Inicio Entrevistas Entrevista a Iván Renedo

Entrevista a Iván Renedo

3574
0
patrocinado

El joven valdemoreño es Rafael en ‘Malasaña 32’

 Las salas de cine de España han tenido en los últimos meses en pantalla al valdemoreño Iván Renedo. Con tan solo siete años ha participado en numerosas producciones, tanto de publicidad como de ficción. Iván estudia en el CEIP Nuestra Señora del Rosario, centro en el que también estudiaron sus padres, valdemoreños de toda la vida.

Llegó al mundo de la interpretación de manera accidental. Como si habláramos de la típica historia de un artista consagrado que acompañó a su amigo a un casting y le seleccionaron a él, Iván acompañó a su hermano Víctor a varias producciones y quiso apuntarse. Tras una sesión de fotos vinieron los primeros proyectos, e Iván y sus padres descubrieron que conseguía conectar con las historias y que las cámaras le divertían.

Su última aparición, y la más importante hasta el momento, ha sido en la película de terror Malasaña, 32, del director Albert Pintó. En este largo hace el papel de Rafael, uno de los tres hijos de una familia que se instalan en el madrileño barrio que da nombre a la película. Su aparición en ficción ha hecho que su carrera vire hacia la narrativa, habiendo participado recientemente en series como Alta Mar.

 ¿Qué curso estás haciendo y qué haces en el colegio?

Contenido Patrocinado
Publicidad LRDV

Voy a primero de Primaria. En el colegio me divierto mucho porque juego con mis compañeros. Lo que más me gusta es cuando me suben una carita rosa. Hoy me he portado muy bien y me han subido una carita rosa que me la apuntan en la agenda. Si me porto mal, me ponen una carita roja. Solo tengo una carita roja este trimestre y seis caritas rosas. En el recreo juego con mis compañeros e intercambiamos muñecos que coleccionamos. Con los profesores también me llevo muy bien.

¿Qué es lo que mejor se te da?

Matemáticas, el trimestre pasado conseguí un diez en las notas. También me gusta mucho gimnasia porque jugamos y hacemos circuitos. Antes estaba apuntado a atletismo, con el Club de Atletismo de Valdemoro.

¿Qué sueles hacer cuando sales del cole?

Los martes y los jueves voy a Inglés. No me gusta mucho inglés, me da un poco de pereza, pero luego me lo paso bien. Antes también hacía atletismo, y me gusta jugar en el parque con mis amigos.

¿Cuál fue tu primera aparición delante de las cámaras?

Fue una publicidad para Nutribén. Yo estaba con mi hermana pequeña y tenía que pintar en la pared. Cuando nuestro padre nos veía, yo tenía que decir: «¡Ha sido mi hermanita!». Me molestaba un poco la pintura (maquillaje), tenía toda la cara manchada: la nariz, la frente, la barbilla. Estuve una o dos horas con el maquillaje y luego ya me lo pude quitar. Me gustó mucho la experiencia.

¿Qué más cosas has rodado?

He hecho varias publicidades: Renfe, McDonald’s, Juguettos, Coca Cola, Citroën, Ford y Toys R Us. También he rodado en series como Alta Mar y la serie italiana Los relojes del diablo. Pero el rodaje que más me ha gustado de todos ha sido la película Malasaña 32.

¿Qué es lo que más te gusta de los rodajes?

Me gustan los rodajes porque tengo la oportunidad de conocer a muchas personas y hacerme sus amigos. Todo el mundo es muy amable en los rodajes y es divertido grabar.

¿Cómo preparas los personajes?

Primero me relajo y luego hago un movimiento secreto, el saludo de concentración. No lo tengo que hacer siempre porque muchas veces me concentro muy rápido. Cuando terminamos de ensayar me gusta hacer tomas falsas con mi madre. Las grabamos y luego nos reímos. En muchos rodajes no tengo texto, ensayamos las acciones que tengo que hacer y los gestos. Si hay un guion me aprendo las frases que tengo que decir y luego el director me dice cómo las tengo que decir: alegre, triste, enfadado, con miedo.

Tu papel más importante hasta el momento ha sido el de Rafael en la película Malasaña 32. ¿Cómo ha sido estar en el rodaje de una película de miedo?

En los castings le dije a mi madre que lo iba a hacer mal para que no me llamara. En el segundo casting vino el director y tuvimos que hacer una escena de miedo en la que hablábamos con una marioneta. Me daba miedo y no me gustaba. Mi representante, Jenny, habló conmigo y me enseñó que todo era un juego y no pasaba nada. Me alegro de que ya no tuviera miedo porque en el rodaje me lo he pasado muy bien. Jugaba con todo el equipo y si terminábamos pronto nos íbamos a cenar con el director y todos los actores. Para que no me diera miedo también me enseñaban cómo iban maquillando al monstruo. Me enseñaban cómo le ponían las uñas grandes y un día me las pusieron a mí. Con Javier Botet, el actor que hacía de monstruo, tenía escenas de nivel cuatro, que era mucho miedo, pero con Lola tenía una escena de nivel cinco, que era muchísimo susto. Me cogía fuerte de la cara. Una vez estábamos rodando una escena con Lola y el director me avisó de que iba a haber un grito, yo pensé que no iba a gritar mucho, pero gritó muy fuerte y yo grité de verdad del susto. Aguanté hasta que cortaron la escena y me puse a llorar del susto, aunque me habían avisado.

