¿Cómo actuar si las verdades irrefutables se convierten en hipótesis imposibles?
Una noche desapacible.
Un hotel de lujo.
Un asesinato a sangre fría.
Y una miríada de pruebas que señalan en una misma dirección.
Este es el caso que le han asignado en su estreno como inspector. No parece complicado. Solo debe seguir las pistas desperdigadas por la escena del crimen y atrapar al responsable. Su compañera está de acuerdo. Es tan sencillo como aplicar el principio de la Navaja de Ockham: “La explicación más simple suele ser la más probable”.
Me sobran motivos. Con este título presenta Javier Vallejo su cuarta novela, un thriller de ritmo vertiginoso y trama absorbente que conducirá al lector por caminos retorcidos y oscuros en busca de respuestas que, quizás, no quiera obtener.
La trama gira en torno al asesinato de Andrea Villarreal a las puertas de un exclusivo hotel de las afueras, donde se ha citado con su marido. Mientras espera bajo la lluvia, la muerte se presenta a lomos de una llamativa motocicleta y empuñando un arma de fuego. El motociclista no tiene piedad. Ella carece de oportunidad alguna de escapar.
La historia está narrada en dos tiempos. El presente permitirá al lector ir desenredando el caso, a medida que los inspectores Marín y Soto van profundizando en los hechos y la investigación avanza. Mientras, el pasado irá proporcionando pequeñas dosis de información de los distintos personajes implicados: sus pensamientos más oscuros, las heridas que esconden, los rencores que guardan…
Querido lector, si acepta el reto y se pone al mando de la investigación, le recomiendo que abra su mente y que nunca nunca dé nada por sentado. ¡Feliz lectura!
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