Vuelvo a escribir un editorial de La revista de Valdemoro con la esperanza de que llegue esa ansiada recuperación económica progresiva que todos llevamos esperando durante meses. Los primeros días de octubre parece que nos acercan a ella principalmente por tres motivos: la relajación de parte de las restricciones de la covid-19 en la Comunidad de Madrid, el tener un 87 % de su población mayor de 12 años con la pauta completa de vacunación y la considerable disminución de la tasa de infectados por coronavirus. Como consecuencia, los comercios, oficinas profesionales, mercadillos y centros comerciales han recuperado su aforo máximo permitido, y la hostelería y el ocio pueden abrir en el horario
legalmente autorizado por los órganos competentes. Todo ello supondrá una reactivación de la actividad económica y social, en la que el consumo privado, sostenido en una mayor confianza, será el propulsor de la recuperación.
Esta esperanza se mantendrá siempre y cuando el incremento del coste de las materias primas, gas y petróleo, que hacen subir la electricidad y los precios, no pongan en entredicho la recuperación pospandémica tan esperada.
En este número hemos entrevistado a Reyes Medina, que afronta la jubilación con la satisfacción del trabajo bien hecho. Cuando llegó en 1990 a Valdemoro asumió el enorme reto de crear un nuevo servicio de fisioterapia en el municipio con el fin de enriquecer la oferta local y mejorar el día a día de nuestros vecinos. La unión de su vocación heredada y el agradecimiento del pueblo dieron como resultado el nacimiento del primer centro en
Valdemoro de radiología y resonancia magnética y sentó las bases de una oferta fisioterapéutica más rica para los valdemoreños y valdemoreñas.
También hemos entrevistado a Felipe Díaz Pardo, vecino de Valdemoro desde hace un año. Felipe ha encontrado el sentido de su vida en su trabajo, en la educación y en la literatura. Comenzó como profesor de Literatura, dirigió el instituto de Ciempozuelos, se convirtió más tarde en inspector de educación en la Dirección de Área Territorial Sur y, de ahí, pasó al Servicio de Inspección Educativa del Ministerio de Educación en su acción
en el exterior. Además de desempeñar todos estos trabajos, a lo largo de estos años, ha publicado más de treinta títulos (ensayos sobre educación, sobre legislación educativa, novelas, relatos cortos…).
