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Asociación aiBa, los animales también merecen una segunda oportunidad

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La protectora local cumple siete años de actividad en Valdemoro

 El aumento del número de mascotas en nuestros hogares es una realidad. También ha cambiado la forma en que adquirimos estos animales: las compras en las tiendas de animales descendieron del 25 % al 15 % del total en la última década; sin embargo, las adopciones en las protectoras de animales crecieron un 10 %.

Estos datos son el resultado del trabajo diario de miles de protectoras en toda España. En Valdemoro tenemos la fortuna de contar con una, aiBa (Asociación de Iniciativas para el Bienestar de los Animales), la cual lleva desarrollando su actividad en el municipio desde 2012. Gracias a su presencia, Valdemoro cuenta hoy con un Centro de Protección Animal en lugar de la tradicional perrera y cada año aumenta el número de adopciones de animales. La asociación cierra el 2018 con un total de 176 adopciones (49 perros, 122 gatos, 1 hurón, 2 conejos, 1 pato y 1 pollo).

En este primer número de 2019 nos entrevistamos con su presidenta, Francis Ciudad, para conocer en profundidad en qué consiste su actividad diaria y qué debemos conocer antes de adentrarnos en la tenencia de animales en nuestro hogar.

¿En qué contexto surge la asociación?

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En Valdemoro no existía una conciencia real sobre la tenencia y protección de los animales, de hecho el centro municipal era denominado «perrera sanitaria». Allí se sacrificaban animales y había cierto ocultismo que lo convertía en un lugar muy opaco. Algunas personas habían intentado entrar al centro para interesarse por los animales y era complicado hacerles un seguimiento porque no había un control en la entrega de esos animales a sus nuevos dueños.

¿Cómo surge la asociación?

La asociación la pusimos en marcha doce personas que nos conocimos por las redes sociales y en los comienzos apenas teníamos animales para dar en adopción. Nuestro objetivo era conseguir entrar en la perrera para trabajar con los animales que había allí e intentar mejorar sus condiciones a todos los niveles. Queríamos que los animales que pasaran por el centro tuvieran una calidad de vida razonable y que los animales adoptados fueran a familias responsables. Eso fue lo que nos llevó a mandar innumerables escritos al Ayuntamiento. Uno de los pilares sobre los que empezamos a crecer fueron las casas de acogida. Como no teníamos casi medios, las familias que acogían el animal se hacían cargo de los gastos de manutención. En la actualidad la asociación se encarga de todos los gastos derivados de su cuidado.

¿Fue complicado entrar en el centro?

Tuvimos que mandar bastantes escritos hasta que nos dejaron entrar como asociación para trabajar en el centro. El primer año dimos en adopción en torno a una decena de animales, muy pocos. A pesar de ello, nuestra entrada supuso un antes y un después, conseguimos detener el sacrificio de animales, un verdadero problema, sobre todo en el caso de los gatos. Este año hemos conseguido dar en adopción más de 120 gatos que en otra época habrían sido sacrificados en su mayoría.

En estos seis años de actividad la asociación ha evolucionado mucho en el servicio que presta.

Gracias a nuestra insistencia firmamos el primer convenio de colaboración con el Ayuntamiento por el que nos permitían tener tres animales del centro a nuestro nombre. Gracias a eso, podíamos sacarlos para que acudieran a ferias, paseos, etc. Esto nos empezó a dar algo de margen para soportar el peso administrativo y legal de tener esos animales a nuestro nombre, a pesar de que se encontraban en el centro municipal. Con este primer convenio, los vecinos que querían adoptar animales tenían dos tipos de contratos, uno que recomendaba la esterilización y otro que obligaba a realizarla. Estos contratos fueron la primera manera de educar y concienciar a la gente sobre las obligaciones que se contraen a la hora de adoptar a un animal. En 2015 se renovó el convenio aumentando el número de animales tutelados hasta doce y obteniendo el permiso para tener presencia en el centro y hacer voluntariado. Con el nuevo convenio también mejoraron los contratos de adopción: todos los animales que salen del centro lo hacen a través de aiBa y con contrato de esterilización.

¿Quiénes son los responsables de hacer la actividad de aiBa posible?

