Gema Lozano me recibe en su casa. Muestra una seguridad de la que, tal vez, ni ella es consciente. Me encanta. Esto le permite ser natural y tiene como resultado el que los dos nos sintamos a gusto durante la entrevista. Gema se considera una persona con mucha suerte. Una suerte que le ha llevado a estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Gracias a su suerte, ha podido embarcarse en proyectos que no son fáciles de conseguir. Transmite una humildad y una modestia sinceras. El caso es que, cuando ha tenido esas oportunidades laborales, Gema ha cumplido con su parte y su profesionalidad es la que le ha permitido estar en el próximo lugar adecuado y en el próximo momento adecuado para seguir adelante con su carrera profesional.
Nacida en Jerez de la Frontera, Gema lleva siete años viviendo en Valdemoro, de los catorce que ha vivido en la Comunidad de Madrid, y es algo por lo que también se siente afortunada. Le gusta la herencia andaluza de la localidad, que le hace sentirse como en casa, y ese sabor a pueblo pequeño que Valdemoro aún mantiene en algunas zonas. De hecho, Valdemoro, sus habitantes y sus alrededores forman parte del universo de sus vídeos.
Gema Lozano ha dirigido vídeos musicales para artistas como India Martínez, Vanesa Martín, David DeMaría, Victoria Riba, Merche, Andrés Suárez y Amaia Montero; ha trabajado con David Bisbal, Axel, Abel Pintos y Alex Ubago. En 2014, trabajando también para Sony Music, filmó un webisodio de Seat Ibiza 30 años con Russian Red.
—¿Qué te lleva a dedicarte a filmar vídeos musicales?
—Parece que todo haya ido pasando por casualidad. Nunca tuve claro lo que quería ser de mayor. Un día, en la playa, en mi tierra, un famoso coreógrafo de Pasarela Cibeles se fijó en mí, me hizo unas fotos, se las enseñó a una agencia y al día siguiente tenía un trabajo como modelo en Madrid. Una agencia en la que estuve trabajando… ¡diez años!
En todo ese tiempo, enseguida me di cuenta de que lo que más me gustaba era todo lo que pasaba, no enfrente de las cámaras, sino detrás de ellas. Me envolvía aquella magia que se respiraba en el plató: la gente de producción, los técnicos, las luces, los guiones, el maquillaje, la ropa… Me fui enamorando de todo aquello. Trabajar de modelo me permitió ir conociendo a mucha gente involucrada en este mundo y eso me ha facilitado las cosas.
—De la forma en la que hablas parece que no sólo te interesa la dirección artística sino también todo lo relacionado con la producción.
—No vivimos unos tiempos en los que haya grandes presupuestos para realizar videoclips. Me toca hacer un poco de todo: creo la idea, hago la producción, coordino el equipo de trabajo, edito el vídeo. Debo gestionar tanto la parte creativa como los presupuestos. Por eso me gusta trabajar siempre con el mismo equipo. Gente en la que puedo confiar porque conocen su oficio y dominan su faceta artística. Trabajo con el estilista Juan Acuña, con el director de fotografía Íñigo Zubicaray y con Arturo Gómez en producción. También suelo trabajar con los mismos operadores, tanto Germán Bueso como Santiago Cayuela, que trabaja con drones para poder filmar imágenes aéreas.
—¿Hay algún videoclip del que te sientas más orgullosa o que hayas disfrutado más haciendo?
—Hay un videoclip que ha sido un punto de inflexión en mi carrera. Es el que hice con India Martínez y David Bisbal. Fue en 2014 y se titula Olvidé respirar. Este vídeo me ha permitido subir un peldaño más en mi carrera y ampliar el volumen de trabajo desde entonces. Por otro lado, también despertó el nivel de exigencia por parte de los clientes que me contratan.
Otro vídeo de especial revelancia para mí fue Corazón hambriento, por las características del rodaje. Lo rodamos, en su mayoría, en Tigre (Buenos Aires), con India y un cantante argentino llamado Abel Pintos, al cual admiro profundamente. Fue mágico. En esta ocasión, tuve que trabajar con un equipo local, un grupo de profesionales a los que no conocía de nada, y fue también un buen reto. Pero todos los trabajos que he hecho han tenido algo especial.
—¿Cómo recuerdas tus primeros pasos por el mundo audiovisual?
