
Según el parecer más frecuente en los tiempos que corren, la vida social se ha paralizado durante estos últimos años. La delicada situación sanitaria que ha afectado a todo el planeta ha interrumpido nuestro habitual modo de vida.
Un ejemplo más de todo ello ha sido la fractura de la trayectoria teatral del Grupo Al-Mudena que, por primera vez, el 1 de marzo de 2020 suspendió la representación de El apuro de Pura, de Antonio Paso (1922). Durante este fatídico período perdimos a nuestro director Alberto Ramiro el último día de tan señalado año.
Había que reaccionar para resurgir de tan infausta pausa por la misma existencia del grupo y continuar —si era posible— el camino trazado por Marisa Vegas Caturla en 1997, cuando todo inició con La boda niña. Para lograrlo hay que destacar dos iniciativas: la primera fue la representación de El apuro de Pura, suspendida por la pandemia. En ella se rindió homenaje a nuestro director ausente en la persona de Ana, su viuda, y se invitó a miembros de la FECACE2, de cual era directivo. El salón de la Casa de Andalucía se llenó a rebosar manteniendo las cautelas preventivas de sanidad. Fue un éxito.
Para la segunda, tomó el timón de una nueva singladura Mari Ángeles, quien el pasado 3 de abril consiguió un felicísimo encuentro de antiguos componentes del grupo, presidido por Marisa, secundado por Manuel Lozano como director siguiente, y entregados con renovado entusiasmo bajo la dirección actual de Teresa Humanes. Esperamos continuar en este noble arte con el meritorio apoyo de la Casa de Andalucía en Valdemoro.
M. Manzano