Los voluntarios y socios de la asociación. En 2012 comenzamos doce personas que nos encargábamos de toda la gestión de la asociación. Ahora somos aproximadamente treinta voluntarios y veinte colaboradores, en definitiva, cincuenta personas. Durante todo el año hemos tenido cerrada la convocatoria de voluntariado porque cada vez que entran nuevos voluntarios hay que formarlos y eso nos lleva tiempo. Hasta el pasado mes de diciembre no abrimos la siguiente convocatoria. Con cada posible voluntario hacemos una entrevista personal previa en la que conocemos mejor cuáles son sus motivaciones para el voluntariado. Posteriormente acuden a una charla en la que les explicamos cómo funciona la asociación y la actividad que llevamos a cabo. Los primeros años tan solo teníamos la categoría de voluntarios. Con el paso de los años entendimos que dentro del voluntariado había diferentes grados de implicación que dependían del tiempo de decicación de cada persona. Esto nos llevó a hacer dos grupos; colaboradores, que son personas que ceden su tiempo puntualmente; y voluntarios, estos sí tienen una implicación constante con la asociación y le dedican tiempo a diario.

¿De qué infraestructura dispone la asociación para ofrecer su servicio?

Principalmente, aiBa desarrolla su actividad en tres lugares. Por número de animales, el primero de ellos es el Centro de Protección de Animales (CPA), la antigua perrera. Nosotros propusimos este nombre al Ayuntamiento porque desde nuestra entrada en las instalaciones hemos llevado a cabo una serie de mejoras que lo convierten en un lugar donde se recupera a animales que provienen de la calle. Dentro hay veinte cheniles de perros, uno para cada perro, y cuatro cheniles reformados para gatos, con capacidad para cinco gatos cada chenil. En la cuarentena de gatos hay una capacidad máxima de ocho animales más una cuarentena de perros al aire libre para cuatro perros más. En nuestro local albergamos a los gatos que entran en el CPA enfermos, con calicivirus por ejemplo, muy habitual en los gatos callejeros, cachorros y gatos recogidos de colonias que se castran y se vuelven a soltar mediante el método CES Ético (captura-esteriliza-suelta). Nuestro local también lo utilizamos como almacén y para impartir charlas y cursos de adiestramiento. El último pilar son las casas de acogida, unas veinte aproximadamente. Existen casas de acogida de urgencia, que suelen ser de voluntarios de la asociación y casas de acogida fijas donde se destinan animales para su recuperación. Actualmente la asociación tiene identificados a su nombre aproximadamente un centenar de animales, todos ellos del Centro de Protección Animal de Valdemoro.

¿Cuáles son los principales problemas que causa la llegada de animales al Centro de Protección Animal?

Desde aiBa hemos insistido al Ayuntamiento en varias ocasiones para intentar dar solución a la situación que sufren muchos perros en las áreas industriales. En los polígonos hay un elevado número de animales, principalmente perros, que están sin identificar y que se utilizan principalmente como perros de guarda. Muchos de estos animales son potenciales residentes del centro, ya que en la mayoría de los casos están sin identificar. Algo parecido ocurre con los gatos ferales (gatos que fueron de casa y luego abandonados a su suerte, por lo que ahora son gatos callejeros). Con la nueva Ley 4/2016, es obligatoria su esterilización. Situación similar ocurre con las fincas privadas. Otro gran problema que sufrimos es la cría y compra de PPP (perros potencialmente peligrosos). Mucha gente adquiere perros de presa sin ser conscientes del compromiso que requieren y, desafortunadamente, gran parte de ellos acaban en el Centro de Protección Animal. Lo que intentamos hacer ver a los vecinos es que cualquier adopción o compra hecha de manera responsable significa que ese animal será parte de tu vida hasta que se muera. Si no piensas en esto antes de adquirirlo, estás generando un problema en la sociedad. Recibimos muchas quejas porque nuestro proceso de adopción es muy estricto. Nosotros no ponemos pegas porque sí, queremos asegurarnos de que tanto el adoptante como el animal van a estar bien.

¿Cuáles son los animales más abandonados?

Los animales que provienen del servicio de recogida son principalmente perros y gatos. En primer lugar los denominados perros potencialmente peligrosos (american standford, pitbull, etc.), mastines y cruces de mastín, perros de caza como podencos, bretones y galgos. En cuanto a los gatos, se recogen muchos cachorros enfermos, animales de colonia y en muchos casos gatos que tienen dueño pero no los identifican y les dejan salir a la calle. Con los gatos hay una relajación en cuanto a su control e identificación y no entendemos por qué, ya que la obligatoriedad de identificar a los gatos es la misma que con los perros. Además, si salen a la calle, les puede atropellar un coche o contraer enfermedades como la tiña, hongos o leucemia. Por nuestra seguridad y la de nuestros gatos, no deberíamos dejarles salir al exterior sin control. En menos medida llegan otras especies, como conejos, hurones, chinchillas, patos, gallinas, etc.

