En el número 3 de La Revista de Valdemoro (septiembre de 2015) tuvimos la suerte de entrevistar a Almudena López Zarapuz. Una artista de la cabeza a los pies. Ella comenzaba por aquel entonces su proyecto de Artecromática. Almudena pertenece a una asociación de artistas solidarios que, además de donar a causas nobles parte de las ventas de sus obras, realizan talleres para colectivos vulnerables. Colaboran también con Cruz Roja y con la fundación Philippe Cousteau, que combate el cambio climático. Almudena, además, colabora con Amival (Asociación de Personas con discapacidad de Valdemoro) y con la ONCE. Lleva a cabo un proyecto de terapia para niños con autismo… Ahora, intenta que sus alumnos de arte formen parte de estos proyectos de voluntariado. Fomenta todo este tipo de valores a través del arte. Almudena lo ha conseguido: lleva unos años rabiosamente feliz. Y, cada vez que nos acercamos a Almudena para que ella o sus alumnos de arte colaboren con La Revista de Valdemoro, los productos finales son deliciosos.
Un trabajo serio
«¡Búscate un trabajo serio!». Esa frase me lleva acompañando toda la vida. Infinidad de veces he respondido, más para mí que para el que me ha hecho la propuesta, «¡Gracias por el consejo! Prefiero un trabajo que me haga feliz». Aún recuerdo, como si fuera ayer, ese día de mi infancia en el que solté por primera vez: «¡Papá, quiero ser artista! Me bajo del mundo, lo dejo todo y, de mayor, quiero ser feliz». Justo ahora, en este momento de mi vida en el que acabo de llegar a los cincuenta, poder enseñar y compartir el mundo del arte con niños, ancianos, colectivos vulnerables, personas discapacitadas… No sé, llámame loca, pero a mí me parece el trabajo más serio del mundo. Y más allá de la «seriedad» de mi trabajo, esta actividad es la que me hace más feliz.
Quiero dar las gracias a todas esas familias que fomentan la educación artística y los valores en sus hijos. Mi trabajo, mi proyecto, no tendría sentido sin vosotros. Sois mi mejor carta de presentación. Como suelo decir: «Los sueños se trabajan».
La escuela de arte Artecromática es un espacio creado con mucho cariño, pasión y esfuerzo. Es un espacio donde cualquier artista puede expresar sus sentimientos e inquietudes, así como su creatividad, a través del arte. Una escuela donde queremos que seas tú, donde nos apoyamos, compartimos, reímos, lloramos, gritamos, saltamos y, sobre todo, aprendemos a sentir y a ser felices usando el arte como nave nodriza.
Texto: Almudena López Zarapuz
Fotografía: NCuadreS
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