R- Empecé realizando making-ofs: David DeMaría, India Martínez, Vanesa Martín… También hice un vídeo de India, muy sencillo, donde interpretaba con sonido directo Vencer al amor, que suma ya millones de visualizaciones en internet. Después de todo esto, las compañías empezaron a encargarme trabajos cada vez más relevantes.
—¿Qué dificultades te encuentras a la hora de hacer los videoclips?
—En muchas ocasiones, solamente tenemos un día de rodaje y no hay tiempo para muchas tomas. Con esas limitaciones de tiempo, tenemos que lograr que los artistas interpreten bien el tema con un playback potente, que se vean bien y a veces incluso que puedan interpretar un pequeño papel en la historia creada.
También me gusta crear un buen ambiente de trabajo, en el que tanto los artistas como el equipo se sientan a gusto.
—El mundo del videoclip tuvo su boom en los años ochenta. Las discográficas vivían sus mejores años. Directores de cine hacían videoclips para los grupos más punteros y, en algunos casos como en el vídeo de Thriller, de Michael Jackson, se trataba de verdaderas grandes producciones. ¿En qué situación se encuentra hoy en día la industria del videoclip?
—Es posible que, en esos años, los presupuestos fueran mayores. Sin embargo, ahora se hacen productos sobre todo para internet. Este es el principal escaparate de los artistas. Para los que trabajamos en el medio, también puede ser ventajoso, porque no solo se hacen videoclips musicales, sino otro tipo de vídeos que suelen ser muy interesantes para los seguidores de los artistas: making-ofs, grabaciones de vídeos acústicos, entrevistas, documentales…
—¿Cuál es el proceso creativo que sigues a la hora de rodar un videoclip?
—Empiezas poniéndote la canción diez mil veces. Intentas imaginar algo a partir de la canción. Buscas referencias en fotografías, en imágenes, en exposiciones, en películas, en cosas cotidianas, en el ámbito de la moda, del cual provengo… De pronto ves una imagen y, a partir de esa imagen, es como tirar de una maraña, de una madeja desordenada.
Estoy aprendiendo en todo momento. Cuando voy al cine, ya no me siento a ver la película como todo el mundo. Me fijo en la historia, en la fotografía, en los planos, en cómo se mueve la cámara…
—¿Cuándo sabes que un videoclip está completamente terminado?
—Yo nunca veo el vídeo terminado completamente. Nunca al cien por cien. Pero, claro, en algún momento hay que entregarlo. Es cuando ha pasado el tiempo, cuando lo veo más convencida. Entonces tengo la sensación de que el producto era mejor de lo que yo creía una vez acabado.
—Me consta que encuentras mucha inspiración y muchos colaboradores para tus vídeos en Valdemoro.
—Normalmente trabajo con mucha gente de Valdemoro. Por ejemplo, con Germán Bueso, como operador de cámara. También colabora conmigo Pablo Ortega, técnico del teatro del Ayuntamiento e Inés Sánchez Prado, estudiante de Comunicación Audiovisual. Alguna vez también he contado con amigos del pueblo para interpretar algún papel. Por ejemplo, María León y Pablo González colaboraron en el videoclip solidario Algo más que una canción; los tres niños protagonistas del videoclip de Merche Dos Amigos también son de aquí: Carmen Ortega, Violeta Amer y Hugo Álvarez; o Raúl Santisteban, el cual también protagoniza uno de los vídeos de Vanesa Martín, Frenar enero.
En el parque de Bolitas del Airón también he grabado algunas cosas: por ejemplo, en el último videoclip de Andrés Suárez, Voy a volver a quererte.
También hemos filmado en el teatro de Valdemoro varios acústicos con India y Vanesa. La buena predisposición de la Concejalía de Cultura siempre ha estado presente.
—¿En qué proyecto te gustaría embarcarte en estos momentos? ¿Qué otros proyectos te gustaría abordar en un futuro cercano?
—Soy consciente de que todavía estoy en el camino. Creo que es pronto para hablar de largometrajes, pero lo que más ilusión me hace en este momento es hacer cosas diferentes de las que estoy haciendo. Me apetece grabar un fashion film, que es algo más artístico, más relacionado con la moda y la fotografía. Estaría bien un cortometraje, con una historia potente. Pero mi objetivo a medio plazo es hacer publicidad. La he vivido como modelo y me gusta. Conozco ese mundo. Sé que es muy complicado, pero veo las cosas que se hacen y me siento totalmente capaz de realizarlas.
Texto: Fernando Martín Pescador
Fotografía: PW Fotografía, Ncuadres