Inicio Cultura y Ocio Juego de duendes

Juego de duendes

446
0
patrocinado

Juego de duendes es el primer disco del grupo de cámara Amalthea, dúo formado por Laura Lavilla, soprano, y Sofía Merchán, pianista. En este trabajo encontraremos 16 canciones de distintos compositores de la geografía española: Romance de la luna, de Miquel Asins Arbó, Canciones para niños, de Xavier Montsalvatge, cinco canciones de cantata Alegrías, de Antón García Abril, y Canciones de la Juventud, de Manuel de Falla. Canciones con textos de Federico García Lorca, Marina Romero, Antonio de Trueba, Gustavo Adolfo Bécquer y Cristóbal de Castro, que nos transportan tanto por su poesía como por su sonoridad musical desde las primeras épocas de la vida hasta la adolescencia.

Un viaje iniciático que comienza con un compás de 6/8 de la canción inédita de Asins Arbó constituida como una nana un tanto especial, de gran tejido orquestal, donde el piano tiene más relevancia que la voz. Transita por la alegría, el juego, la sorpresa, el surrealismo y la imaginación con el ciclo de Montsalvatge (Paisaje, El lagarto está llorando, Caracola, Canción china en Europa, Canción tonta y Canción Sevillana). Su música es, quizás, la más difícil de interpretar por su bitonalidad, armonía y su estilo más contemporáneo.

Seguidamente escuchamos las cinco canciones extraídas de la cantata Alegrías, originariamente para orquesta, coro, recitador infantil y soprano-mezzo soprano, donde predominan las notas delicadas, ingenuas y tiernas de Mi padre tiene un castillo y Platero; las alusiones a la madre como figura central llenas de profundidad, amor y generosidad en Un aire de tu suspiroMadre, si yo fuera una nube y Si yo sembrara mi corazón en el jardín.

Posteriormente termina con Preludio, Olas gigantes, Dios mío qué solos se quedan los muertos y Ojillos negros, pertenecientes a Manuel de Falla. Sentimos los primeros acercamientos a emociones más profundas como el primer amor, el dolor, la muerte y la pasión. Un primer Falla donde predomina la melodía acompañada al estilo romántico.

Contenido Patrocinado
Publicidad LRDV

El proceso de grabación fue libre y sin filtros. Quiet Music Studios ofreció a las artistas una gran calidad humana. La búsqueda del sonido más orgánico vocal y pianístico fue un objetivo constante. Hartas de filtros, sonidos metalizados y robotizados, Amalthea recupera un sonido de calidad, natural, con respiraciones verdaderas, inherente al ser humano y que huye de artificialidades.

Han querido resaltar el talento y la profesionalidad en la técnica del canto y piano; una dicción exquisita en los textos con una línea de canto legato, brillantes agudos y rotundos graves, debido a una sólida técnica vocal y expresividad máxima. El piano se homogeneiza con el canto utilizando una técnica belcantista a la hora de interpretar las canciones de cámara. Con tintes orquestales, se descubre la complejidad de lo simple, donde cada nota tiene entidad propia para el conjunto.

El oyente podrá evocar y sentirse identificado en muchas de las canciones, caminos que todos andamos, sentimientos que aparecieron, aparecen y aparecerán siempre.

Texto_Fernando Martín Pescador

Fotografía_Ncuadres

¿Has leído el último número de nuestra revista?