¿Cómo llega un animal al Centro de Protección Animal?

Existe un protocolo de actuación. Cuando nos encontramos un animal en la calle y creemos que está abandonado, lo primero que hay que hacer es llamar a la Policía Local (092) y ellos se ponen en contacto con el servicio de recogida municipal. El problema es que la recogida no suele tener éxito si no tenemos el animal bajo nuestro control. En ocasiones llegan casos de animales lesionados de otros municipios, personas que deliberadamente intentan dar entrada a esos animales al centro porque creen que estarán mejor que en su localidad de origen. En el CPA de Valdemoro, solo pueden entrar animales de nuestro municipio. A día de hoy el CPA está lleno.

¿Qué procedimiento seguís cuando un animal llega al centro?

Cada caso es particular y hay que atenderlo según sus necesidades. Lo primero que se hace cuando un animal llega al centro es una revisión veterinaria. Si sufren algún tipo de herida o requieren de algún tratamiento, la responsable veterinaria del centro, Yolanda, de la Clínica Huellas de Pinto, se encarga de ellos en su clínica o se pone en contacto con nosotros para que voluntarios de aiBa cuiden de ese animal, controlándolo veinticuatro horas si fuera necesario. Con Yolanda tenemos mucha suerte porque no se limita a lo estipulado en su contrato, sino que hace labores como voluntaria veterinaria de aiBa y dispone de unos conocimientos muy amplios, trata incluso animales exóticos cuando entran al Centro. En el caso de los perros, suelen venir con algún tipo de trauma o miedo que hay que ir atajando. Si tienen alguna enfermedad que hace inviable que estén en el centro (calicivirus), como ocurre en algunos gatos, vienen a nuestro local, donde reciben la atención necesaria. Ya, en el día a día, cada sábado y domingo acudimos al centro para sociabilizar con todos los animales y mejorar su situación hasta que salen en adopción. Esto también nos permite conocer mejor a los animales y saber a posteriori qué animal es el idóneo para las necesidades de cada adoptante.

¿En qué consiste el proceso de adopción?

Lo más importante es que la persona que quiera adoptar haya reflexionado antes sobre lo que implica adoptar un animal. Es muy importante tenerlo claro. Cuando un adoptante acude a la asociación, lo primero que hacemos es mandarle un formulario que debe cumplimentar y enviarnos. Con esta información, concertamos una entrevista en la que conocemos más a fondo cuál es su situación y qué tipo de animal es el que quiere. Esta entrevista es muy importante porque nos ayuda a conocer a la persona y saber si está preparada para la adopción o no. Además, podemos orientarle sobre qué tipo de animal es el que mejor se adapta a sus circunstancias. Una vez elegido el animal, comienzan los trámites administrativos para la adopción, por la que aiBa no cobra ningún donativo, el adoptante tendrá que abonar las tasas municipales y el gasto de la esterilización. Además, todos los animales, cuando se dan en adopción, salen con el siguiente protocolo veterinario: identificados con microchip, vacuna de la rabia, desparasitados interna y externamente, test de leishmania en el caso de los perros y test de leucemia e inmuno en el caso de los gatos. Tras la adopción la relación con el adoptante continúa porque hacemos un seguimiento del animal y el adoptante debe comunicar cualquier alteración importante del entorno del animal, como es un cambio de domicilio, por ejemplo.

Además de la recuperación de animales para su adopción lleváis a cabo otras actividades menos conocidas, como el control de colonias. ¿Qué son las colonias y qué otras actividades lleváis a cabo?

