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Asociación Coral Villa de Valdemoro

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Más de tres décadas poniendo voz a nuestro municipio

Hace treinta y un años, en 1986, nace el grupo coral de Valdemoro gracias a la iniciativa de Pilar Soler Núñez. Esta abulense de nacimiento, pero valdemoreña de adopción, ya había formado parte de la Coral de Ávila junto a su marido Rafael Martín, Ambos se decidieron a dar el paso de conformar la primera coral de nuestro municipio.

El motivo principal, nos cuenta Rafael, es que, en el por entonces pueblo donde apenas existían calles asfaltadas, no había ninguna propuesta musical de estas características. Gracias al apoyo del consistorio, a través de la figura de Miguel Sarmiento, se pudo materializar este deseo de aunar un grupo de personas que dieran voz musical a Valdemoro.

Ocho fueron las voces fundadoras que, bajo el amparo de la Universidad Popular, comenzaron la andadura de esta agrupación. La inexistente oferta musical local hizo que no se conociera a ningún vecino con amplios conocimientos y capacidades para la dirección, por ello que se optó por elegir a Francisco Grau —director de la Banda de Música del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada—.

La entonces denominada Coral Polifónica de Valdemoro da sus primeros pasos en el municipio participando en varios conciertos con un repertorio muy marcado por las melodías populares. En el año 1990 toma el relevo en la dirección el profesor Perfecto Varela, con quien la coral cambia ligeramente de denominación: Coro Polifónico de Valdemoro. Perfecto Varela amplió tanto la actividad cultural de la agrupación como su repertorio.

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Tres años más tarde, y coincidiendo con la llegada de Alfredo Anduix Rodríguez, el grupo alcanza un punto de inflexión en su carrera al pasar a formar parte de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Guardia Civil. De esta manera se consolidaron como el grupo coral de la asociación, lo que les otorgó una dimensión mayor en sus actuaciones. La agrupación dio el salto al nivel nacional, y tuvo la oportunidad de ofrecer conciertos en sitios tan emblemáticos como la Catedral de Santiago de Compostela o la Catedral de la Almudena.

Tanto en sus primeras apariciones en Valdemoro como con su posterior salto al panorama nacional, la Coral fue aumentando sus filas. Los primeros bolos no solo sirvieron para poner en marcha un grupo de voces, sino que también sirvió como reclamo para que otras personas fueran poco a poco animándose a participar. Pronto alcanzaron un número de miembros estable, que hasta hoy, se mantiene próximo a cuarenta.

La última etapa de la agrupación hasta llegar a nuestros días la han recorrido de manera independiente, conformándose como una asociación sin ánimo de lucro que se autogestiona. La colaboración con el Ayuntamiento se mantiene a través de la cesión de un espacio para los ensayos. A cambio, la coral está siempre a disposición del consistorio para colaborar en aquellos eventos en los que se le precise.

Antonio Llera, Jesús Quintanar y Gema Hidalgo fueron los directores que se sucedieron en la coral hasta llegar a Emilio José Esteve, actual director, quien ostenta el cargo desde octubre del año 2013.

Un objetivo: la música

El conjunto está compuesto por un total de treinta y cuatro voces, seis de ellas fundadoras en el año 1986 del primer grupo coral local. Hablamos de un coro mixto con integrantes que oscilan desde los dieciocho hasta más de sesenta años en el caso de los más veteranos. Realizan interpretaciones a cuatro voces distribuidas entre sopranos, contraltos, tenores y bajos.

Entre los miembros existe un claro predominio femenino con veintiuna mujeres frente a trece hombres. La música vocal parece ser un arte que se escapa o no atrae al colectivo masculino de Valdemoro. La agrupación también tiene la suerte de contar con voces de otros municipios vecinos como Seseña, Ciempozuelos o Pinto.

El colectivo joven, menores de treinta años, es el menos representado. Es por ello que la directiva de la Asociación quiere animar a todos aquellos jóvenes que tienen cierta sensibilidad por la música en general, y por la faceta vocal en particular, a que aprovechen esta oportunidad de pasar a formar parte de un grupo experimentado y en constante renovación.

