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Entrevista con Jesús Prieto Valbuena

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El derecho al trabajo es considerado un derecho fundamental, reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Constitución Española, entre otros documentos. Es esencial para una vida digna y para el disfrute de otros derechos humanos. Mi padre fue feliz en su trabajo y yo he sido feliz en mi trabajo. Mi deseo es que mi hijo sea feliz en el suyo, sea cual sea. Mi padre comenzó a trabajar más joven; yo comencé a trabajar antes que mi hijo. En la actualidad, pasamos un tercio de nuestra vida adulta trabajando.

A pesar de que ocupa una parte tan importante de nuestras vidas, no todos concebimos el trabajo de la misma manera. Hay personas trabajólicas (adictas al trabajo) y las hay que hacen todos los esfuerzos posibles para no trabajar. Hay gente que trabaja para vivir y otros viven para trabajar. Muchos encuentran gran parte del sentido de sus vidas en su trabajo; otros lo detestan y lo aborrecen. A la hora de hablar del trabajo en el siglo XXI, aparecen conceptos tan importantes como la distribución de la riqueza, la economía sumergida, el absentismo laboral, la jubilación anticipada o la eliminación de puestos de trabajo debido a la mecanización o a la inteligencia artificial.

Hoy me siento a tomar café con Jesús Prieto Valbuena, inspector de trabajo y seguridad social. Jesús comenzó como subinspector de empleo y en la actualidad es jefe de la Unidad de Seguridad Social de la inspección provincial en Toledo. La inspección de trabajo y seguridad social es un servicio público. Gratuito. Como la educación y la sanidad. Además, Jesús forma parte del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social y prepara a personas que quieren aprobar las oposiciones a la inspección de trabajo. Considera esto último su proyecto personal.

Jesús Prieto es el pequeño de tres hermanos, todo chicos y Jesús tiene tres hijos, todo chicos, también. Se crió en Carabanchel Bajo. Su padre y su madre trabajaban. Su madre, además, se las ingeniaba para trabajar como secretaria de dirección de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) y para sacar la casa adelante con tres hijos. Jesús vino a vivir en Valdemoro poco después de casarse en julio de 2012. Confiesa que se le dan bien los números y que le apasiona la mente humana, el comportamiento humano.

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¿Qué es un inspector de trabajo?

El inspector de trabajo y seguridad social es un funcionario del Estado, un tanto atípico y con múltiples competencias. Obviamente, defiende a la administración y tiene una función recaudatoria, pero, sobre todo, es el garante de los derechos de los trabajadores y de la prevención de los riesgos laborales. Es un trabajo apasionante: garantizar que se cumpla la legalidad. El cuerpo, apoyado por los subinspectores de empleo y los subinspectores de seguridad y salud laboral, se ocupa de una parte del derecho muy viva, que nos afecta a todos. El inspector de trabajo ve la realidad de la gente. Me gusta pensar que nuestro puesto de trabajo no es una oficina, sino el puesto de trabajo de la gente. Sin quitar ningún mérito a los jueces, nuestros procedimientos administrativos son más ágiles que los judiciales y podemos ser más expeditivos a la hora de solucionar ciertos conflictos o algunas irregularidades laborales. Me gusta pensar que nuestro trabajo contribuye, con su granito de arena, a que la sociedad sea un poco mejor.

Además de ser uno de esos garantes de los derechos de los trabajadores perteneces al Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social.

Creo en la sindicación del trabajador. Todo esfuerzo es poco para garantizar nuestros derechos y para pelear por algunas mejoras. Soy vocal del sindicato, cuya presidenta es Ana Ercoreca. En nuestro caso, además de defender los derechos de nuestros afiliados, estamos muy presentes en los medios y en las redes sociales para dar visibilidad a todas nuestras reivindicaciones y para, dentro de nuestras posibilidades, claro, dar a conocer a la sociedad el derecho laboral, de seguridad social y en materia de prevención de riesgos. Así que, cuando algún medio de comunicación se pone en contacto con nosotros para obtener aclaraciones, intentamos echar una mano desde el sindicato. Si no tuviéramos una legislación sobre el derecho de los trabajadores, suscondiciones serían peores. La inspección de trabajo y los sindicatos velan por el cumplimiento de esa legislación.

