de nuestro consejo editorial sea, cada vez más, lo más parecido que conozco a una reunión de amigos.