Jesús España fue su liebre en los 42 kilómetros del Maratón de Madrid.
El domingo 24 de abril Madrid celebró la cuadragésimocuarta edición del Maratón Popular, con casi cincuenta valdemoreños entre sus miles de participantes. Entre ellos destacaba un singular tándem: Jesús España, el campeón de Europa de 5000m, y Rafa Cros, el Corredor Payaso.
Ambos tenían un objetivo: mejorar el Récord Guinness de Maratón disfrazado de payaso de 2 horas, 42 minutos y 56 segundos para AMIVAL, la Asociación de Personas con Discapacidad de Valdemoro. Jesús hacía de liebre con el nombre impreso de la asociación en su camiseta del Amigos del Atletismo mientras que Rafa, compañero de club, era el objeto de la porra en la que se podía apostar por su resultado en Madrid.
Un plan de carera ajustad…ísimo.
La parte deportiva tenía a Jesús de vuelta al maratón tras su despedida profesional en Berlín 2018 y a Rafa con pautas marcadas por su entrenador, Fabián Campanini, para hacer un maratón “amarrategui” y asegurar un nuevo récord.
Madrid es considerado como el más duro de los maratones de España y aunque el día era perfecto para correr no se podía saber qué pasaría. Tras una multitudinaria salida desde el cajón élite, Jesús delante y Rafa detrás pusieron rumbo hacia el norte de Madrid a ritmos conservadores (3:50 /km) y luego carburar en las primeras bajadas de un recorrido que es un constante sube y baja durante sus 42 kilómetros.
Llevados en volandas por un público que no dejó de animarles al estilo del nadalista “¡Vamos Rafa!” y “¡Venga Jesús!” llegaron a la media maratón en 1 hora 16 minutos y 30 segundos, exactamente la cifra pactada por Jesús con Campanini. La gran preocupación de la “calculadora humana de Valdemoro” era salir vivos de la Casa de Campo, el punto más crítico en torno al kilómetro 30, en el que se pueden perder todas las opciones de hacer un buen maratón.
Para desesperación del mayor de los España, Rafa a la entrada de ese tramo levantó un poco el pie y con la ayuda del también valdemoreño Mario Arroyo que les asistía en bicicleta, pudo hidratarse tranquilamente.
Parecía que se irían a 2 horas y 40 minutos pero desde el kilómetro 32 el Corredor Payaso se pegó a la espalda de su liebre y devolvió los adelantamientos que le habían hecho otros competidores. En ese punto Jesús empezó a gritarle “coño, cuánto estoy disfrutando!!” y le llevó a ritmo hasta entrar literalmente al sprint en 2 horas, 34 minutos y 57 segundos, con una mejora de 8 minutos respecto a su récord anterior. De hecho, el plan objetivo era de 2 horas y 35 minutos.
Tras fundirse en un fraternal abrazo ambos atletas se hicieron numerosas fotos y vídeos con diversos medios y no dejaron de destacar la importancia de AMIVAL en esta carrera, en un proyecto solidario en el que en apenas un par de semanas se ha conseguido una recaudación de más de 1.000 euros.
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