¿Cómo has preparado el personaje de Rafael?

Para la película hicimos muchos ensayos con el director y el resto de actores antes del rodaje. Durante toda la película tuve a dos coachs, Yaël y Rebeca, que me ayudaron a preparar el personaje y las diferentes escenas. Me enseñaron los diferentes niveles de miedo. El nivel uno era poco miedo y el nivel cinco era muchísimo miedo. Además, me enseñaron a expresar muchas más emociones. Me hicieron un cartel muy grande que teníamos en la pared con todas las escenas que yo rodaba en la peli, y según el estado de ánimo del personaje tenía puesto un color. Cuando llegaba al rodaje me daban una hoja con las escenas que íbamos a rodar en el día y mirábamos el cartel de la pared para saber si tenía que estar alegre, triste o cómo de asustado tocaba ese día. Al final del día tachábamos las escenas rodadas en el cartel de la pared.

Hemos podido ver en la presentación de la película que la casa estaba encantada. ¿Tú lo has vivido?

Pasaban muchas cosas raras. La casa estaba encantada y había un fantasma medio monstruo que hacía ruidos.

¿Cuál ha sido la escena más complicada para ti?

Fue cuando la mano del monstruo sale de la televisión y me coge la cara. Me daba mucho miedo esa escena porque salía una marioneta en la televisión con una voz muy extraña. Yo creía que iba a salir el monstruo de verdad de la tele, pero en el rodaje vi que solo era una mano y que en la tele no se veía nada. Hicimos dos tomas y cuando lo conseguimos el director me abrazó y todos estábamos muy felices por haberlo conseguido. Fue muy emocionante.

¿Qué has aprendido del mundo de los rodajes?

He aprendido a doblar las voces cuando no se escucha bien en rodaje. Es divertido porque ves la imagen y tú le vuelves a poner la voz. También he aprendido lo que es el raccord. Cuando rodamos una escena y es buena, hay que mantener las cosas igual para el siguiente plano. Así en montaje parece que todo está pasando al mismo tiempo. También he aprendido los planos que hay: plano general, que se ve todo el cuerpo y toda la familia, primer plano, que es de la cara, plano corto y plano medio.

¿Qué te gusta más, la publicidad o la ficción?

Me gusta más la ficción porque el rodaje es más largo y puedo estar más tiempo con mis amigos del rodaje. Además, si es verano también podemos ir a la piscina. Cuando llego reparto besitos para todos porque son mis amigos.

No has podido ver Malasaña 32 porque es para mayores de 12 años. ¿Verás la película cuando seas más mayor?

Creo que no porque me dan mucho miedo ese tipo de películas. Quizás cuando tenga treinta y dos o cuarenta años.

Has podido presentar la película en los cines de Valdemoro.

Fue muy chuli porque cuando terminó la película todo el mundo me dijo que lo había hecho genial. Como era mi cumple, la gente del Ayuntamiento me hizo un regalo para entretenerme en los rodajes.

¿Qué te gustaría ser de mayor?

Actor, para poder seguir haciendo películas. También me gustaría ser inventor para poder inventar cualquier cosa y científico para hacer una cosa que destruya el plástico. En los rodajes también pinto mucho, así que me gustaría ser pintor.

¿Qué te gusta pintar?

Me gusta contar historias con los dibujos. Por ejemplo, en este dibujo [señala uno] hay un monito preguntándose por qué viene el monstruo si no hemos hecho nada. También hay otros personajes que le tapan la boca gigante. Mientras otros se asustan hay uno que les va a salvar a todos.

¿Qué es lo que más te gusta de Valdemoro?

El parque Tierno Galván, allí voy mucho a jugar y me gusta porque hay un lago y hay patos.

¿Qué rodajes vas a hacer dentro de poco?

Mañana me voy a León a rodar con mi tita. Me gusta mucho irme con mi tita porque vamos a ir en tren y nos quedamos allí a dormir juntos con mis muñequitos. El rodaje es para una serie del Camino de Santiago, se llama Tres caminos de Amazon Prime.

¿Qué sueño te gustaría cumplir?

Hacer muchos más rodajes para seguir conociendo a gente guay y seguir descubriendo ciudades y lugares chulis.

Iván ha ganado confianza en sí mismo, habilidades sociales y organización para combinar los rodajes con los estudios. Que existe muy buen feeling entre la cámara e Iván es un hecho. Tiene una media muy alta de casting a los que se presenta y en los que ha sido seleccionado. Mientras duren la ilusión y los buenos resultados académicos, podremos disfrutar de la alegría de este pequeño valdemoreño tanto en la pequeña como en la gran pantalla.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres