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Respiración bucal en niños: un peligro silencioso para su desarrollo cognitivo y craneofacial

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Los últimos estudios ya alertan de la gran cantidad de niños medicados a edades tempranas, que necesitarían una adecuada valoración de la vía aérea y de los maxilares, corrigiéndolo a tiempo disminuiríamos en gran parte mucha medicación innecesaria.

La respiración bucal tiene un impacto significativo y negativo en el desarrollo craneofacial, especialmente en niños. Cuando una persona respira principalmente por la boca en lugar de por la nariz, puede afectar muy negativamente a la forma en que se desarrollan los huesos de la cara y la mandíbula. En general se produce un crecimiento descompensado con cara alargada y la llamada facies adenoide (reflejo de los signos y síntomas que os detallamos a continuación).

Cuando un niño respira principalmente por la boca, puede experimentar una serie de efectos negativos que podrían disminuir su capacidad cognitiva.

1. Oxigenación: la respiración nasal es más eficiente para filtrar y humedecer el aire, y también ayuda a regular la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. La respiración bucal puede llevar a una menor oxigenación, lo que podría afectar el funcionamiento cerebral.

2. Sueño: la respiración bucal a menudo está asociada con trastornos del sueño, como la apnea del sueño. La falta de un sueño reparador puede afectar la concentración, la memoria y el rendimiento académico, lo que podría contribuir a un retraso cognitivo.

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3. Desarrollo facial y oral: como mencionamos anteriormente, la respiración bucal puede afectar el desarrollo craneofacial, lo que a su vez puede influir en la función oral y en la capacidad de hablar. Esto puede tener un impacto en la comunicación y en el desarrollo social y emocional, aspectos que son importantes para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo.

4. Problemas de atención: algunos estudios han encontrado que los niños que respiran por la boca pueden tener más dificultades para concentrarse y prestar atención, lo que puede afectar su rendimiento escolar.

5. Problemas de hiperactividad: la falta de descanso nocturno y la privación del sueño reparador y profundo pueden afectar el control de los impulsos, lo que puede llevar a comportamientos más impulsivos y menos reflexivos. Esto se puede interpretar como hiperactividad.

No es lo mismo respirar por la boca que por la nariz. La respiración nasal es la vía de entrada principal, la nariz ayuda a filtrar, calentar y humedecer el aire que inhalamos, además de promover un desarrollo adecuado de los huesos de la cara maxilar y mandíbula. Cuando se respira por la boca, pueden surgir una serie de problemas, como una mandíbula inferior más retraída o pequeña, un paladar más estrecho y una alineación dental inadecuada.

Todo esto que vemos los odontopediatras y ortodoncistas pediátricos solo es el reflejo de que algo no funciona bien en la respiración. Las fosas nasales y el paladar son estructuras vecinas, y si la nariz no cumple su función se atrofia y, por ende, su vecina la boca.

¿Crees que realmente es una moda esto de poner aparatos a los niños?

La realidad es que hoy no masticamos alimentación sólida como lo hacían nuestros abuelos. La alimentación pastosa conlleva una falta de desarrollo de la musculatura y, si se acompaña de una respiración inadecuada, entonces el caos está asegurado. Además, la respiración alterada puede agrandar las amígdalas y vegetaciones y contribuir así a otros problemas de salud, como trastornos del sueño, ya que puede provocar apnea del sueño obstructiva. Esto se debe a que la obstrucción de las vías respiratorias puede interrumpir el flujo de aire durante el sueño, lo que tiene como resultado pausas en la respiración.

Si se sospecha que las amígdalas o las adenoides están causando problemas respiratorios, es importante consultar al especialista. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento, que podría incluir medicamentos o incluso cirugía para extirpar las amígdalas o las adenoides. Una vez solucionado el problema debemos comprobar que somos capaces de mantener una respiración adecuada, por la nariz, y realizar una correcta rehabilitación de la misma. Es importante abordar estos problemas lo antes posible, especialmente en niños, ya que el desarrollo facial y dental es más manejable en etapas tempranas.

Un ortodoncista o un especialista en terapia miofuncional ayudará corregir la deglución atípica y promover una posición adecuada de la lengua, lo que contribuirá a un crecimiento vertical más saludable y a una mejor función oral en general. Previamente solicitaremos que un otorrino valore la posible obstrucción total o parcial de la vía aérea.

Si tu hijo ronca, respira con la boca abierta o hace pausas al respirar, no dudes en consultarnos, estamos para ayudarte.

Para cualquier duda o consulta puedes acudir al equipo de profesionales de Crea Odontología a través de sus redes sociales @creavaldemoro, su página web www.creaodontologia.com o en su teléfono de consultas: 911 744 720.
También puedes visitar su centro en la calle Anna Frank, 9.

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