Inicio Educación Colegio Hélicon, la felicidad como base del aprendizaje

Colegio Hélicon, la felicidad como base del aprendizaje

878
0
patrocinado

Los maestros del Colegio Hélicon, conscientes de la importancia que tiene la etapa de Infantil, se toman muy a pecho que el primer pilar del centro sea el cariño. El proceso de aprendizaje de una persona solo puede darse plenamente cuando va acompañado por la estabilidad emocional y, esta, solo se alcanza en un ambiente de cariño, tanto en casa como en el centro escolar. El objetivo de todo ser humano es lograr la felicidad, y el proyecto educativo de Hélicon parte de esa idea: los niños tienen que ser felices, sentirse queridos por los adultos y por otros niños, y ser parte activa y verdaderos protagonistas del día a día en su colegio. En definitiva, la labor de los maestros en el aula y en cada una de las actividades tiene como finalidad el desarrollo de la confianza en sí mismos por parte de los alumnos, quienes aprenden a conocer y potenciar por ellos mismos sus fortalezas.

Proyecto aprender

Una de las características que define a la etapa de Infantil en Hélicon es el trabajo por proyectos en el aula. Basado en centros de interés motivadores para los niños, a través de cada uno de los proyectos se trabajan competencias y destrezas, pero también se fomentan aspectos tan básicos en la vida de una persona como la capacidad de cooperación y el trabajo en equipo. El proyecto no tiene sentido si no se sustenta en estos pilares y, sus maestros de Infantil lo saben muy bien porque, para ello, están en constante formación.

El proceso de aprendizaje no debe suponer una carga para los niños en tan temprana edad. Por eso, en Hélicon lo hacen al mismo tiempo que se convierten en indios y hacen su propio tipi, o viajan por el universo descubriendo planetas y estrellas, se convierten en caballeros medievales dentro de un castillo y terminan convertidos en los mejores superhéroes.

El amplio abanico de actividades en las que participan los alumnos permite desarrollar todo su potencial: el trabajo manipulativo es crucial, pero también lo son las actividades físicas y deportivas y el conocimiento de las nuevas tecnologías mediante el uso de tablets. Y todo ello cabe en cada uno de los proyectos.

Contenido Patrocinado
Publicidad LRDV

Vivir en Hélicon City

En Hélicon no se aprende inglés: se vive el inglés. El colegio puso en marcha hace ya varios cursos, junto con otros centros, un proyecto propio de bilingüismo que potencia el aprendizaje de la lengua extranjera sin comprometer los contenidos curriculares de ninguna asignatura. Desde el inicio de su vida escolar a los tres años, hasta que finalizan la etapa de Secundaria, los alumnos se enfrentan día a día a situaciones cotidianas en las que el inglés se convierte en lengua vehicular. Para los alumnos de Infantil, el inglés no es una asignatura, sino un juego. De forma natural, los pequeños aprenden palabras y expresiones que pueden utilizar en el día a día, de forma que, sin darse cuenta, están adquiriendo un conocimiento de la lengua fundamental, que les permitirá enfrentarse a este idioma como asignatura en aquellos cursos en los que el estudio de la gramática tiene un mayor peso. No se trata únicamente de adquirir vocabulario, sino de ser capaces de comunicarse con los profesores auxiliares, británicos y estadounidenses, cuando se encuentran con ellos en el patio o en los pasillos del colegio.

Cada uno a su ritmo, pero todos juntos

En Hélicon, el respeto de los ritmos de cada niño no es una teoría, sino una realidad en un centro en el que la inclusión es fundamental. No en vano, es centro de escolarización preferente TEA. Además, en Infantil, una etapa en la que el grado de madurez entre los niños puede ser tan dispar, no hay otra forma de trabajar que no sea adaptándose a las características de cada niño. Los pequeños avanzan y aprenden todos juntos, aprovechando ese trabajo por proyectos para lograr que los que van más rápido puedan ayudar a los compañeros que necesitan algo más de tiempo. Nada es una casualidad, sino el resultado de un profundo análisis de la labor docente y el convencimiento de que cada niño aporta su granito de arena al grupo, otorgándoles esa confianza y seguridad que permitirá que se conviertan en adultos responsables y comprometidos con la sociedad.

Desde los tres años, los alumnos trabajan con cuadernillos, elaborados por su propio equipo docente, en los que se refleja su amplia experiencia y el conocimiento de los diferentes tipos de alumnos a los que hay que dar siempre aquello que necesitan. Además, el centro cuenta con un potente Departamento de Orientación que participa de forma activa en el desarrollo de las clases y que conoce las necesidades de todos y cada uno de sus alumnos.

Mamás y papás, adelante: podéis pasar

Pero toda esta labor no es posible sin la participación del tercer eslabón de la educación: la familia. Alumnos y profesores necesitan el apoyo y el acompañamiento de los padres y, por ello, las puertas de Hélicon siempre están abiertas para ellos. Participan en actividades extraescolares, fiestas temáticas y talleres que sería difícil sacar adelante si no fuera por ellos. Pero también se saben parte del proyecto del colegio, que escucha sus preocupaciones y propuestas, creando la figura de los «padres delegados», encargados de mantener, de una manera ordenada y operativa, esa vital comunicación familia-escuela que hace de Hélicon, como las propias familias dicen, un cole único.

Fruto de esa estrecha relación, a lo largo de los años, el colegio ofrece su pabellón como un centro deportivo para la familia entera. Todos los alumnos aprenden a nadar en su piscina propia, dentro del proyecto curricular, Hélicon se adhirió al Plan ACCEDE, con el que los alumnos disfrutan de libros gratis, y contrató no a una sino a dos enfermeras, a jornada completa y de forma presencial en el centro. Estas, entre otras muchas cosas, son las que les ha llevado a ser un referente en Valdemoro.

Y es que Hélicon se convierte en una casa para todos, padres y alumnos, desde su más tierna infancia hasta los intensos años de la adolescencia. Un lugar para formarse, convertirse en esas personas que de verdad valen la pena, sentirse parte de un proyecto y de una gran familia. Eso es el colegio Hélicon.

Siempre que queden plazas, puedes inscribirte en alguna de las próximas Jornadas de Puertas Abiertas que el colegio organiza.

 

¿Has leído el último número de nuestra revista?