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Entrevista a Aimar Lanzarote, campeón de España de boxeo escolar

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Este mes de noviembre esta publicación cumple ochenta ediciones. Aunque el tiempo pasa como un goteo constante, hay momentos en los que tomamos consciencia del paso del tiempo y ese goteo nos cala por completo. Igual que cambio de decena de nuestra publicación, atravesar las puertas del gimnasio Skull Boxing Valdemoro y ver a Aimar me supuso un choque con el tiempo.

Hace más de cinco años, cuando entrevistamos a su hermano Asier, apenas podía empujar un saco de boxeo; hoy es todo un deportista que ha conseguido conquistar el panorama nacional de boxeo proclamándose campeón de España de boxeo en edad escolar.

Aimar sigue de manera muy exitosa los pasos del camino que comenzó a andar su hermano Asier hace varios años y que le han llevado a ser uno de los boxeadores de la selección española de boxeo. Ambos han crecido entre sacos y un ring porque su padre, Jesús Lanzarote, es un exboxeador con gran pasión por este deporte.

Jesús empezó desde muy pequeño a ver los combates de boxeo que su tío, Ángel Lanzarote, tenía grabados en cintas de vídeo. Gracias a su tío, quien le vio con juventud y muchas cualidades, se adentró en este deporte. El camino no fue fácil; los primeros golpes a un saco los dio en un gimnasio de barrio que medía veinticinco metros cuadrados. El siguiente paso fue entrar en un gimnasio más grande en el barrio de Usera. Esto le permitió dar un salto muy importante en los inicios de su carrera: pasar a formar parte del equipo de competición del Vicente Calderón. Con 19 años conoció a Jero García, quien le ha acompañado a lo largo de su vida deportiva. Aunque nunca dio el salto a profesional, Jesús compitió en el Campeonato de Europa de Policía y Bomberos donde se proclamó campeón.

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Pero lo más importante para Jesús no han sido los logros deportivos sino su vínculo con este deporte. El boxeo ha sido la herramienta y el lugar donde aprender a afrontar los contratiempos que desde muy pronto le puso delante la vida. El vínculo tan estrecho que ha forjado durante tantos años se ha convertido en un pilar fundamental de su vida que se ha contagiado a toda la familia.

La pasión por el boxeo se ha materializado en un proyecto familiar que viene a enriquecer la oferta deportiva de nuestro municipio. Skull Boxing Valdemoro es un centro de boxeo donde hay cabida para todos los perfiles de deportistas que quieran adentrarse en el mundo del ring. Con clases para niños desde los seis años, la oferta de formación abarca todos los niveles y edades. Skull Boxing Valdemoro nace de una familia de amantes del boxeo que quiere ampliarse con vecinos que compartan sus valores de respeto por este deporte y su comunidad.

Aimar crece con dos grandes referencias como son su padre y su hermano. Del primero quiere continuar la vocación profesional y llegar a convertirse en policía de las fuerzas especiales. De su hermano, llegar a representar a nuestro país con los guantes puestos.

Muy probablemente no recuerdes cuándo nos conocimos, pero ya te adentrabas en este deporte. ¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con el boxeo?

Tengo una foto en mi casa que siempre me recuerda uno de mis primeros momentos, aunque yo no me acuerdo de haberlo vivido. En la foto salgo en posición de guardia y tan solo tengo un año y medio. Desde muy pequeño empecé a imitar a mi hermano Asier y a mi padre.

Jesús, su padre, nos dice que cuando Asier y él entrenaban en el garaje de su casa, Aimar gateaba entre las cosas y se quedaba mirándoles fijamente. Poco a poco empezó a imitarles.

¿Qué es lo que más te gusta de este deporte?

No podría decirte una única cosa que me gusta del boxeo, es todo el conjunto. El otro día tuve que explicar a unos niños pequeños de mi colegio qué era el boxeo y les conté cómo yo lo vivo. Es un deporte que exige mucho trabajo y constancia, y aunque pueda parecer que los que nos dedicamos a ello somos agresivos, la realidad es que no es así. Los golpes solo se dan encima del ring y durante el tiempo de combate. Una vez que termina el combate, todos los boxeadores nos saludamos. Aunque nos demos golpes, cumplimos unas reglas y nos respetamos.

¿Qué te dicen tus amigos del colegio cuando se enteran de que eres boxeador?

No me gusta presumir de que practico boxeo. Todos mis amigos lo saben, pero cuando conozco a gente nueva no me gusta que digan que soy campeón de España de boxeo porque la gente suele pensar mal de este deporte. Día a día aprendo a controlar los conflictos que pueda tener en el colegio. Soy consciente de que sé más que la mayoría de los niños y puedo llegar a hacer mucho daño; por eso evito los problemas. Mucha gente piensa que los niños que practicamos boxeo somos los que pegamos y la realidad es que hay muchos niños y niñas que sufren bullying que vienen al gimnasio para aprender a defenderse y a ninguno de ellos les ha pegado alguien que sabe practicar boxeo.

¿Tienes muchos amigos en este deporte?

Sí. Aunque en los últimos años mucha gente se ha animado a practicarlo, la competición de boxeo es una pequeña gran familia donde nos conocemos la mayoría. Los campeonatos me han permitido conocer a muchos niños que tienen la misma afición que yo y que son de muchos lugares diferentes de España. Solemos coincidir en los torneos y siempre acabamos jugando cuando terminamos de competir.

Seguramente, tú, Jesús, nos puedas contar sus primeros pasos en el boxeo y cómo se adentró en el mundo de la competición.

Su hermano, su madre y yo entrenábamos en Madrid en La Escuela Boxeo, el gimnasio del boxeador profesional Jero García. Allí jugaba con las cosas que había por el gimnasio y nos veía entrenar a los tres. Con el paso del tiempo empezó a saltar a la comba. El espíritu competitivo que tiene le hizo aprender muy rápido y mejorar su técnica mucho. En poco tiempo pasó de hacer un salto de niño de colegio a hacer saltos de lado a lado, dobles y triples saltos. El siguiente paso fue la sombra, imitando nuestros movimientos sentó las bases de una buena técnica. Esto le ha permitido tener una muy buena postura, defensa y posicionamiento. El año pasado, en su primer año como infantil, comenzó a realizar contacto. En la categoría infantil (once y doce años) tan solo pueden dar tres toques rectos, que no golpeos, y una defensa. El año que viene entra en la categoría cadete (trece y catorce años) en la que se permiten tres toques (no golpes) consecutivos y una defensa, valorando los jueces la técnica y los toques conseguidos.

Aimar, ¿recuerdas la primera vez que competiste?

Recuerdo que estaba muy nervioso. Siempre tengo mucha confianza en mí mismo y siempre pienso que voy a ganar. Mi padre me dice muchas veces que me lo creo demasiado, pero cuando sales a competir da igual el rival que tengas. Siempre tienes que pensar que vas a ganar. Confío mucho en mis capacidades, aunque a veces eso me quite un poco las ganas de entrenar.

¿Cómo es llegar a una competición nacional?

Me sentí muy privilegiado porque, aunque ya había competido en el Campeonato de Madrid, nunca llegué a ver a tanta gente en las gradas pendiente de la competición. El pabellón estaba lleno, pero supe controlar los nervios y conseguí que no me afectara. El primer combate fue contra un boxeador andaluz, y no tuve grandes problemas para ganar. En el segundo combate tenía la presión de conseguir el título. A pesar de ello tenía mucha confianza en mí mismo y salí muy mentalizado al ring. Combatí contra Lázaro, un compañero contra el que ya me había enfrentado. Tiene muy buen boxeo, pero tiraba muchos golpes curvos y no se movía. Los árbitros le penalizaron por ello y gané.

¿Cuáles son tus mayores virtudes y defectos como boxeador?

Se me da muy bien el movimiento de piernas y la derecha. El movimiento de piernas me permite moverme con mucha soltura en el ring, lo que hace que el otro boxeador se “maree”. Me dicen que la derecha es muy explosiva y controlar muy bien este golpe muchas veces te garantiza el éxito. Sin embargo, la guardia es uno de mis puntos débiles porque en ocasiones la bajo mucho. Todavía no tengo el fondo que tienen los boxeadores más mayores. Aun así, practico mucho para tener una guardia cerrada. Mi primer sparring lo hice con Sara The machine y al acabar me dijo que tenía mucho flow. Destaco por mi movimiento encima del ring, es una cualidad que me han mencionado muchas veces.

¿Qué supone la figura de tu hermano para ti?

Asier es un ejemplo a seguir. Me fijo mucho en él y cuando entrenamos juntos me da muchas claves para ser mejor. A veces me hacen correcciones que son difíciles para mí, es lo malo de entrenar con un boxeador que está en la selección española. Ambos somos muy diferentes boxeando. Jero siempre dice que Asier es el fino estilista y yo el duro fajador. Lo mejor es que los éxitos que ha tenido mi hermano en su carrera no me suponen una presión. Yo he empezado antes que él a entrenar y competir. Poco a poco voy consiguiendo títulos que él ya tiene, como el Campeonato de España en edad escolar. Eso sí, cuando se mete conmigo mientras entrenamos le tengo que recordar que yo he conseguido ser campeón de España antes que él.