Las colonias felinas son agrupaciones de gatos que fueron de casa en su momento y luego abandonados a su suerte y de gatos callejeros, que son alimentados por vecinos. El problema es que si se les alimenta pero no se les esteriliza, la colonia crece y aumentan las enfermedades entre los individuos que la forman. En aiBa tenemos controladas cuatro colonias en Valdemoro, y en esas cuatro, hemos castrado casi el 100 % de los felinos. Esto supone que los gatos han pasado por un control veterinario, que habrá menos olores y suciedad, que van a controlar posibles plagas y, además, la colonia va disminuyendo poco a poco. Las colonias son responsabilidad municipal y ante la imposibilidad del Ayuntamiento de controlarlas, aiBa tomó la iniciativa de comenzar con el método CES en función de nuestros ingresos de socios y donaciones. Nosotros ayudamos en las colonias, cuyos alimentadores preveen de pienso y se encargan de la limpieza de la zona, siempre que económicamente nos sea posible. En todos los municipios hay colonias, es un problema que está presente y que hay que intentar solucionar de la mejor manera posible. Además, costeamos las intervenciones especiales de los animales que entran al centro, gestionamos la búsqueda de santuarios para animales que no son adoptables y cuidamos y hacemos el seguimiento del tratamiento en nuestro local para animales que necesitan cuidados especiales por su edad o enfermedad.

¿Qué fuentes de financiación tenéis para llevar a cabo toda esta actividad?

La cuota de los socios es nuestra principal fuente de financiación. Las aportaciones son voluntarias y suelen ser mensuales o bimensuales. Los padrinos aportan una cantidad determinada para un animal concreto y tienen derecho a visitar al animal y pasearlo. Además, estamos presentes en la plataforma teaming con dos iniciativas, las colonias felinas y la asociación. Tendremos aproximadamente cien teamers en total, que aportan un euro al mes. También utilizamos de manera puntual la plataforma Mi Grano de Arena cuando tenemos que recaudar fondos para la operación de algún animal. Por último, nos financiamos a través de las ventas en el mercadillo que montamos mensualmente, los cursos de formación y acciones puntuales, como la venta de lotería y calendarios en Navidad y en la feria de adopción. Otra ayuda muy importante son las donaciones puntuales de particulares y empresas.

El evento de concienciación más conocido de la asociación es la feria anual. Cuéntanos en qué consiste y si lleváis a cabo otro tipo de acciones.

Todos los años organizamos la feria de la adopción y tenencia responsable de animales, AiBaANIMALIA, que reúne a más de cuarenta asociaciones, todas de protección animal, a las que se suman otras asociaciones locales, productores alternativos ecológicos, etc. Es un día en el que hay muchísimas exhibiciones, acude el servicio Cinológico de la Guardia Civil y hay clases abiertas de adiestramiento. Creo que la feria es una iniciativa muy importante para la tenencia responsable porque mueve a mucha gente y visibiliza nuestra causa a la vez que genera concienciación. Como asociación hemos acudido a centros educativos y de la tercera edad dentro y fuera de Valdemoro. En el municipio hemos llevado a cabo otras iniciativas como la campaña que presentamos en 2016 en el Centro Comercial El Restón. En su sala de exposiciones hicimos una muestra con fotografías de todos los perros que teníamos en adopción durante dos semanas. También organizamos paseos mascoteros con el ánimo de conseguir un mejor entendimiento entre los vecinos que tenemos perros y los que no. Otra actividad son las jornadas de puertas abiertas en el CPA de Valdemoro, para que los vecinos conozcan las instalaciones y dar visibilidad a los animales que permanecen allí. A través del proyecto Bankaiba recogemos donativos para los animales de todo tipo, creando una cadena de intercambio entre protectoras según las necesidades de cada una. Todos los primeros domingos de cada mes celebramos jornadas felinas, en las que reunimos todos los gatos que tenemos en nuestro local y en acogida, para que la gente los pueda ver y se anime a adoptar.

¿Qué tiene preparado aiBa para el 2019?

Ahora mismo estamos en un momento complicado. Tenemos que renovar el convenio establecido en el 2015 y hemos recibido una negativa por respuesta. Llevamos más de tres años reivindicando esta renovación para seguir mejorando nuestro centro municipal, porque al final es el de todos los vecinos de Valdemoro. Los convenios que hemos establecido con el Ayuntamiento nunca han tenido una partida económica. El Centro de Protección Animal puede ser un referente del municipio en el que poder llevar a cabo numerosas iniciativas, visitas de los centros educativos, campamentos, actividades de concienciación, etc. Remunicipalizar este servicio sería una muy buena opción para potenciar las actividades que allí se implementan y, en definitiva, mejorar la situación de los animales que viven allí. El bienestar de los animales nunca debe ser un negocio, es por ello que creemos que el centro debe ser una responsabilidad municipal y no de una empresa. Para aiBa solo existe un objetivo, los animales, y por ellos seguiremos luchando.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres