Israel Paz. Valdemoreño. Cantaor flamenco. El 26 de marzo viene al teatro Juan Prado con Flamenkos Entrevelaos. Además de cantar, coproduce este espectáculo con el productor Emilio Ortiz Celada y el guitarrista José Romero.
Echando la vista atrás a tu carrera (dos discos, has cantado en tablaos de toda España, también en Miami), ¿te das con un cante en los dientes?
Estoy contentísimo con mi carrera profesional hasta el momento, porque trabajar en algo que te gusta es un lujo. Imagínate, un día, tras cantar en una peña flamenca, me viene un señor al que no conocía de nada y me dice: «Israel, me estoy muriendo de cáncer, pero, durante dos horas, me has ayudado a olvidarme de todo ese asunto».
Y, ahora, además, te atreves a ser el coproductor del espectáculo de Flamenkos Entrevelaos. Eso supone algo más que llevar la voz cantante.
Eso supone todo. Estar pendiente de ensayos, de vestuario, de puesta en escena, de trabajo de oficina, de repertorio… Hemos invertido un dinero para la cartelería, para el vídeo de promoción y ahora estamos buscando una empresa de promoción. Afortunadamente, todo este trabajo lo comparto con José Romero y con Emilio Ortiz.
El espectáculo de Flamenkos Entrevelaos que estrenasteis en Rivas el año pasado y que ahora traéis a Valdemoro me sorprendió por el gran número de artistas que participan. Cuando hay tanta gente involucrada, ¿hay margen para la improvisación o todo es tablao?
Lo creas o no, en este espectáculo puede haber hasta un setenta por ciento de improvisación en el momento de la interpretación. Sin embargo, la puesta en escena está mucho más medida y preparada, hay poco margen para el cambio; el solo de guitarra de José Romero, por ejemplo, será diferente al que tú viste y habrá números nuevos.
El 26 de marzo cantas en Valdemoro. ¿Hay más duende cuando uno canta en casa?
Los días previos, intentas llamarlo más (al duende). Cantar en Valdemoro me genera más presión porque vivo aquí y, la semana siguiente, me voy a cruzar por la calle con gente que ha estado en el concierto. Quiero gustar a mi gente. Por cierto, me gustaría dar las gracias a la asociación Ramas del Arte, de Valdemoro, por tendernos su mano y poder presentar este espectáculo en Valdemoro.
El que canta su miedo espanta. ¿A qué le tiene miedo Israel Paz?
En lo profesional, después de lo que hemos pasado, después de dos años sin poder cantar en un escenario por la pandemia, yo ya no le tengo miedo a nada. El mundo de la cultura ha sido uno de los sectores más dañados por el coronavirus. A mí me ha tocado aguantar dos años con los ahorros que tenía, criando a una hija recién nacida. Las buenas noticias son que, ahora, después de lo que ha ocurrido, en todos los tablaos dan de alta a los que trabajamos para ellos. En lo personal, una vez que eres padre, el mayor miedo que uno tiene es que a tus hijos les pase algo.
Texto_Fernando Martín Pescador
Fotografía_Ncuadres
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