
Campeona de España sub-18 de salto de longitud
De un tiempo a esta parte en las páginas de La Revista de Valdemoro nos hicimos eco de los logros de una joven valdemoreña en el panorama del atletismo autonómico y nacional. En varias ocasiones han podido leer el nombre de Carla García Ramírez en nuestra publicación, siempre unido a un nuevo éxito del atletismo local. Criada en el barrio El Restón 2, Carla fue alumna del CEIP Maestro Román Baillo y actualmente estudia bachillerato en el Instituto Matías Bravo, en la rama de ciencias. Su hermano mayor fue su primer referente en el deporte; Carla ha demostrado desde temprana edad una curiosidad insaciable y una capacidad innata para aprender observando e imitando.
Desde muy pequeña, Carla ha estado vinculada al mundo del deporte. Sus primeras experiencias en las pistas deportivas comenzaron al acompañar a su madre mientras su hermano entrenaba. A pesar de probar inicialmente con el baile, encontró su verdadera pasión en el tenis y posteriormente en el atletismo. Su primera medalla llegó con apenas doce años en una prueba de relevos con sus compañeras del Club Amigos del Atletismo de Valdemoro. En el campeonato de Madrid Sub-14, Carla participó en las pruebas de longitud y triple salto, logrando subir varias veces al podio. Estas primeras experiencias le hicieron darse cuenta de que, con trabajo y dedicación, podía alcanzar los primeros puestos en competiciones autonómicas e incluso nacionales.
En la categoría sub-16, Carla consiguió dominar la competición autonómica y nacional. En la edición celebrada en Lleida en 2021, logró su primera medalla de bronce nacional en salto de longitud. Al año siguiente, con el Club de Atletismo Alcorcón, fue subcampeona de España en Sabadell en pruebas combinadas en pista cubierta. En Avilés fue subcampeona de España en aire libre en 300 vallas y en salto de longitud. Estos logros consolidaron su confianza en el ámbito nacional y, en su primer año de sub-18, consiguió ser subcampeona de España de longitud en pista cubierta en Salamanca y obtuvo la tercera posición en 100 metros vallas en pista al aire libre en Gijón. El mayor hito de su carrera hasta el momento se produjo el pasado mes de febrero en el Campeonato de España Sub-18 celebrado en Sabadell, donde Carla subió a lo más alto del podio en la prueba de longitud.
Tu primer deporte fue el tenis.
El tenis me gustaba, pero tenía un gran inconveniente, el clima. Entrenaba dos veces por semana y había muchas semanas que no podía entrenar porque llovía. Para entonces, ya había participado en algunas carreras populares y en el cross que se celebra en Valdemoro. Sentía que correr se me daba muy bien y una amiga que se apuntó a atletismo fue quien me motivó definitivamente para cambiar de deporte.
Nunca había oído hablar del atletismo, realmente me apunté porque sentía que se me daba bien correr y tenía un grupo de amigas con las que me lo pasaba muy bien. Los comienzos en el Club Amigos del Atletismo de Valdemoro fueron muy bonitos, tenía diez años y el entrenamiento se basaba en jugar. Para mí era una actividad que hacía después del colegio.
¿Cómo ha sido tu proceso de construcción como deportista?
Los entrenadores del equipo enseguida comenzaron a inscribirnos en competiciones. Las primeras fueron un auténtico desastre porque nuestra mentalidad seguía siendo la de estar jugando, no teníamos experiencia. Estas primeras competiciones despertaron una cualidad que hoy está muy presente en mí, la competitividad. Poco a poco se fue gestando en mí la necesidad de querer mejorar y demostrar todo lo que podía ofrecer en la competición. De esos primeros fracasos por falta de experiencia obtuve mucho aprendizaje que, con mucho entrenamiento, se han ido convirtiendo en buenos resultados.
Conocer cuáles son las pruebas que más domino también ha sido un proceso de aprendizaje a base de prueba-error. En el Club Amigos del Atletismo de Valdemoro tuve la oportunidad de probar todas las modalidades que componen el atletismo, lo que me permitió conocerme mejor como atleta. Sabía que se me daba bien correr, pero descubrí que soy una atleta de velocidad y no de resistencia cuando participé en pruebas como el Campeonato de España en la modalidad de marcha. Me siento más cómoda en pruebas donde predominan la fuerza y la velocidad: salto, vallas, longitud, jabalina o distancias cortas. Aunque también es cierto que me gustan las pruebas combinadas y no se me ha dado mal, pero son muy duras porque son muchas pruebas en poco tiempo.
Pronto cambias de club y te marchas fuera de Valdemoro, ¿cuáles fueron los motivos del cambio?
Honestamente, tuve que cambiarme por las condiciones de las instalaciones en Valdemoro. Me sentía muy cómoda con el triple salto, pero tuve que dejar de hacerlo porque al entrenar en un suelo de cemento y no de tartán me provocaba periostitis. Con catorce años empecé a entrenar en el Club de Atletismo de Alcorcón, un cambio brusco porque no conocía a nadie, pero pronto me acogieron como una más.
¿Qué te llevaste de tu paso por el club?
