Un vez más la mayor parte de la población habla de disfrutar del verano. Tiempo libre, vacaciones, ánimo de alegría y esparcimiento…, deporte como entretenimiento, ya sea al borde de playa, en la montaña o, como siempre, en la jungla urbana. Un panorama favorecedor para hacer ejercicio. Pero cuidado con los factores adversos: las altas temperaturas y el posible golpe de calor. Imprescindible pues tener en cuenta medidas preventivas.
Con la presencia de altas temperaturas nuestro organismo tiende a compensar el exceso de calor sobre la temperatura corporal habitual (37ªC). En primer lugar aparece la sudoración que provoca evaporación del agua. También se produce pérdida de calor por conducción, convección y radiación. Estos últimos mecanismos disminuyen su eficacia a partir de los 35 º C ambientales. Los centros termorreguladores del cerebro se activan y tienden a compensar el sobrecalentamiento, pero en condiciones extremas, fallan.
Los “males del calor” que pueden aparecer, con mayor frecuencia son: calambres agudos en músculos (piernas, brazos, abdomen…) motivados por la deshidratación. Mareos, producidos por una repentina disminución de llegada de sangre al cerebro. Agotamiento hipertérmico, con sensación de mucho calor, náuseas, dolor de cabeza, fatiga excesiva, hipersudoración y piel húmeda. Como expresión más grave está el “golpe de calor”, situación de emergencia médica, que cursa con temperatura corporal superior a 40ªC, desorientación, dolor de cabeza, nauseas, vómitos.
Ante la presencia estos días, y sucesivos, de temperaturas diurnas por encima de los 30ºC, desde el Centro de Medicina Deportiva nuestros profesionales sanitarios quieren hacerte llegar una serie de consejos que, aunque básicos, son de extraordinaria utilidad para prevenir problemas de salud relacionados con el calor. Lo primero es elegir el tipo de deporte y entrenamiento que uno pueda practicar sin sobreesfuerzo. Practicarlo a primera hora de la mañana y a última de la tarde o inicio de la noche. Utilizar un equipamiento apropiado para favorecer la transpiración, incluyendo el calzado. Muy importante es mantener una hidratación previa, durante el ejercicio y tras su realización.
Fuente: Comunidad de Madrid