L&B Abogados nos ayuda a abordar la separación de la manera más eficaz
En ocasiones, la convivencia de una pareja se deteriora de tal manera que resulta muy difícil recomponer la situación. En esos instantes, cuando se toma la decisión de anular el nexo de convivencia, es muy eficaz y tranquilizador contar con la ayuda de un profesional que haga lo más llevadero posible el difícil trance. Un abogado o abogada que empatice con su cliente y que no solo dirija adecuadamente los aspectos jurídicos, sino que también sea capaz de evitar las situaciones tensas y desagradables que muchas veces conllevan estos procesos.
En 2017, en el Partido Judicial de Valdemoro hubo, según el INE, un total de 391 divorcios, de los cuales 220 fueron de mutuo acuerdo y 171 contenciosos. A los que hay que sumar 12 separaciones, 11 acordadas entre la pareja. En el primer semestre de 2018 se han registrado ya alrededor de 200 divorcios.
Las cifras demuestran que hay un importante número de parejas que cada año deciden poner fin a su relación, aunque tomar la decisión de divorciarse no siempre resulta fácil. Una vez decidido siempre surgen dudas, que frecuentemente plantean los clientes cuando acuden a nuestro despacho de Valdemoro, L&B Abogados. La mayoría de estas preguntas resultan comunes a casi todos los casos, y se podrían resumir en las siguientes: ¿cómo tengo que solicitar el divorcio?, ¿quién se quedará con la custodia de los hijos menores?, ¿cómo tenemos que repartir los bienes? o ¿qué ocurre si no estamos de acuerdo en la custodia de nuestros hijos o en el reparto de los bienes?
En principio, estas dudas provocan miedos e incertidumbres en los clientes, pero el apoyo de un buen profesional hace que la resolución resulte relativamente sencilla y menos traumática de lo esperado.
Normalmente, los clientes no tienen claro el procedimiento a seguir, algo lógico, porque divorciarse no se hace de forma cotidiana. Por eso, si estás valorando la posibilidad de divorciarte, o conoces a alguien en esta situación, estos son los pasos que debes dar para lograr un buen divorcio. Conocerlos te evitará disgustos y te permitirá ahorrar tiempo y dinero.
En primer lugar, es fundamental explicar la diferencia entre los términos divorcio y separación, ya que se tiende a confundirlos. La diferencia está en los efectos que producen. Mientras que la separación no extingue el vínculo matrimonial, el divorcio sí. Una persona separada no podrá contraer nuevo matrimonio, en cambio una persona divorciada sí. Es importante aclarar que actualmente la separación de la pareja no es un paso previo para el divorcio. Una persona se puede divorciar directamente de su pareja. Tampoco resulta necesario declarar los motivos que llevan a tomar esta decisión, basta simplemente con no querer mantener la convivencia.
La ley sólo establece, salvo alguna excepción, un requisito para que se pueda solicitar el divorcio: que hayan transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio.
¿Qué hay que hacer cuando una pareja quiere separarse?
Acudir a un abogado para informarse de sus derechos y de las consecuencias que el divorcio va a tener en la custodia de los hijos, si los tienen, y en su patrimonio. La tramitación cambia si se decide hacer de mutuo acuerdo con la pareja o, por el contrario, no hay acuerdo entre ambos.
A continuación resumo estas diferencias.
Divorcio en el que ambas partes están de acuerdo
Conocido como de mutuo acuerdo, es más rápido, sencillo y barato. Todo se hace con el mismo abogado, lo que reduce los costes. La demanda puede ser interpuesta por ambos o por uno de los dos cónyuges (con el consentimiento del otro).
Antes de presentar la demanda ambos conyugues exponen sus posiciones en un convenio regulador que redacta el abogado, en el que se recogen los acuerdos a los que hayan llegado con respecto al uso de la vivienda habitual, la guarda y custodia de los hijos, la liquidación del régimen de gananciales, si procede, y la contribución al pago de alimentos y, en su caso, pensión. Posteriormente, este documento se ratificará en el juzgado por ambas partes, a fin de que el juez dicte sentencia de conformidad con lo acordado. El juez lo aprobará si lo pactado no resulta dañoso o perjudicial para los hijos o uno de los conyugues, es decir, cuando el contenido sea ajustado a derecho.
Divorcio en el que no hay acuerdo entre las partes
Recibe el nombre de contencioso; resulta largo, caro y bastante más complicado que el de mutuo acuerdo. En ese caso, cada uno de los cónyuges acude con su propio abogado. Todos los desacuerdos han de ser resueltos en presencia del juez, en un acto que recibe el nombre de «vista». Además, si hay hijos menores también es preceptiva la intervención del ministerio fiscal, y si los menores tienen el suficiente juicio, se les podrá oír. Tras la celebración del juicio, el juez dictará sentencia concediendo el divorcio y aprobando el convenio regulador que en adelante regirá a las partes. Los cónyuges podrán recurrir la sentencia ante la audiencia provincial, si bien conviene precisar que mientras se sustancia la apelación lo acordado por el juez de primera instancia es plenamente eficaz.
Como este tipo de procedimiento es largo, el juez, antes o en el momento de interponer la demanda, adoptará un conjunto de medidas respecto a los hijos y a la vivienda familiar y en aquellos otros aspectos que no puedan esperar hasta que recaiga la sentencia. Por ejemplo, un régimen de visitas de los hijos si no hay un acuerdo entre las partes. Este tipo de medidas serán sustituidas por las que se determinen en la sentencia.
Cosas que nadie te cuenta y debes saber
¿Qué consecuencias puede traer abandonar el hogar antes de haber firmado la separación?
Aunque desde el punto de vista civil los cónyuges están obligados a convivir, abandonar la vivienda habitual y trasladarse a otra no implica, en principio, consecuencia alguna, siempre que no se dejen de cumplir los deberes legales de asistencia y sustento. Como abogada, no recomiendo que ante una situación de predivorcio, con una negociación en ciernes, se abandone el domicilio conyugal.
La cuestión es compleja de resumir en este artículo, aunque cabe destacar que en caso de acuerdo entre ambos padres, el juez ratifica lo que pacten, salvo que aprecie que puede existir un riesgo para los menores. Y en caso de desacuerdo decidirá el juez, oído el ministerio fiscal, a quién de los progenitores atribuye la guarda y custodia de los hijos.
Aunque en muchos supuestos la custodia se otorga a las madres, como abogada experta en el tema, cada vez defiendo más la custodia compartida de los hijos que, en 2016, fue otorgada en el 28,3 % de los casos. No obstante, cuando se plantea un régimen de custodia compartida, resulta esencial que la relación entre los progenitores sea fluida, que exista una comunicación aceptable y consenso en cuanto a estilos de crianza y educativos.
La pensión de alimentos
Se establece para cubrir los gastos de los hijos en aquello que se considera como indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y educación mientras sean menores de edad, y aún después cuando no hayan terminado su formación. En el supuesto de mutuo acuerdo, corresponde a los cónyuges fijar su cuantía, periodicidad, forma de pago y bases de actualización, y si no hay acuerdo, decidirá el juez.
Para concluir, hay que dejar claro que los acuerdos que se adopten van a condicionar nuestra vida y la de nuestros hijos durante mucho tiempo. Por ello, no elegir el abogado adecuado para tramitar el divorcio puede suponer un importante incremento en los gastos, la dilatación en el tiempo del proceso y la concurrencia de situaciones tensas y desagradables, que un abogado o abogada experimentados pueden evitar en gran medida.