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Escuela de Baloncesto de Valdemoro, pasado y presente del baloncesto de nuestra localidad

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Situada en el Pabellón Jesús España cuenta con alumnos y alumnas entre los 4 y los 21 años. 

El baloncesto, junto con el fútbol, es uno de los deportes más populares en nuestro país, lo que le hace también ser uno de los diez más practicados en España, según un informe de la Fundación Marcet avalado por las cifras que ofrece el Consejo Superior de Deportes (CSD) en 2012. Sin duda alguna en esta situación mucho tienen que ver los éxitos que cosecha la máxima expresión de este deporte a nivel nacional gracias a la selección española de baloncesto, recientemente campeona de Europa, campeona del mundo en el año 2006 y medalla de plata en los juegos olímpicos en tres ocasiones.

La repercusión mediática de nuestra selección de baloncesto ha inundado los medios de comunicación, pero lo cierto es que este deporte no ha sido históricamente popular; y es que no fue hasta el año 1984, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, cuando se popularizó su práctica en España gracias a la plata conseguida por la selección española de Corbalán, Epi, Romay o Fernando Martín entre otros. Valdemoro no fue una excepción dentro de España y hasta esa fecha el desarrollo del baloncesto estaba limitado a un pequeño grupo de aficionados que en todo el municipio solo disponía de dos canchas, una en la Escuela Profesional y otra en un colegio religioso regentado por monjas y utilizada casi exclusivamente por niñas.

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Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 despertaron un interés por este deporte mucho más fuerte, ya que un grupo de españoles había conseguido medirse a Estados Unidos en una final obteniendo la medalla de plata. Según nos cuenta Carlos Barajas, valdemoreño y futuro alma mater de lo que sería el club Villa de Valdemoro, los juegos olímpicos fueron «el gran motor del baloncesto aquí y en toda España. Ahora estamos muy contagiados y empapados de Gasol y compañía, pero no tiene comparación. Antes no había ninguna base detrás, la gente ni siquiera veía el baloncesto por la televisión». Gracias a la plata olímpica de la selección dirigida por Antonio Díaz-Miguel, «se produjo una eclosión, una fiebre, sobre todo en los niños. El baloncesto enganchó a la gente y se puso a la altura del fútbol. Siempre teniendo presentes a los viejos rockeros —Juanvi, Angel Nicolás, Angel Martín, los Yupos, Ferreiro, Mejía, Lablanca, Gerardo, Fisi, Esteban, Mariano, Paco Martín (ACB), Antonio González… y así un interminable etcétera de los setenta—, se puede decir que el baloncesto con equipos organizados y entrenadores titulados surgió en Valdemoro en 1984».

Por aquella época el club Villa de Valdemoro, que había comenzado como un grupo de aficionados la década anterior, ya iniciaba su avance en la competición a base de victorias. En la segunda mitad de los años ochenta la multinacional Johnson construye el antiguo pabellón Paseo del Prado con motivo de su asentamiento en nuestra localidad —en la actualidad se denomina Pabellón Juan Antonio Samaranch—. Recuerda Carlos que «se trataba de un pabellón sencillo, funcional, como los de los colegios, pero que fue nuestro primer pabellón cubierto». En un pabellón modesto ubicado en una localidad pequeña que poca gente conocía comenzó a gestarse el germen de lo que más tarde llegaría a ser uno de los mejores equipos de baloncesto de la Comunidad de Madrid.

El Villa de Valdemoro en la categoría senior era la cabeza más visible del club debido a sus éxitos. En la temporada 1992-1993 llegó el primer hito deportivo de la historia del club con el ascenso a Segunda Nacional, colocándose entre equipos importantes de la Comunidad de Madrid. En la temporada siguiente Carlos Barajas, que dirigía el senior femenino, sustituye a Ángel Martín y se convierte en el entrenador del primer equipo masculino, un conjunto formado en gran parte por valdemoreños que empezaban a poner su localidad en el mapa. El sueño de jugar en Segunda Nacional duró dos temporadas, hasta la 1994-1995, cuando por culpa de la crisis de los años noventa se vieron obligados a cerrar el equipo. Su dependencia de las instituciones hizo que, a pesar de la baja inversión que se realizaba, se les notificara al final de la temporada la imposibilidad de continuar en esa categoría.

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El cierre supuso la marcha de los jugadores y el descenso a la categoría más baja. A pesar de ello, la directiva decidió mantener el equipo senior y en 1995 comienza la segunda etapa del Villa de Valdemoro. Como ya ocurriera la primera vez, las victorias y ascensos se sucedieron sirviendo de reclamo para que las antiguas estrellas volvieran al equipo. Durante una década, protagonizó una escalada sin precedentes desde lo más bajo y sin ningún impulso que no fuera otro que ascender victoria tras victoria. En 2005 se produce el segundo gran hito del Villa de Valdemoro: el ascenso a la Liga EBA donde juega tres temporadas. El Villa de Valdemoro no se quedó aquí, y en 2008 ascendió a LEB Bronce, convirtiéndose en el cuarto equipo de Madrid, solo detrás de los equipos ACB: Real Madrid, Estudiantes y Fuenlabrada. Desafortunadamente, la historia volvió a repetirse y, tras una magnífica temporada en esta categoría, en la temporada 2009-2010 el equipo senior volvió a desaparecer debido a la situación de crisis económica mundial.