Mi paso por Alcorcón me permitió mejorar mucho mi técnica y acercar las sensaciones del entrenamiento a la competición. Cuando entrenaba en Valdemoro tenía mucha incertidumbre de cara a la competición porque entrenaba con zapatillas sobre cemento y competía con tacos sobre un suelo con una respuesta completamente diferente. Entrenar con atletas de mucho nivel también supuso un extra de motivación para mí. Me inspiraban y creo que mejoré mucho gracias a mis compañeras.
De tu paso por Alcorcón también te llevas haber conseguido batir un récord autonómico.
Junto a tres compañeras más conseguimos batir el récord de Madrid en la prueba de 4 × 100 sub-18 en 2023. Gracias al volumen de atletas que tenía el Club Atletismo Alcorcón teníamos la posibilidad de participar en numerosas competiciones. El club quería conseguir marca para el Campeonato de España de Relevos y nos seleccionaron a las cuatro atletas más rápidas de nuestra categoría. Todas estuvimos muy rápidas e hicimos bien las transiciones del relevo, pero ninguna esperábamos que fuéramos a batir un récord.
De Alcorcón pasaste a tu equipo actual, Club de Atletismo de Arroyomolinos.
El último año de competición lo he hecho con el Club de Atletismo de Arroyomolinos porque quería trabajar mejor las vallas. Competí en esta modalidad en el Campeonato de España y tuve muy buenas sensaciones a pesar de no ir muy preparada. Buscando una entrenadora que estuviera especializada en vallas encontré a Ángeles Guerra, probablemente de las mejores vallistas de España y con un excelente currículum con otras deportistas de éxito en vallas. Ella fue la principal motivación para moverme a este club.
Tras varios años subiendo al podio en diferente categorías y modalidades, este año consigues el ansiado Campeonato de España Sub-18. ¿Cómo te preparaste para la prueba?
Tras las buenas sensaciones en la prueba de vallas del Campeonato de España en 2023, tuve claro que debía centrarme en las modalidades que más domino: vallas, salto de longitud y velocidad. Antes del campeonato de 2023 tuve la oportunidad de viajar a Guadalajara y tecnificar allí durante tres semanas con Luis Felipe Méliz, ex saltador de longitud. Fue una experiencia muy importante para mí porque acababa de salir de una lesión y Méliz me ayudó a recuperar la confianza.
Después de varios años quedándote a las puertas del oro, ¿qué pasó en Sabadell?
Llegué al Campeonato de España de Sabadell en febrero con muchas dudas porque arrastraba molestias en el isquiotibial desde diciembre. En plena competición decidí acudir a los fisios de la Federación Española y me recomendaron que no compitiera porque parecía que tenía el isquio roto. Sentía molestias, pero no podía dejar pasar un campeonato nacional sin al menos intentarlo, aunque me rompiera. Tenía mucha confianza en la prueba de vallas y no tanto en la de salto de longitud. Las vallas fueron bien, pero vi mi oportunidad cuando la favorita de salto de longitud se lesionó en el primer salto. Descarté continuar compitiendo en las vallas y me centré en hacer mi mejor salto. Cuando hice el salto, algo dentro de mí me dijo que esta vez sí lo había conseguido. Fue un momento muy especial porque había estado muy cerca en muchas ocasiones, había tenido muchas dudas en esta ocasión y además pude compartir podio con una amiga.
¿Con qué te quedas de todos estos logros?
Estoy orgullosa de haber conseguido estas medallas porque me demuestro a mí misma que soy capaz y a la vez soy muy consciente de la importancia que tiene el factor psicológico en la competición. Sé que no podría haber conseguido nada de esto sin el apoyo de mis compañeros, entrenadores y familia. Me considero una persona muy exigente y comprometida, y esto me permite persistir cuando las cosas no salen como quiero, pero el entorno que me arropa también me ayuda a mediar con esa exigencia para canalizarla de una manera constructiva.
¿Cómo encajas las lesiones que has tenido a lo largo de los años?
Son golpes duros porque puedes llegar a acumular mucha frustración. Desde pequeña he aprendido mediante la imitación, y ver que tus compañeros siguen avanzando y tú no puede llegar a ser muy desilusionante. La lesión del isquiotibial ha sido un chasco, pero también un aprendizaje. Me ha obligado a parar durante cuatro meses; y este parón me ha servido para dejar de mirar afuera y centrarme en qué necesitaba mi cuerpo y cómo podía solucionarlo.
Tengo sensaciones encontradas porque tras la recuperación recaí levemente con una rotura un poco más pequeña. Ahora estoy recuperada, pero en los últimos entrenamientos he tenido sensaciones raras que no sé si son mentales o físicas. Participar en este Campeonato de España es una suerte porque no he podido competir apenas. He hablado mucho con mi entrenadora y creo que lo mejor es no esperar nada de esta competición, solo disfrutarla. Cualquier resultado será bueno porque significa que puedo seguir compitiendo. Después del campeonato tengo tiempo para descansar y mentalizarme para la próxima temporada, en la que cambio de categoría a sub-20.
Carla se prepara para el Campeonato de España de este año con la incertidumbre propia de haber salido recientemente de una lesión, pero mantiene la esperanza y el deseo de disfrutar de la competición. Con su futuro profesional en mente, Carla aspira a estudiar medicina o una carrera relacionada con la salud, mientras sigue persiguiendo sus sueños en el atletismo y espera en un futuro poder representar a España en alguna competición.
Texto_Sergio García Otero
Fotografía_Ncuadres