Además crees en la empresa privada.

Por supuesto. Mi padre era autónomo. Tenía una empresa de administración de fincas y he vivido la empresa privada desde niño. Y mi padre creía en el cumplimiento de la legislación. Es cierto que cumplirla a pies juntillas puede suponer un mayor coste para las empresas, pero al mejorar la condición de vida de la mayoría de los miembros de una sociedad, ese mayor coste redunda en mayores beneficios. El empresario, per se, no es ni bueno ni malo. El trabajador, per se, no es ni bueno ni malo. La legislación nos ayuda a regular y, por tanto, mejorar las relaciones laborales entre unos y otros. Mi padre trabajaba muchas horas. Nos llevaba a la escuela a las nueve de la mañana y, a partir de ahí, apenas lo veíamos entre semana. Todas las reuniones de vecinos son por la tarde. Además, a veces le tocaba trabajar los domingos por la tarde. Tan solo lo teníamos para nosotros los sábados y los domingos por la mañana. Él nos enseñó lo importante que son el esfuerzo y el sacrificio. Conforme íbamos creciendo, nos involucraba a mis hermanos y a mí en la empresa familiar. Aprendimos el valor del trabajo.

¿Por qué apenas se sabe sobre el servicio de inspección de trabajo?

Alrededor del treinta por ciento de nuestro trabajo se centra en atender las denuncias que nos llegan. Cualquiera puede denunciar de forma anónima y gratuita. Sin embargo, la gente apenas acude a nosotros. El servicio de inspección de trabajo no es muy conocido. Yo mismo, cuando acabé la carrera de Derecho, no conocía este servicio.

Entonces, ¿cómo te dio por presentarte a estas oposiciones?

Cuando terminé la carrera, mi padre me sugirió la idea de estudiar unas oposiciones. Me dijo que Zapatero iba a sacar muchas plazas… A mí se me daba bien estudiar y sabía que en casa me apoyaban. Me gustaba el derecho laboral. Al principio, barajé estudiar Gestión de Empleo. Sin embargo, un día, alguien mencionó la oposición a subinspectores de empleo. En cuanto indagué un poco de qué se trataba, supe que ese iba a ser mi trabajo. Supe que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida.

La prevención de riesgos laborales siempre encuentra cierta resistencia. Los propios trabajadores se quejan, a veces, de ciertas medidas.

El 95 % de accidentes laborales suceden por no seguir todos los protocolos establecidos. A aquellos que ponen resistencia en el sector de la construcción, por ejemplo, les digo que prefiero que se quejen a que tengan un accidente. En cuanto vemos que no se cumplen las medidas de prevención, los inspectores hacemos todos los requerimientos necesarios para que los trabajadores las cumplan y la empresa obligue a sus trabajadores a cumplirlas. Una vez se hacen los requerimientos, el inspector tiene la opción de la sanción. Como con los límites de velocidad, algunas personas solo lo entienden si son sancionadas.

Me consta que te interesa mucho el mundo de la Seguridad Social.

Me fascina toda la creatividad que tienen algunas empresas para defraudar a la Seguridad Social: no dar de alta a los trabajadores; darles de alta de lunes a viernes para no pagar los fines de semana; combinar dos empresas de distintos sectores económicos y utilizar los trabajadores de una de las empresas, por los que tal vez se paga menos, para trabajar en la otra empresa… las ideas que se les ocurren son siempre muy ingeniosas. Ahí sale el detective que llevo dentro: me pongo a mirar números, a estudiar la mente humana y, en última instancia, a descubrir cómo están defraudando a la caja común de los españoles. También tengo que decir que obtengo más placer cuando estudio los informes de una empresa y veo que está cumpliendo con la legislación.

