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Entrevista con Gonzalo Monzón Rodríguez

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La mayoría de los individuos necesitamos contar nuestra historia tanto como hacer planes para el día siguiente o para los próximos diez años. Aunque solo vivimos el ahora (es lo único que tenemos casi casi garantizado), en ese ahora conviven constantemente el pasado, el presente y el futuro. De la misma forma, todo grupo humano necesita contar su historia. Las tribus humanas más primitivas tenían ya a una persona (a veces, a varias) que asumían esa tarea. Los elegidos solían tener buena memoria, gran imaginación o, sencillamente, eran más amenos o más interesantes que los otros miembros de la tribu.

Hoy en día, tenemos especialistas que cuentan y revisan constantemente nuestra historia: periodistas, historiadores, filósofos, escritores, académicos, directores de cine… Son muchos y, aun así, no dan abasto. Hay tantas historias que contar. Por eso, además de todos esos profesionales, siempre surgen figuras que asumen la responsabilidad de recopilar y contar recovecos de historias locales que ayudan a completar una imaginaria, pero inabarcable, historia universal. En España, como en el resto del mundo, en los pueblos pequeños o en las pequeñas comunidades, siempre surge una persona que se interesa más por recuperar y transmitir la historia de la localidad. De la misma forma que, en casi todas las familias, siempre hay alguien más interesado en estudiar el árbol genealógico o en recopilar anécdotas de nuestros antepasados.

Gonzalo Monzón Rodríguez, ingeniero industrial en la especialidad de electrónica, todavía no se explica cómo ni por qué decidió comenzar a estudiar, recopilar y escribir sobre la historia de su pueblo, Villarrubia de Santiago (Toledo). El caso es que empezó con un blog sobre la historia del pueblo, continuó con otro blog en el que recopilaba noticias de sociedad relacionadas con la misma localidad y empezó otro sobre numismática. Gonzalo no se quedó ahí. Descubrió una pasión que le llevó a continuar el camino empezado. Gonzalo se mudó a Valdemoro en 1998. Desde entonces, ha ido descubriendo muchas cosas sobre la historia de nuestra villa. Por eso, decidió abrir dos blogs más sobre Valdemoro, uno sobre su historia y otro en el que recopilaba noticias de sociedad. Sus blogs tienen muchas visitas y Gonzalo recibe numerosas consultas que le animan y le empujan a seguir investigando. Este mes, hemos tenido la suerte de poder entrevistarlo para nuestra revista.

Me gustaría que, con todo el lirismo posible, comenzaras esta entrevista hablándonos de tu infancia en Villarrubia de Santiago, el pueblo que te vio nacer.

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Mi infancia en Villarrubia de Santiago la tengo grabada en mi mente con muchísimos buenos recuerdos e imborrables anécdotas. Hay fechas concretas que provocan emerger y recuperar entrañables sensaciones y sentimientos: la celebración cada año de las fiestas patronales y su romería La Bajada, San Marcos, Los Mayos, Semana Santa o sencillamente los veranos, fechas estivales en que el pueblo incrementaba su alegría, con la llegada de muchos más amigos durante esos geniales y memorables meses. Pero a ello se añade otra de las características de Villarrubia de Santiago, el orgullo de ser conocidos por recibir a todos sus visitantes con los brazos abiertos y una actitud de confianza y amistad sin necesidad de previas presentaciones. Cualquiera que haya vivido en un pueblo, sobre todo de niño, ha podido experimentar esa sensación de libertad, incomparable con grandes municipios. Creo que esas pequeñas fracciones de vida quedan grabadas en la memoria y, sin duda, nos marcan como personas.

¿Cuándo decidiste comenzar a contar la historia de Villarrubia de Santiago?

Fue a principios del año 2013, coincidiendo con la apertura del blog. Cuatro años más tarde, en enero de 2017, decidí poner la misma dedicación en el estudio de la historia de Valdemoro.

Un blog sobre Villarrubia de Santiago que desembocó en un libro. Háblanos de tu pueblo. ¿Qué hechos históricos de la localidad destacarías?

