La joven piloto termina el Campeonato Interautonómico de Velocidad en tercer lugar
En el circuito Ricardo Tormo de Cheste se disputó la última prueba del Campeonato Interautonómico de Velocidad en la categoría de Moto 5, lugar donde la valdemoreña Irene Sandín, de 11 años, consiguió subir al podio en su primer año de competición en la categoría.
Tras un 2020 sin poder competir por las restricciones de movilidad por la pandemia, Irene afrontaba la temporada 2021 con un triple retro: recuperar las buenas sensaciones encima de la moto tras un año de parón, adaptarse a la nueva categoría, con motos de 250 centímetros cúbicos y disputar carreras en circuitos grandes. Irene, que empezó a competir con siete años recién cumplidos, había rozado el podio en varias ocasiones esta temporada, pero una combinación de mala suerte y problemas mecánicos le habían impedido conseguirlo.
El Ricardo Tormo de Cheste se le antojaba rápido y muy técnico a Irene, que no pudo rodar en él hasta los clasificatorios del sábado, donde hizo el cuarto mejor tiempo de la parrilla con un ritmo constante. Aunque el domingo perdió varios puestos por una mala salida, consiguió situarse tercera en la penúltima vuelta.
En un deporte tan caro como el motociclismo, pilotos como Irene Sandín solo pueden mantenerse en la competición gracias al apoyo de patrocinadores y empresas que apuestan por ellos de manera casi altruista. En su caso, junto al resto de patrocinadores, merecen un reconocimiento especial Rafael Bardera y Piniauto.
Irene es una piloto inteligente, que sueña con llegar al Mundial. Su carácter decidido hace que no le asusten ni las caídas, ni estar rodeada de niños en la parrilla, ni ser de los pilotos más pequeños por edad. Irene dice que corre para divertirse y que divertirse es ir más rápido que los demás o, por lo menos, intentarlo.
¿Has leído el último número de nuestra revista?