Supongo que, como la Administración tiene a gente como tú, algunas empresas contratan a profesionales que conocen vuestra manera de proceder e idea nuevas formas para pagar menos a la Seguridad Social…

Contratan a inspectores de trabajo en excedencia, tal vez… (Reímos los dos). En ese caso, el juego del gato y el ratón está servido.

¿Crees que se puede mantener el actual sistema de pensiones?

Con el trabajo que hay en estos momentos en España y con la colaboración de los inmigrantes, creo que sí que se puede mantener. Me parece muy injusto escuchar los mensajes negativos sobre los trabajadores inmigrantes. Por mi labor en la inspección de trabajo, llevo haciendo visitas al campo desde 2009 y en el sector agrícola rara vez ves a un español trabajando. Son todos inmigrantes. Debemos recibir bien a los inmigrantes y debemos ayudarles a integrarse en nuestra cultura. Ayudarles a que sean uno más de nosotros. No solo debemos hacerlo. Necesitamos hacerlo.

¿Podríamos comparar el servicio de inspección de trabajo con otros servicios similares en otros países?

Creo que el hecho de que nuestro servicio de inspección tenga tantas competencias, el que sea tan generalista, lo convierte en uno de los mejores del mundo. En otros países de nuestro alrededor, los inspectores son específicamente de trabajo, de seguridad social o de prevención de riesgo laboral. Y, aunque parece que son tres compartimentos distintos, las legislaciones de cada una de las tres competencias están estrechamente relacionadas. De hecho, hay países europeos que, de esa especialización en uno de los tres sectores, están volviendo a una inspección más generalista. A nivel europeo, nos llaman mucho para que les asesoremos sobre nuestro funcionamiento. Es muy posible, también, que el rigor de nuestros procesos de oposiciones elija a profesionales muy cualificados, bien formados y personalmente capacitados. Es decir, nuestras oposiciones están cumpliendo con su función y, si tuviera que buscarles un inconveniente, ese sería su carácter un tanto elitista: no todas las familias pueden permitirse mantener a un opositor y pagar una academia durante tres o cuatro años hasta que consiga aprobar esa oposición. Por eso, las becas son tan importantes…

Háblanos de tu experiencia mediática.

Mi experiencia mediática viene de la mano de mi colaboración con el sindicato. Cuando hablo en los medios, no hablo como inspector de trabajo; hablo como vocal del sindicato. Cuando Ana Ercoreca, que es la presidenta del sindicato, no puede atender a todas las llamadas que recibimos, me pide que le eche una mano. Ana tiene una extraordinaria capacidad de trabajo: además de ser la presidenta de nuestro sindicato, preside la FEDECA (Federación Española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado) y es la secretaria general de la Asociación Internacional de la Inspección de Trabajo. Ana Ercoreca es también una pionera en llevar la inspección de trabajo a los medios de comunicación. Conforme Ana ha ido confiando más en mí para atender a los medios cuando ella no puede, he ido descubriendo un mundo muy interesante. Te hace sentir bien el poder ayudar a entender el derecho laboral, de seguridad social y de prevención de riesgos. Tal vez, sea algo personal, pero, a lo largo de mi vida, he entendido bastante rápidamente las cosas; sin embargo, no se me ha dado tan bien el explicarlas, el hacer que otras personas las entendieran. Ahora, he aprendido mucho sobre todo esto al preparar a opositores y al colaborar con los medios de comunicación. Y me gusta aprender a expresarme en los medios, cómo mover las manos, qué muletillas usar y cuáles no, cómo mandar un mensaje y esperar la respuesta… Empecé, por lo tanto, colaborando en el programa de La 2 Aquí hay trabajo. Ana va todas las semanas y yo la sustituyo esporádicamente. Primero me hicieron una prueba para ver si funcionaba delante de la cámara y para ver si no me ponía nervioso. De ahí, me han ido llamando de otros canales (La Sexta, Telemadrid…) y de algunas emisoras de radio. En 2023, estuve explicando el Proyecto de ley de reducción de jornada en el plató de Espejo público; en 2024, en el mismo programa, Susanna Griso me hizo una entrevista en la mesa de debate sobre la compatibilidad de la incapacidad temporal con el trabajo y su posible modificación. Y el otro día, en las noticias de Antena 3 con Matías Prats, vinieron a entrevistarme a casa sobre el absentismo laboral.