Aunque son muchos e importantes los que te podría anotar, son tres temas los que siempre han despertado mi curiosidad y sobre los que he intentado recopilar más información: una historia, un libro y un lugar. Primero, la historia de Lucrecia de León y la cueva de Sopeña. Aunque aún se desconoce la ubicación de dicha cueva y hay quien duda de la veracidad de lo sucedido, son muchos los datos que investigadores de toda España han ido aportando, dando luz a los acontecimientos. En segundo lugar, la copia más antigua de España del Kitab al-Tafri (aplicaciones del derecho islámico), un manuscrito que apareció casualmente un 15 de marzo de 1787 durante unas obras en la iglesia del municipio y que conserva un colofón fechado exactamente 375 años antes. Finalmente, la cueva de la Yedra, un enigmático lugar cuya función original es desconocida y que ha abierto debate entre expertos. Se dio a conocer en toda España por su difusión en un conocido programa televisivo de misterio y se está trabajando para posibilitar su apertura a visitas.

¿Nos puedes contar un poco la historia de Lucrecia de León y la cueva de Sopeña?

Es complicado resumir los hechos. Su historia se centra a finales del siglo XVI. Lucrecia de León, desde niña, tenía una capacidad visionaria basada en sueños proféticos. Coincidió con Miguel de Piedrola, descendiente y último heredero de los reyes de Navarra, quien, supuestamente, también tenía sueños proféticos que pronosticaban la desaparición del linaje de la Casa Real española. Piedrola, a su vez contactó con Alonso de Mendoza y Lucas Allende. Alonso de Mendoza, miembro de una familia de grandes de Castilla, y contrario a la política del rey Felipe II, aprovechó la fama de Lucrecia, difundiendo los sueños de esta que más servían a los intereses de los Mendoza. Junto a Fray Lucas de Allende, nacido en Villarrubia de Santiago, cuya familia era propietaria de numerosos terrenos, reclutarían a Lucrecia de León, quedando Allende a cargo de su dirección espiritual, además de tener la tarea de ir escribiendo en papel los sueños de Lucrecia. Entre los sueños de Lucrecia, serían dos los más destacados: uno, la muerte, y el lugar donde acaeció, de la reina Ana de Austria camino de Lisboa; otro, el profetizar el desastre de la Armada Española frente a las costas inglesas, sueño por el que pasaría a la historia. A continuación, profetizó la invasión de España, indicando que los supervivientes de la Corte se esconderían en una cueva llamada de Sopeña y desde allí se iniciaría una nueva reconquista de España. Don Alonso de Mendoza constituye la Congregación de la Nueva Restauración, extraña hermandad compuesta por su grupo de seguidores entre los que contaba con varios villarrubieros. Lucrecia cayó enferma y sus seguidores empezaron a trabajar en Sopeña, el refugio que vio en los sueños, el cual, aunque se desconoce su ubicación, se sabe que estaba junto a unos riscos que daban al Tajo, cerca de Villarrubia. Mendoza empezó a dirigir los preparativos para transformar varias cuevas en refugios de supervivencia, agrandando las cuevas. Su correspondencia confirma la compra de provisiones, junto con diversos adornos religiosos para una capilla de pequeñas dimensiones que, según se dice, fue diseñada por Juan de Herrera, quien además dirigió las obras (la iglesia del municipio es diseño de Herrera). Felipe II, harto de tanta conspiración, hace entrar en escena a la Inquisición. Lucrecia, Mendoza y fray Allende fueron detenidos y encarcelados en Toledo. El proceso duró unos cinco años. Lucrecia fue sometida a tortura varias veces, pero no se consiguió apenas nada. Solo, en una ocasión, dijo que los sueños habían sido una mentira creada por Mendoza y Allende. Lucrecia, junto con el resto de conspiradores, fue declarada culpable de blasfemia, falsedad y sacrilegios, así como de sedición. Por supuesto, también la condenaban por hacer un pacto con el demonio. Tras sufrir un auto de fe público, fue castigada a una pena muy suave, teniendo en cuenta que el mismísimo rey iba contra ella, demostrándose el apoyo que había conseguido Lucrecia en la Corte. Al salir de prisión, su familia la había abandonado y se encontraba sola con una hija pequeña que nunca había visto la luz del sol. Tras ingresar en varios hospitales, su huella se pierde al ganar la libertad.

Es una historia apasionante. Entiendo que, a partir del blog, surgió la idea de la publicación del libro Villarrubia de Santiago. Historia y futuro, que firmas junto a J. Nicolás Ferrando. Háblanos del libro y de su repercusión.