Bajo la dirección de Emilio se ha querido ofrecer un cambio de paradigma, abriendo el espectro del repertorio para abarcar desde los periodos más tempranos, como el Renacimiento, hasta la música más actual del siglo XXI. La coral trabaja repertorios que van desde Tomás Luis de Victoria hasta los más novedosos musicales de Broadway, pasando por grandes grupos de la música pop y rock.

Su espíritu de renovación no solo tiene como objetivo el desarrollo del grupo coral; los retos que se marcan cada temporada se orientan también a la aportación cultural para el municipio. Gracias a la coral, en Valdemoro hemos podido disfrutar del primer espectáculo de ópera en el año 2014 o asistir a una de las interpretaciones más hermosas, el Réquiem de Gabriel Fauré.

Emilio, ilicitano de nacimiento y madrileño de adopción, llegó a la capital para completar sus estudios de música. En Madrid, Londres y Múnich, cursó los estudios de dirección, lo que le ha llevado desde 2010 a dirigir a diferentes agrupaciones hasta su llegada a Valdemoro. En la coral nos cuentan orgullosos que tras publicar un anuncio en internet acudieron a la convocatoria directores de países de diferentes puntos del mundo. Entre ellos no dudaron en escoger a Emilio, una figura que ha impulsado a la coral hacia nuevos retos.

Cada director imprime sus características y, desde que llegó a la dirección, Emilio ha querido dar un salto tanto cualitativo como cuantitativo a la hora de abordar nuevas obras. Emilio ha aportado a la coral un reportorio compuesto por obras nuevas, entre las que se encuentran varios arreglos propios, siempre sin dejar de lado la esencia de la música que, para él, es trabajar todos los estilos. Una de la las labores destacables es la adaptación del repertorio dependiendo del motivo o temática de su actuación. En el caso de la Feria Barroca, por ejemplo, cada año elaboran uno de corte exclusivo de dicha época.

El grupo vocal tiene un carácter semiprofesional, por el que los miembros adquieren un compromiso con el grupo y con la música. La innovación y salida de los convencionalismos no solo se transmite a través de su repertorio. La Coral ha querido siempre aportar un aire fresco a las representaciones, también con su vestimenta. Volviendo a la feria barroca, cada uno de los integrantes confecciona un traje de época para el día de la representación. En actuaciones sin una temática tan clara también han querido aportar un aire innovador incluyendo pajaritas de madera personalizadas por Natural Tie.

Compromiso y pasión

La temporada de actuaciones comienza en el mes de septiembre y se extiende hasta los meses de mayo o junio, dependiendo de los compromisos. Al tratarse de una asociación autofinanciada, a grandes rasgos realizan dos tipos de bolos: las colaboraciones y las actuaciones privadas. Estas últimas, junto con la cuota mensual de 15 euros que aportan los miembros del coro, son las fuentes de ingreso que sustentan a la asociación.

Las colaboraciones están marcadas por un carácter altruista y se suelen caracterizar por ser participaciones en eventos promovidos por ayuntamientos, eventos festivos puntuales o colaboraciones con otras agrupaciones corales. Por su parte, las actuaciones privadas ocupan la mayoría de la agenda de la coral. Son contrataciones remuneradas para eventos de empresas, bodas, funerales, comuniones y bautizos.

A finales del mes de agosto se realizan los primeros ensayos y la puesta a punto después del parón veraniego, para hacer frente a las primeras apariciones de cada año. Estas suelen ser la misa del Cristo de la Salud y la misa a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario. Los ensayos tienen lugar en la Biblioteca Ana María Matute dos veces por semana, martes y jueves, en horario de 20:45 a 22:30. Por su parte, la planificación de los eventos es trimestral.

Para acceder nos indican que tan solo son necesarios tres requisitos: estar en una edad entre los dieciocho y los sesenta años, tener oído musical y compromiso con el coro. La voz no es el mayor inconveniente, ya que en cada sesión se trabaja técnicamente; sin embargo, tener un buen oído para poder reproducir lo que se escucha es un requisito fundamental. Una vez superada la prueba de acceso, viene un periodo de adaptación de dos meses para la integración en el grupo. Aunque hablamos de un hobby para todos los integrantes. La seriedad y el rigor están siempre presentes tanto en las actuaciones como en los ensayos. Para el coro cualquier actuación es importante y la calidad nunca debe variar.