Háblanos del absentismo laboral.

El absentismo laboral es un derecho de los trabajadores. No es algo negativo per se. ¿Hay gente que le echa cuento? Posiblemente, sí. Y hay que hacer todo lo posible para que nadie abuse de ese derecho. Sin embargo, no podemos criminalizar a la gente que esté de baja. Tenemos un estado social democrático de derecho para poder tener las bajas laborales que sean necesarias. No podemos generalizar en este tipo de temas.

Una de las funciones que me resultan más difíciles en esta vida es la gestión de personal, tanto en la empresa privada como dentro del funcionariado.

Cuando comencé a trabajar como subinspector y luego como inspector, me fijaba en mis jefes y creía que, desde arriba, las cosas podían hacerse mejor, pensaba que se podría hacer todo mucho más fácil. Ahora, como jefe de unidad, me he dado cuenta de lo difícil que es. Y he aprendido tanto… He aprendido a ver cómo podemos estar bien trabajando todo lo posible. Mi trabajo es decirle a mi compañero que debe cumplir sus obligaciones. Me está pagando el ciudadano para que lo haga. Y es tan difícil saber si estás acertando o no… Puede que, al principio, fuese demasiado duro. Luego, más adelante, pienso que, a veces, he sido demasiado blando. Intento que las personas con las que trabajo estén bien a la vez de lograr que trabajen lo máximo posible. Sigo aprendiendo.

Hoy en día, cuando se habla del trabajo que viene, mucha gente habla de la nueva fase de mecanización en el trabajo y de la inteligencia artificial.

Pienso que las visiones que se tienen al respecto tienden a ser bastante negativas. Incluso catastrofistas. Hasta ahora, sin embargo, no estoy viendo que esté afectando la realidad laboral en lo que a números se refiere, con independencia de que estemos en un momento de bonanza económica y de que se necesitan muchas contrataciones. ¿Deberían las empresas pagar impuestos por las máquinas que tienen, ya que estas quitan puestos de trabajo a seres humanos? A día de hoy, no lo percibo así. No me parece tan alarmante. A mí me gusta mirar los números de la macroeconomía y, de momento, no veo que el uso de la inteligencia artificial esté quitando tantos puestos de trabajo. Es cierto que Alemania lleva varios trimestres en recesión, pero creo que las razones son otras y sus datos de paro son irrisorios… Puede que en un futuro, la IA afecte a algunos sectores laborales, pero aparecerán otros trabajos. Puede que todo esto afecte más a países menos industrializados que España. Además, nuestro país tiene una industria de ocio y hostelería que es inigualable por el entorno, la seguridad, el clima, la cultura y la forma de ser de los españoles. Y esa industria viene enriquecida por el trato personal de los trabajadores del sector turístico. Un personal que sería difícil de sustituir por máquinas puesto que el carácter de esos trabajadores es uno de nuestros aspectos diferenciales ¿Van a cambiar las cosas con la IA? Ya lo están haciendo. ¿Va a afectar en el empleo de algunos sectores laborales? Evidentemente. ¿Debemos poner impuestos a las máquinas? Habría que ver cada caso de forma individualizada. Ya sabemos que si pones impuestos aquí, las empresas van a encontrar otro lugar donde no tengan que pagarlos…

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Nos despedimos. Conocí a Jesús hace unos siete años y ha sido un bonito reencuentro. Su pasión y su energía me han cargado las pilas para toda la semana. Me ha confesado que una de las razones más importantes por las que ha accedido a nuestra entrevista es porque Rocío, su mujer, profesora en Valdemoro, es una seguidora fiel de nuestra revista. Camino de vuelta a casa y, sin darme cuenta, comienzo a cantar esa canción de Luis Aguilé que comenzaba: «Es una lata el trabajar. Todas las mañanas te tienes que levantar…».

Texto: Fernando Martín Pescador

Fotografía: NCuadreS

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