Hoy en día nos enfrentamos a dos desafíos educativos. El primero de ellos a la hora de mostrar la utilidad que tiene el aprendizaje que se da en el instituto; el segundo, favorecer la aplicación práctica de esos aprendizajes en la vida real, que el alumno perciba como innovador y motivador para su desarrollo vital. Como dice Cristian Olivé, la escuela debe ser un lugar que sirva de refugio para los alumnos y como enclave donde poder expresarse con libertad y creatividad. En este sentido, ha surgido un proyecto para crear bancos de la amistad. Con esta iniciativa se pretende favorecer la inclusión y la capacidad de los alumnos para volcar sus ideas y trabajar valores transversales. Este proyecto partió de la necesidad de generar un espacio de inclusión en el que se pudieran amparar los alumnos que suelen sentirse solos o que en general, se sienten diferentes al resto y suelen manifestar exclusión y aislamiento.
Dispuestos a plantarle cara a este reto, surgió la posibilidad de conseguir unos bancos, cedidos por el Ayuntamiento de Valdemoro, que pudieran servir como ese lugar que facilitara la relación entre los alumnos de una manera positiva. Por eso desde aquí le agradecemos su cesión para poder llevar a cabo esta actividad.
El desarrollo del proyecto se elaboró en colaboración entre los departamentos de Lengua y de Dibujo, a través de los cuales se estableció un proceso articulado en relación a fagocitar la participación de los alumnos y la posibilidad de que partieran de sus intereses para reflejar su creatividad. Fruto de ello es el resultado increíble que se muestra en la división de los bancos por diferentes temáticas que surgieron de las ideas de los propios alumnos, como un banco dedicado a la diversidad, otro a las ideas creativas, otro a la filosofía y otro contra la violencia o el acoso.
Además, a través del proyecto se han podido trabajar contenidos como la expresión escrita, los textos instructivos y expositivos, las oraciones y la ortografía, así como el trabajo en grupo o la educación en valores cívico-constitucionales que sirven para que los alumnos tomen conciencia de lo importante que son habilidades como el respeto, la tolerancia, la igualdad, las actitudes de rechazo de acoso, etc.
En ese proceso, también se han aprendido contenidos relacionados con los colores y su simbolismo, la mezcla de ellos con armonía, con colores contrastivos, el degradado, las formas, los relieves, etc., que se han podido poner en práctica de una manera entretenida y muy útil.
En definitiva, es posible que el reto educativo sea enorme, pero se considera que se ha dado un pequeño paso en el desarrollo de un aprendizaje activo, participativo, colaborativo y, sobre todo, motivador, que permite a los alumnos expresar sus ideas y emociones para generar un espacio seguro y en el que se sienten aceptados.
Manuel Fernández-Galiano Amorós
Profesor de Lengua castellana y Literatura del IES Maestro Matías Bravo de Valdemoro
