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Ecoescuela Hélicon: un viaje por mares y océanos

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La naturaleza está cada vez más presente en las aulas. Palabras como reciclaje,  biodiversidad o medio ambiente forman parte de la vida diaria de los estudiantes que, a través de diversas iniciativas didácticas, aprenden sobre la importancia de proteger nuestro planeta.

En este contexto, el Colegio Hélicon es un referente, y así lo ha demostrado con la puesta en marcha del I Congreso de Ecoescuela del centro. Bajo el lema «El mar empieza en ti», este proyecto muestra la importancia de cuidar los océanos y entornos marinos por medio de exposiciones, ponencias y actividades lúdicas en el centro. 

Hacia la educación ambiental

Esta idea nace en el marco del Programa Ecoescuelas de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), del que el colegio forma parte desde 2016. Fue el primer centro educativo de Valdemoro en recibir la característica Bandera Verde del programa y, desde entonces, cada año escolar trabaja para promover una iniciativa ambiental que, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ponga en valor el cuidado del medio en el que vivimos.

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A la hora de diseñar el plan ambiental para el curso 2023-2024, el Colegio Hélicon decidió ir un paso más allá y formular una propuesta que incluyese tanto una vertiente informativa con exposiciones y charlas como una parte más interactiva y creativa. La organización se canalizó a través del llamado Comité Ambiental, coordinado por la profesora Lola Valladolid Carriazo, y compuesto por distintas docentes y madres de alumnos del centro.

Tras varias lluvias de ideas, la temática elegida fue el mar. «Parece que estamos lejos del agua, pero todos nuestros actos influyen en el cuidado de mares y océanos», explica Petra Jiménez, profesora en el centro y miembro del Comité Ambiental. La relevancia de este ecosistema para la biodiversidad de la Tierra y para nuestra vida inspiró también la creación del eslogan de la edición: «El mar empieza en ti». Con el tema sobre la mesa, el siguiente paso fue comenzar a dar forma al proyecto y pensar en todas las estrategias y recursos necesarios para materializarlo.

Exposiciones… ¡y mucho más!

El reflejo de meses de trabajo y planificación puede verse al instante cuando se entra al Colegio Hélicon: su pasillo de entrada se ha convertido en una exposición a base de maquetas de animales acuáticos y arrecifes de coral, cartulinas informativas y fotografías de mares y océanos.

«Queríamos que la exposición tuviera un sentido», señala la también docente y miembro del Comité Ambiental, Marta Batanero. «Al comienzo, tenemos una introducción sobre el gran océano que existió hace millones de años, Panthalassa, así como datos sobre el mar Meditérraneo o hallazgos de la cartógrafa y oceanógrafa Marie Tharp. Después, unas cortinas azules dividen el pasillo y nos adentran a otros aspectos vinculados a las profundidades oceánicas y a su papel en la biología, la historia y la cultura», añade.

Pero no se trata únicamente de una exhibición estática. «Hemos hecho yincanas, scape rooms, un photocall para hacer fotografías e incluso juegos creados por los alumnos. El objetivo es que los estudiantes puedan interactuar y aprender con estos materiales», subraya Petra Jiménez.

Este aprendizaje se ha complementado con la celebración de ponencias y congresos a lo largo del mes de mayo para que los alumnos comprendiesen la importancia del mar desde diversos puntos de vista. Así, por el Colegio Hélicon han pasado promotores de la economía circular como la Fundación Ecoalf, expertos en transición ecológica, o especialistas en buceo y pesca, entre otros. La charla inaugural, coincidente con la apertura del I Congreso Ecoescuela, contó con la presencia del alcalde de Valdemoro, David Conde Rodríguez, y del concejal de Educación y Deporte del municipio, Andrés Leandro Pous de la Flor. 

Una propuesta integradora

Si hay una palabra que defina a la Ecoescuela esa es, sin duda, transversalidad, pues, a su vocación didáctica en torno al medio ambiente, se suma también su capacidad de integrar a toda la comunidad educativa.

De este modo, se ha fomentado la implicación de profesores de los distintos departamentos del centro para impulsar la iniciativa más allá de la esfera científica. Cada asignatura ha buscado la manera de trasladar los mares y océanos a su ámbito de estudio y, como resultado, el proyecto incluye, entre otras aportaciones, relatos en inglés sobre animales marinos, historias sobre la exploración de los mares y reflexiones sobre la conexión que existe entre la música, el arte y el mar.

Además de una combinación entre las distintas disciplinas escolares, la Ecoescuela ha buscado que todos los alumnos del centro, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, se involucrasen en el proyecto. Esto se ha traducido en un esfuerzo común para recopilar información sobre los ecosistemas marinos, exponer presentaciones, dibujar, grabar videos y podcasts, construir maquetas, contribuir al montaje de la exposición y desarrollar sus diferentes actividades. Al mismo tiempo, los alumnos más mayores han interactuado con los más pequeños con juegos y obras de teatro.

«Es un proceso formativo que hemos disfrutado mucho», explica Marta Batanero. La base ha sido una metodología de aprendizaje y servicio en la que los estudiantes han contribuido a reforzar la labor pedagógica mientras realizaban acciones comunitarias.  Verdaderamente se ha transmitido el conocimiento de unos a otros. También han podido explorar las competencias digitales y trabajar en equipo. Además, han tenido la oportunidad de hacer experimentos para aprender sobre temas como los tsunamis o los volcanes oceánicos», concluye.

En este sentido, agrega Laura Díaz, profesora del colegio y miembro del Comité Ambiental, una figura muy importante para la coordinación de todos estos aspectos han sido los ecodelegados. «Son alumnos voluntarios que representan a la Ecoescuela en cada clase. Estos estudiantes se implican en las reuniones del comité con las profesoras y las madres, aportan ideas y promueven actividades». Muchos de ellos ya han asegurado que repetirán esta experiencia el año que viene.

Mirando al futuro

El espíritu de la Ecoescuela Hélicon no permanece solo en las aulas, sino que intenta llegar a toda la comunidad educativa y a las familias. El centro está organizando una Marea Azul, que consiste en una marcha a pie desde el colegio por distintas calles de Valdemoro. Además de promover la Ecoescuela de este año –mares y océanos–, esta propuesta busca concienciar sobre el reciclaje y el residuo cero.

«Es importante sembrar el espíritu crítico y que los alumnos valoren la biodiversidad», explica Marta Batanero. «También es interesante que se planteen qué pequeñas acciones pueden hacer desde sus hogares para cuidar el planeta».

Aunque esta edición de la Ecoescuela Hélicon llegue poco a poco a su fin, desde el centro ya están pensando en el proyecto del año que viene. Todavía no pueden desvelar la temática, pero garantizan que será una travesía emocionante para seguir conociendo el planeta y contribuyendo a construir un futuro más verde.

Texto: Sara Lázaro Lucena

 

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