Pero ese equipo senior dejó una herencia extraordinaria que quedó reflejada en lo que hoy es la Escuela de Baloncesto del club Villa de Valdemoro. Fundada en el año 2005, la Escuela de Baloncesto de Valdemoro no ha parado de crecer en estos diez años de historia. Uno de los principales motivos por lo que se decidió su creación fue por la demanda social que existía en nuestro municipio. Gracias a los éxitos del Villa de Valdemoro comenzó a gestarse una importante comunidad de aficionados que quería practicar el baloncesto como sus ídolos locales.

La demanda que existía era importante pero en ninguno caso se acercaba a las dimensiones, en cuanto a alumnos se refiere, de las que goza en la actualidad. Sus comienzos se asentaron en el Pabellón Río Manzanares. Dos años más tarde, en el año 2007, gracias a la inauguración del Pabellón Jesús España se produce un traslado del club y por tanto de su Escuela a esta nueva ubicación. Las nuevas instalaciones permitieron disponer de tres canchas y aumentar tanto el número de alumnos como el horario. La Escuela posee en la actualidad unas instalaciones de gran calidad para el desarrollo de este deporte, entre las que se incluye suelo de parqué. Desde entonces el número de alumnos no ha parado de aumentar año tras año y en la actualidad han tenido que crear hasta una lista de espera para poder atender a la solicitud de las familias valdemoreñas.

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La Escuela de Baloncesto de Valdemoro se asienta sobre unos pilares muy bien delimitados que a su vez conforman la filosofía de la que se nutren. Continuando con el legado del primer equipo del Villa de Valdemoro, desde la Escuela se intentan transmitir esos valores que hicieron crecer y ascender a un equipo de pueblo a base de esfuerzo y trabajo. De esta manera, su plan de trabajo se encuentra totalmente enfocado en el ámbito de la formación y el aprendizaje tanto técnico como humano de la práctica de un deporte. El objetivo final es ofrecer una formación integral a través del juego para que el alumno pueda conocer el baloncesto en sus diferentes niveles, siempre desde la diversión.

Para asegurar que la filosofía de la Escuela se mantiene como esencia de su trabajo, la dirección tomó la decisión de que todos los monitores encargados de llevar a los grupos tuvieran una vinculación con el club, siendo jugadores o exjugadores de la misma. Esta no es la única condición, ya que es necesario que los monitores tengan la formación correspondiente de monitor o entrenador de la Federación.  En total, cuentan con  aproximadamente veinte monitores que se encargan de llevar a los quince equipos que hay dentro de la Escuela, diferenciados por categorías y a su vez por federados o no federados. El motivo principal de esta decisión es el interés de la dirección por contar con monitores y entrenadores que sean conocidos por la institución y que, además, posean un carácter humano que prime por encima de los aspectos técnicos.

La formación se encuentra estructurada en dos grandes niveles, equipos federados y no federados. En el primer grupo entran todos los alumnos que a través de la Federación se inscriben en un equipo con el que juega en una competición determinada. Esta opción está enfocada a aquellos jugadores más familiarizados con el baloncesto y que buscan un nivel de competición mayor, ya que las normas son más estrictas y existe distinción por géneros.

En segundo lugar encontramos los alumnos no federados que juegan en la Categoría Deporte Infantil de la Comunidad de Madrid. En esta competición las normas son más flexibles, no existe distinción por género e impera la formación por encima de la competición. Para esta temporada que comienza el club de baloncesto contará con ocho equipos en la Federación Madrileña de Baloncesto y siete en la Competición de Deporte Infantil.

Debemos señalar la incorporación de cada vez más niñas, lo que hace que este año se hayan podido crear tres equipos exclusivamente femeninos . Hasta el momento, el bajo número de alumnas y la diferencia de edades entre ellas no permitía la formación de un equipo femenino, afortunadamente hay buenas noticias para las chicas de Valdemoro.

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El horario de entrenamiento para los jugadores federados es de cuatro horas semanales más el partido que se disputa en fin de semana. La matrícula es de 30 euros para cubrir los trámites de federación y una cuota mensual de 30 euros. En el caso de los jugadores no federados el horario es de dos horas semanales de entrenamiento más el partido que se dispute. La matrícula para alumnos de la Competición de Deporte Infantil es de 20 euros y la cuota mensual de 22 euros.

El carácter lúdico y formativo que distingue a la Escuela no ha estado reñido con la obtención de victorias y avances relevantes; así, en la anterior temporada el equipo infantil masculino consiguió el ascenso a la máxima categoría del baloncesto madrileño, colocándose entre los mejores equipos de nuestra comunidad junto al Real Madrid, Estudiantes o Torrejón. Sin duda alguna, aunque aquel equipo senior del Villa de Valdemoro ya no forme parte del deporte valdemoreño su espíritu se mantiene vivo.

La Escuela de Baloncesto de Valdemoro se conforma como una institución con un marcado carácter social que pretende inculcar los valores del baloncesto a los más pequeños de nuestra localidad a través de la formación, el entretenimiento y la presencia de los valores deportivos. Con una gran historia como la del club Villa de Valdemoro, la Escuela ha sabido constituirse bajo la filosofía del trabajo y la formación. Desde La revista de Valdemoro queremos hacer especial hincapié en las iniciativas que fomenta el deporte base , y la Escuela de Baloncesto de Valdemoro es una institución que mantiene vivo lo que fue el espíritu de este deporte en nuestra localidad.

 

Texto: Sergio García Otero

Fotografía: David Gutierrez, Ncuadres

 

 

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