Tu hermano es Asier Dinamita, ¿qué apodo tienes tú?

Me pusieron el apodo de Aimar Bam-Bam, como el personaje de los dibujos animados Los Picapiedra, Bam-Bam Mármol. Siempre me ha gustado mucho Tyson por la fuerza de sus golpes. Yo soy un poco bruto y me gusta golpear con fuerza. Me pusieron el nombre de este personaje porque es muy fuerte.

¿Cómo es tu estilo de boxeo?

Aunque me gusta pegar fuerte, sé cuándo tengo que tirar de técnica y ser más preciso. Me gusta combatir en la media distancia porque me siento muy cómodo en el movimiento, aunque también entro mucho al intercambio de golpes. Creo que la clave para ganar es analizar el boxeo que hace tu adversario y buscar sus puntos débiles.

Jero García ha sido una figura muy importante para toda la familia. ¿Qué recuerdos tienes de él?

Jero ha sido mi segundo padre. Él me ha visto crecer jugando entre los sacos de su gimnasio, y siempre me ha apoyado y guiado en mi camino dentro del boxeo. Siempre ha estado para ayudarme a mejorar y para levantarme cuando ya no quería entrenar más. Tener cerca a alguien que te apoye de esa manera y sea tan importante en el mundo del boxeo como es él es una gran suerte por la que siempre le estaré agradecido.

2022 ha sido tu mejor año.

Cada temporada intento aspirar a ganarlo todo, pero los años anteriores siempre hubo alguna competición, como el Campeonato de España, que se me resistían. Este año hemos trabajado mucho y eso ha hecho que ganara todo lo que me he propuesto. Empecé la temporada ganando el Torneo Redención de la Comunidad de Madrid, después llegó el Campeonato de la Comunidad de Madrid y el Campeonato Nacional en edad escolar. Estoy muy contento de haber conseguido todos lo que me he propuesto porque es una motivación muy grande para seguir mejorando.

Este año lo has ganado todo, pero también te has encontrado con las derrotas. ¿Qué tal llevas perder?

Mi primera derrota fue dura porque nunca había experimentado la sensación de perder y me puse a llorar. Como te he dicho, siempre salgo muy mentalizado de que voy a ganar porque creo que es la única manera de conseguir una victoria. Pero a veces no es suficiente, y me cuesta asimilarlo al principio. Siempre tengo el apoyo de mis amigos nada más terminar el combate y eso ayuda mucho a que esa sensación tan mala se pase rápido y me ponga a jugar.

Y como padres, ¿qué supone tener un hijo que compite en este deporte?

Desafortunadamente, no es un deporte que goce de mucha visibilidad en nuestro país, y ese es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos cuando la gente sabe que nuestros hijos practican boxeo. Asier forma parte de la selección española de boxeo, un mérito deportivo que en otros deportes como el fútbol conlleva una serie de ayudas y proyección deportiva mucho mayor. La afición por el boxeo crece cada año y se refleja el número de niños federados que hay, pero nos queda mucho camino por recorrer. Como padres, nos gustaría que todo el esfuerzo que hacemos para que nuestros hijos desarrollen una carrera deportiva estuviera mejor reconocido por las instituciones, con ayudas económicas o facilidades para poder combinar el deporte con los estudios.

Aimar, ¿cuál es tu objetivo para la temporada?

Tengo dos grandes objetivos en mente. El primero es llegar a competir en el Campeonato de Europa de edad escolar que se celebra el año que viene. El otro objetivo es volver a ganar el Campeonato de España de esta temporada.

Asier y Aimar son el ejemplo de dos jóvenes boxeadores que han crecido en un entorno deportivo en el que se aprenden aptitudes tan importantes para la vida como la constancia, el compromiso, el respeto y la deportividad. Estos valores, sumados a un trabajo deportivo constante y con criterio, han hecho que ambos hermanos se hayan adentrado en el mundo del boxeo a través del divertimento y, a su vez, lo hayan convertido en una aspiración como deportistas.

 

Aimar tiene una gran proyección como deportista, y la madurez y compromiso con las que afronta el reto de llegar a ser un gran boxeador son los mejores garantes de una próspera trayectoria deportiva.

 

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