Fuera del escenario también llevan a cabo actividades que tienen como objetivo el hermanamiento. Al tratarse de un grupo muy diverso, celebran eventos puntuales de comunidad para la convivencia. Después de cada actuación siempre se fomenta la comunidad, aprovechando la reunión. Además, cada año disfrutan de un retiro coral en el que comparten otros aspectos de la vida y que aprovechan para reforzar el grupo tanto en el plano musical como el personal. Es habitual que contraten a profesionales externos que les ofrecen masterclasses en aspectos muy concretos como la técnica vocal o la interpretación.

Voz de Valdemoro

Desde hace aproximadamente un año, la Coral de Valdemoro mantiene una relación muy estrecha con la Coral de Pinto gracias a Emilio, quien está al frente de ambas agrupaciones. Con la localidad vecina han colaborado en proyectos como el Réquiem de Gabriel Fauré, interpretado el año pasado, o el Primer Encuentro Coral entre Pinto y Valdemoro, que se celebró el pasado día 8 de octubre.

En este último evento ambas corales celebraron un encuentro que tuvo lugar en el Teatro Francisco Rabal de Pinto. El evento, que contó con más de setenta voces, abordó un repertorio de música moderna que comprendía los siglos XX y XXI. Durante el acto se pudieron escuchar musicales, canciones pop arregladas o temas de autores reconocidos a nivel nacional e internacional como Serrat y Elton John.

La Coral Villa de Valdemoro también ha colaborado con la CSA de Casarrubuelos, con quienes interpretaron el espectáculo de ópera Viva Verdi. Pero su implicación con otras entidades no termina aquí, ya que han colaborado también con otras corales de diferentes puntos de la Comunidad de Madrid, de España y de Europa.

De un tiempo a esta parte, la directiva ha organizado bolos en el extranjero. Orgullosos de Valdemoro, han actuado en su nombre en Roma, París, Lisboa, Munich, Rumanía y Praga. Destacan el encuentro coral europeo celebrado en Múnich y el viaje a Rumanía. Gracias al padre Dorin Sas, pater de la comunidad ortodoxa de Valdemoro, tuvieron la oportunidad de viajar al país balcánico, donde fueron recibidos con gran hospitalidad y realizaron numerosas actuaciones.

Esta temporada acaba de comenzar y todavía tendremos muchas oportunidades de disfrutar en directo de la riqueza de la Coral Villa de Valdemoro. Ya se están preparando para un concurso de corales que se celebra en el mes de noviembre. En este mismo mes también estarán presentes en la misa del Triduo de la Milagrosa en el Colegio San José.

En diciembre se inicia la temporada de Navidad, para la que todavía están cerrando fechas de conciertos. Desde el puente de la Inmaculada Concepción hasta finales de Navidad se celebrarán conciertos de temática navideña. Uno de los lugares habituales donde los podremos ver es la iglesia de la Asunción de Valdemoro, donde suelen realizar un regalo a Valdemoro con una actuación altruista.

Para finalizar este reportaje nos confiesan un proyecto que aún está en vías de desarrollo pero que esperan poder llegar a materializar. Cada año la Asociación se marca un gran reto que cumplir. Con este propósito han nacido representaciones como la ópera, un musical, el Réquiem de Fauré o una antología de Zarzuela. Su proyecto más ambicioso, aún en progreso, para esta temporada consiste en la representación de un Carmina Burana en el que se vuelvan a dar cita las corales de Pinto y Valdemoro, y al que se unan también la colaboración de músicos y solistas profesionales. El objetivo es crear una masa coral importante que tenga la capacidad de afrontar una obra sinfónico-coral de esta envergadura.

La Revista de Valdemoro quiere mostrar su apoyo a esta tradicional propuesta cultural que, como muchas otras, ha nacido y se mantiene viva gracias a la iniciativa y el esfuerzo de los vecinos de Valdemoro.

 

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres