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Exposición de los yacimientos paleontológicos del Cerro de los Batallones

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La colonia de los tigres dientes de sable

El Museo Arqueológico Regional (MAR) ha inaugurado la primera exposición monográfica sobre los yacimientos del Cerro de los Batallones. Coincidiendo con el 25.º aniversario del descubrimiento de esta joya de la paleontología, la muestra pretende concienciar del valor patrimonial y cultural de estos yacimientos únicos en el mundo.

El conjunto de fósiles, reconstrucciones de animales y paisajes, vídeos, maquetas, etc., nos trasladan al Madrid de hace 9 millones de años. En total se exponen más de 160 piezas, muchas de ellas integradas en ocho montajes anatómicos. También forman parte de la colección expuesta el caparazón completo de una tortuga gigante, dos cráneos completos de tigres diente de sable o un cráneo y una mandíbula de mastodonte. 

Viaje al pasado

La muestra se estructura en cinco grandes áreas: introducción, contexto geológico, origen y formación, la fauna del cerro y más allá de los fósiles.

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La «introducción» consta de una presentación del significado del Cerro de los Batallones, la historia de los yacimientos, su edad y la historia de su descubrimiento a través de las diferentes campañas de excavación. Por último, se explican sus resultados científicos a través de las publicaciones.

En el «contexto geológico» se hace referencia al medio que ha hecho posible la formación de los yacimientos, deteniéndose en la geología de la cuenca de Madrid y la crisis vallesiense, fenómeno producido durante el Vallesiense superior, hace entre 10 y 9 millones de años, en el que se produjeron de forma escalonada importantes cambios faunísticos

«El origen y formación de Batallones» recorre aspectos como su estructura geológica, la excepcionalidad de los yacimientos de carnívoros y la tafonomía como herramienta de investigación.

«La fauna del cerro» hace un repaso de las diferentes especies que han sido halladas en los yacimientos: desde grandes predadores como los tigres dientes de sable a enormes mastodontes, rinocerontes, jiráfidos —entre los que destaca una nueva especie identificada, el decenaterium— hasta la microfauna, los reptiles o las aves. En esta sección se pueden contemplar los montajes anatómicos de algunos de estos animales, así como una nutrida colección de fósiles.

Por último la exposición se cierra con la sección «más allá de los fósiles», donde se analiza la comunidad de Batallones en su conjunto, las asociaciones de carnívoros, la evolución de las distintas especies, las nuevas tecnologías en el estudio de los fósiles con especial atención a la paleontología isotópica, los cambios ambientales de la cuenca de Madrid  y una reflexión sobre el futuro de Batallones.

Toda la muestra se apoya en las ilustraciones de gran formato de Mauricio Antón, donde se reconstruye la fauna y su entorno, cuya calidad y rigor aportan no solo contenido, sino un valor estético fuera de toda duda. Además, vídeos donde podemos ver a los animales en movimiento hacen fácil entender y reconstruir este apasionante periodo paleontológico. Otros materiales de apoyo, como maquetas y réplicas, como la del esqueleto completo de un tigre dientes de sable, completan la visita.

Batallones, joya del patrimonio nacional

En la localidad de Torrejón de Velasco, una explotación minera dejó al descubierto una enorme cantidad de fósiles de animales antiguos. Tras numerosas campañas de excavación dirigidas por el paleontólogo Jorge Morales, se han recuperado innumerables especies —representadas en la exposición con montajes anatómicos, una nutrida selección de fósiles y numeroso material de apoyo entre el que destacan las ilustraciones de Mauricio Antón— además de una incuantificable información sobre nuestro pasado, no solo en lo que se refiere a la paleontología, sino también otras ramas del conocimiento como la geología o la tafonomía. Fue un fenómeno geológico el que permitió la acumulación y conservación de este tesoro científico: la formación de cavidades naturales donde los animales quedaron atrapados hace 9 millones de años.

En los veinticinco años transcurridos desde su descubrimiento, los yacimientos del Cerro de los Batallones se han convertido en una referencia mundial, no solo para el estudio de la evolución de los carnívoros, sino también de la tafonomía de las trampas naturales, de la paleoecología y de los cambios faunísticos durante el Mioceno. Numerosos artículos científicos, tesis doctorales y monografías han sentado las bases de la justa fama de estos yacimientos en círculos académicos, mientras que la realización de publicaciones divulgativas, exposiciones y reportajes ha contribuido a dar a conocer los valores de estos yacimientos al público general.

Pero el potencial aún sin explotar de Batallones es enorme. Sus yacimientos paleontológicos son ante todo singulares, no hay otro conjunto similar en ninguna otra parte del mundo. Lo que hace único a Batallones es una conjunción de características (geológicas y paleontológicas) que no se dan asociadas en otros yacimientos paleontológicos. La pretensión de esta exposición es mostrar el porqué de esta singularidad y cuáles son los factores que dan importancia mundial a Batallones.

En general, las reconstrucciones de la vida en el pasado están limitadas por multitud de factores. Así, en la mayoría de los yacimientos cenozoicos son más frecuentes los fósiles de mamíferos herbívoros que los de carnívoros. Las aves rapaces suelen ser muy raras en estos yacimientos, en parte porque sus esqueletos son muy frágiles. En la mayoría de los yacimientos sedimentarios los restos fósiles están muy fragmentados, y raras veces se encuentran asociaciones o articulaciones esqueléticas muy completas.

Sin embargo, en los yacimientos de Batallones estas limitaciones no existen. En algunos yacimientos los carnívoros fósiles son extraordinariamente abundantes, y en general los restos esqueléticos están bien conservados y son frecuentes las asociaciones y articulaciones esqueléticas.

La historia paleontológica del Cerro de los Batallones comienza a gestarse hace aproximadamente 9 millones de años, durante el Mioceno superior. En esta época el paisaje de Madrid, que aunque a grandes rasgos podría reconocerse, presentaba diferencias muy notables con el que vemos en la actualidad. Nos habría llamado mucho la atención la falta de ríos permanentes y, sobre todo, la existencia de un enorme lago cubriendo grandes porciones de la provincia de Madrid.

Las zonas emergidas que bordeaban el lago eran pródigas en vertebrados de todo tipo, muy lejos de la monotonía actual. El Cerro de los Batallones es un testigo de este paisaje del Mioceno y su estudio nos ha permitido conocer cómo se generaron los yacimientos. Estos se formaron hace algo más de 9 millones de años a partir de cavidades (pseudokarst) desarrolladas en la superficie del Cerro de los Batallones. Estas cavidades se desarrollaron en materiales rocosos resistentes, tanto como para funcionar como trampas y receptoras de animales vivos y muertos durante un cierto tiempo. En estas trampas, una muestra muy representativa de la vida del entorno de Batallones quedó fosilizada al rellenarse las cavidades con sedimentos procedentes de las inundaciones.

Zona de interés general

Aún queda mucho trabajo por hacer en la descripción de las especies encontradas en los yacimientos. Además, la interpretación de los datos está sujeta a un refinamiento continuo a medida que se desarrollan y aplican nuevos métodos de análisis.

A pesar de los esfuerzos divulgativos realizados, el público general, y en particular los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, aún son poco conscientes de la existencia y el valor patrimonial de estos yacimientos únicos en el mundo.

Saber que hace millones de años Madrid era un paraíso natural que nada tenía que envidiar a un Serengueti y que por un proceso geológico milagroso se han preservado vestigios que nos permiten conocer en detalle aquel pasado espectacular es algo que no solo causa asombro y orgullo a cualquier madrileño, sino que también aumenta la curiosidad científica y fomenta la sensibilidad y responsabilidad hacia el medio ambiente.

Batallones es un recurso educativo de primer orden, una joya del patrimonio y, por supuesto, una fuente de conocimientos científicos que está contribuyendo a poner la investigación española en el nivel más alto de la ciencia internacional. Darlo a conocer no es solo un deber hacia la ciudadanía, sino que debe generar un proceso de retroalimentación donde las propias autoridades de la investigación cobren renovada conciencia de la importancia del trabajo de los científicos españoles.

El objetivo de esta exposición es marcar un hito en la divulgación de los yacimientos, de los datos que nos aportan sobre la evolución de las faunas de Madrid y de la labor detectivesca de los especialistas que los estudian.

Puedes visitar la exposición «La colonia de los tigres dientes de sable» en el Museo Arqueológico Regional (plaza de Las Bernardas s/n, Alcalá de Henares). La entrada es gratuita y hay visitas guiadas los sábados y domingos, previa reserva en el teléfono 918 796 666. Más información en www.museoarqueologicoregional.org.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_José Manuel López