Aunque ya tenía en mente algunas ideas, la publicación del libro fue una sorpresa para mí. Un día, en 2018, recibí una llamada de teléfono de Nicolás, editor y escritor de numerosos trabajos. Había visto el blog y me propuso la posibilidad de cooperar para sacar a la luz un libro del municipio. La idea era aparentemente sencilla. Alrededor de la historia de Villarrubia ya se habían publicado algunos libros de diversa índole: fotográficos, hablando de sus calles… Pero nuestro libro englobaría, lo más ampliamente posible, toda su historia, incluyendo personajes, tradiciones, lugares y añadiendo además una muestra de su presente y futuro necesario.

Háblanos ahora del blog que dedicas a la historia de Valdemoro. ¿De qué has hablado hasta la fecha? ¿Qué retos diferentes se te han planteado con este blog?

El formato del blog de la historia de Valdemoro es muy similar al de Villarrubia de Santiago: lugares de interés, tradiciones, personajes, textos de referencia… dividiendo los hechos históricos entre los acaecidos antes de Vallem Maurii (antes de aparecer ninguna referencia escrita sobre Valdemoro) y después de Vallem Maurii. Los retos están siendo mayores, ya que cada vez más personas me están pidiendo información sobre distintos datos y momentos históricos.

Entiendo que también te gustaría publicar un libro sobre Valdemoro. ¿Tendría una estructura similar a tu primer libro?

Exacto. Tengo en mente componer y dar vida a un libro sobre Valdemoro, pero basado únicamente en su historia. Por otro lado, mi idea, a día de hoy, es publicarlo en solitario. Cooperar en la edición de un libro requiere unos tiempos, unas dinámicas y unos desarrollos para los que, en la actualidad, no tengo tiempo.

¿Qué partes de la historia de Valdemoro te llaman más la atención?

Para mí, los años más interesantes de Valdemoro estarían englobados dentro del siglo XVII, empezando ya en 1602, cuando el duque de Lerma se convierte en benefactor de la villa aprovechando que es lugar de paso en los desplazamientos de Felipe III hacia Aranjuez y consiguiendo para la villa el Privilegio de Feria en 1603. Son años de esplendor que conllevan la construcción de edificaciones y servicios emblemáticos, como la fuente de la Villa, la iglesia, el convento de las Clarisas, el pósito de trigo, un colegio, un hospital… Posteriormente, en ese mismo siglo, Valdemoro sufre unos años de crisis, pero Carlos II hace que el municipio recupere su importancia, construyéndose más servicios, como hospitales, colegios y ermitas…

Creo que también te gustaría publicar otro libro sobre Villarrubia de Santiago. ¿Qué te gustaría abordar en ese segundo volumen sobre tu pueblo?

Me gustaría hacer un trabajo lo más amplio posible, centrándome en sus gentes, tanto a nivel de grupos de sociedad de distintas épocas como de personajes con nombres propios (autóctonos o foráneos) que hayan intervenido de forma destacable en la vida del municipio.

Por último, me gustaría que nos hablaras de tu pasión por la numismática y de tu blog sobre dicho tema.

La verdad es que, primeramente, siendo muy pequeño, mis comienzos con el coleccionismo fueron con la filatelia y fue ya con más dieciocho años cuando comencé con la numismática, pero únicamente en el apartado de monedas. Concretamente, mi afición la baso, en muy poca medida, en el apartado de clasificación, nomenclaturas, etc., centrándome en la parte histórica y descriptiva, ya que, gracias a la numismática, podemos conocer distintos e interesantes datos de las sociedades en el transcurso del tiempo, como, por ejemplo, su política, arte, epigrafía, simbología, iconología o, sencillamente, los intercambios y economía de los pueblos. Sinceramente, a veces me desconcierta mi afición y curiosidad por la historia, cuando pienso en lo poco que me gustaba en mi época de estudiante.

Blogs de Gonzalo Monzón Rodríguez 

http://historiadevillarrubiadesantiago.blogspot.com

https://villarrubiadesantiago.blogspot.com

http://historiadevaldemoro.blogspot.com

http://sociedadvaldemoro.blogspot.com

http://numismaticosycoleccionistas.blogspot.com/

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A Gonzalo Monzón Rodríguez todavía le sorprende su afición y curiosidad por la historia. Debido a su iniciativa y a otras similares impulsadas por otros valdemoreños, en el Valdemoro del presente, en el Valdemoro que solo vive el ahora, conviven, a salvo, su presente, su pasado y, gracias a ambos, su futuro.

Texto_Fernando Martín Pescador

Fotografía_Ncuadres