Cuando, hace cuatro años, investigamos sobre personas cuyo apellido era Valdemoro, descubrimos que en Filipinas había una buena colonia de Valdemoros. A través de Google, supimos que existía Ami Valdemoro, bloguera filántropa y periodista, y Wilma M. Valdemoro Cua, abogada de un prestigioso bufete en Manila. Ami leyó la edición digital de nuestra revista y su padre, Hubert Valdemoro, se puso en contacto con nosotros. Querían saludarnos, agradecer que los habíamos mencionado en uno de nuestros números e informarnos de que, en cuanto pudieran, vendrían a visitarnos.
El pasado 16 de junio sus planes se hicieron realidad: Wilma M. Valdemoro Cua vino a nuestra villa en compañía de su marido, Epifanio «Pip» Encina Cua, Sergio Treviño y el obispo de la diócesis de San Carlos (Filipinas), Gerardo A. Alminaza. Los cuatro son miembros de la Confederación Internacional de Movimientos de Familias Cristianas (ICCFM) y el objetivo de su viaje era visitar algunas de las sedes europeas de esta confederación para terminar en un encuentro mundial de familias cristianas en Roma del 22 al 26 de junio. Además de practicar la abogacía, Pip Encina Cua y Wilma Valdemoro Cua son los presidentes de esta organización internacional.
La revista de Valdemoro recibió a la comitiva y, juntos, pudimos visitar algunos de los lugares emblemáticos de la villa. Sin lugar a dudas, fue un momento muy emotivo para Wilma Valdemoro.
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