En esta nueva edición de La Revista de Valdemoro continuamos dentro de la Escuela de Música y Danza de Valdemoro, esta vez para conocer de cerca su parte más melódica, la rama de música. Tocar un instrumento o cantar son actividades educativas que tienen una gran aceptación tanto para los jóvenes como para los padres y madres. En nuestro municipio, contamos con una de las escuelas musicales más grandes de la zona que, además, es referente en aspectos como la oferta educativa y el modelo de gestión.
Fue la música el detonante para que en el año 2001 se creara lo que hoy conocemos como la Escuela Municipal de Música y Danza. Y es que en sus comienzos, cuando las clases se impartían en el C.E.I.P Vicente Aleixandre, tan sólo existían clases de tres instrumentos (violín, piano y guitarra) que eran impartidas por una única profesora. Aunque durante los dos años de estancia en estas instalaciones la demanda de actividades fue aumentado, no fue hasta el año 2003, con la apertura del Centro de Actividades Educativas (CAE) y la disposición de aulas mejor equipadas, cuando la Escuela comenzó a experimentar un aumento en el número de alumnos.
La llegada al edificio CAE no sólo trajo consigo una mejora de las instalaciones y un aumento en el número de alumnos; tres años más tarde, en el 2006, un grupo de profesores, con la música como vocación y profesión, decide aunar fuerzas para crear una asociación con la finalidad de poder llegar a gestionar la Escuela Municipal. Tras reunir a un grupo docente compuesto por profesionales de la música y la danza, presentaron su proyecto educativo y de gestión al concurso público.
Desde ese mismo año, la Asociación Música y Danza Viva es la encargada de gestionar todos los recursos de los que se dota a la Escuela cada año. Este modelo de gestión de una institución pública es innovador y reporta a los ciudadanos un mayor número de beneficios respecto a otros modelos tradicionales. Por su carácter de asociación, todos los recursos económicos que el consistorio otorga cada año son invertidos en su totalidad en la actividad de la Escuela, es decir, todo el dinero está destinado a costear los gastos que su gestión supone, sin proporcionar beneficios económicos para la Asociación.
Todos los integrantes de la asociación forman parte del órgano gestor de la Escuela y, por lo tanto, son participes en la toma de decisiones de la misma. Además, en lo que al plan de estudios se refiere, la Escuela de Música y Danza cuenta con un equipo de veinticuatro profesionales comprometidos, tanto con la enseñanza como con la música y la danza en general. Esto supone una apuesta muy fuerte por crear iniciativas y propuestas culturales innovadoras que promuevan el ejercicio de las artes escénicas tanto en las aulas como en los escenarios.
Formación adaptada al alumno
La Escuela cuenta con doce aulas que a lo largo de la semana se aproximan al 100% de la ocupación. En ellas, como reflejamos en el pasado reportaje, se imparten seis años de formación artística que se articulan de manera diferente, atendiendo a la edad y el nivel de conocimientos de los alumnos. El rango de edades es muy amplio, desde los tres años y sin límite de edad para los más mayores. Para los más pequeños, se ofrece una formación de aproximación a la música y al movimiento y, a partir de los seis años, se comienza a desarrollar la iniciación musical, donde los pequeños aprenden los conceptos más básicos de la música y, además, comienza a familiarizarse con los instrumentos que en un futuro tocarán.
A través de rondas de rotación musical, los alumnos tienen la posibilidad de tocar todos los instrumentos que se ofertan en la Escuela para que, posteriormente, establezcan por orden de preferencia aquellos en los que querrán especializarse. Al comienzo del siguiente curso se realiza un sorteo de las plazas libres de cada instrumento entre todos los alumnos donde se asigna el instrumento que van a tocar durante los próximos años.
La formación musical de los años siguientes se va adaptando a las necesidades y proyecciones del alumno, y varía entre aquellos que quieren aprender a tocar un instrumento y los que quieren realizar una formación que les permita acceder al conservatorio. Una vez escogida la especialidad musical, desde los ocho a los quince años la formación está compuesta por clases de 20 minutos en las que el alumno toca de forma individual su instrumento. Además, se imparte una hora de clase grupal, ordenada por secciones, en la que se enseña el lenguaje musical más práctico para que los alumnos puedan leer partituras. Aquellos alumnos que quieren entrar al conservatorio tiene una ampliación a 40 minutos de práctica de instrumento y una formación más estricta, orientada a superar la prueba de acceso.
Sumado a los instrumentos se encuentran las clases de coro y canto, que cuenta con cuatro grupos: benjamín (7-9 años), infantil (10-12 años), juvenil (13-15 años) y adultos (más de 15 años). La formación en canto está enfocada principalmente a los adultos, ya que hasta entonces el aparato vocal no está completamente formado. Las clases de los más pequeños se centran en aprender conceptos como el ritmo, la psicomotricidad, la percepción auditiva o la pertenencia a un grupo.
Por su parte, los alumnos de más de quince años son considerados adultos dentro de la Escuela, esto supone una línea de estudio libre en la que se elige qué instrumento tocar y si se quiere cursar la asignatura de lenguaje musical para adultos. A pesar de que existe esta libertad de elección, la enseñanza es de carácter formativo, ya que es necesario un nivel básico de conocimientos musicales para poder tocar un instrumento. Existe una importante comunidad de adultos, por lo que la Escuela supone una nueva oportunidad para aquellas personas que siempre quisieron tocar un instrumento o, el espacio perfecto para retomar el instrumento olvidado.
Detrás del plan de estudios se encuentra un equipo de profesorado que posee una carrera como músicos profesionales. La Escuela apuesta por una continua formación de sus docentes y desarrolla cursos de formación obligatorios enfocados a cubrir las necesidades que se puedan presentar cada año académico. Sumado a la iniciativa propia, la Escuela forma parte de la Asociación de Escuelas Municipales de Música y Danza (ADEMUM), a través de la cual el profesorado tiene acceso a dos cursos formativos al año.
El vínculo que tienen los profesores con la música supone un factor diferencial en la formación de los jóvenes. Esta condición genera una gran implicación del profesorado en las diferentes actividades que la Escuela realiza dentro y fuera de sus aulas, además de suponer un referente para los alumnos. Su presencia en actividades culturales del municipio o eventos de las asociaciones locales es muy habitual.
Vínculo musical con el municipio
Y es que la formación musical, al igual que la dancística, no puede quedarse sólo en las aulas; al tratarse de artes escénicas es de obligada necesidad subirse a un escenario. Dentro del plan de estudios se incluyen diferentes actividades fuera del aula que garantizan que este propósito se cumpla. Además, de manera complementaria, la Escuela colabora con diferentes instituciones para acercar la música a todos los ámbitos posibles.
Detrás de cada actuación se encuentran muchas horas de trabajo, tanto de alumnos como de profesores. Es muy importante que los músicos actúen en un entorno familiar para ellos y sobretodo que las partituras sean familiares. Desde el equipo docente de la Escuela se ofrecen todo tipo de facilidades como es la asistencia libre a cualquier clase que trabaje en la partitura a representar. Las representaciones son un reto para los músicos, pero también suponen una oportunidad para manejar contextos de la vida real como son el estrés, los errores y la vergüenza.
A lo largo del año la Escuela realiza una serie de actuaciones programadas. Los profesores colaboran en su faceta de músicos con distintos actos del Ayuntamiento y de la ciudad como la Feria Barroca, conciertos benéficos, festival de otoño de danza o diferentes participaciones en actos de asociaciones. En el mes de noviembre, organizan un concierto para sus alumnos con motivo de Santa Cecilia (patrona de los músicos). Este evento, se viene realizando desde el año 2006 y su popularidad ha hecho que en la actualidad se tengan que celebrar dos pases.
En el mes de diciembre se celebran festivales y audiciones en el salón de actos del Centro de Actividades Educativas, con un carácter pedagógico. Las audiciones se vuelven a repetir a nivel interno en el mes de marzo y para el mes de abril se realizan de dos a tres encuentros en distintos pueblos de la Comunidad de Madrid a través de la asociación ADEMUM. Este año los alumnos han actuado en Meco y Paracuellos del Jarama donde pudieron disfrutar de un conjunto de actuaciones, con aproximadamente 300 niños, en el que las escuelas de la comunidad se reúnen para tocar una misma pieza. Además, se realizan salidas fuera de la comunidad, a ciudades como Granada y San Sebastián, donde han participado en el 1º Encuentro de Escuelas de Música de España.
El pasado mes de mayo tuvo lugar una nueva edición de la propuesta “Con la música a otra parte” en la que alumnos y profesores escogen diferentes puntos de la localidad para ofrecer música en directo en la calle. El evento goza de una gran aceptación por parte de padres y vecinos, y para los alumnos supone un cambio radical ya que rompe con el contexto habitual de actuaciones sobre un escenario cerrado. Este mes de junio viene cargado de eventos, se realizan las audiciones del tercer trimestre; el festival de música y movimiento de los pequeños de la Escuela; el festival de música, que este año gira entorno a la “Historia de la Música”; y la maratón de piano, en la que de manera ininterrumpida todos los alumnos de este instrumento tocan durante aproximadamente seis horas.
El éxito de la formación que imparte la Escuela reside en la articulación directa que existe con la evolución de la edad. Se fomenta una relación muy estrecha del alumno tanto con el instrumento como con los compañeros, a través de diferentes actividades grupales. Esto además refuerza la conducta del alumno, pues aumenta la sensación de pertenencia a un colectivo y asienta unas bases muy sólidas que hacen que en la mayoría de los casos los alumnos continúen después de su formación en agrupaciones cada vez mayores. La Escuela ha creado para ellos diferentes agrupaciones como la chiqui-banda, grupos de música de cámara, los coros o la orquesta en los que pueden ubicarse para continuar tocando.
Las diferentes actividades que realizan fuera de las aulas no sólo ejercitan las competencias de sus alumnos en cuanto a la representación escénica sino que suponen también una gran relación con la vida del pueblo por su implicación en las diferentes actividades y eventos en los que participan.
En definitiva, la Escuela de Música y Danza fomenta en los alumnos la pasión por las artes escénicas, la sensación de pertenencia a un colectivo y una vida activa con el municipio. Su apuesta por la innovación en los métodos de enseñanza la convierte es una institución referente tanto por su amplio número de alumnos y oferta musical, existen clases de la mayoría de instrumentos, como por su modelo de gestión.
Para más información no dudes en visitarlos en sus instalaciones del Centro de Actividades Educativas situado en Calle Cuba c/v – Avda. de Hispanoamérica o ponerte en contacto a través del número de teléfono 91 801 82 34 y la dirección de correo escuela.musica@ayto-valdemoro.org .
Texto_Sergio García Otero
Fotografía_Jose María Blanco, Ncuadres