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Atlético Valdemoro C. F.

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Orgullo rojiblanco y embajador del fútbol local

Era necesaria la aparición en estas páginas de unas de las instituciones deportivas que históricamente han sido más importantes para Valdemoro, el Atlético Valdemoro C. F. Es por ello que nos reunimos con su actual presidente, Fernando Albor, para conocer la historia de este club y sus nuevas pretensiones con un proyecto deportivo totalmente renovado.

 El club inicia su andadura en el año 1957 dentro de las ligas de Educación y Descanso. Los primeros integrantes fueron jóvenes valdemoreños, tradicionalmente conocidos como los quintos, que decidieron jugar sus partidos en el campo de la pradera. La mayoría de ellos no tenían posibilidades económicas para marcharse del pueblo para jugar; tan solo unos pocos, como Mauricio Matías, consiguieron hacerse un hueco en equipos de la capital. La Unión Deportiva Valdemoro se creó sobre los cimientos de la amistad y la fraternidad que unos jóvenes depositaron en este proyecto deportivo.

La liga de Educación y Descanso la formaban equipos de localidades compuestos por jugadores de canteras y trabajadores. El propósito de la U. D. Valdemoro siempre fue crear un club que tuviera un renombre dentro de la comunidad. El final de los años cincuenta y comienzos de los sesenta fueron una época complicada a nivel político y económico, esto hizo que su constitución como club no se formalizara hasta pasada la primera mitad de los años sesenta.

Amistoso contra el Atlético Aviación (19/03/1965) (Fotografía_Atlético Valdemoro C.F.)

En 1966 el equipo comienza su andadura federativa bajo el nombre de Asociación Deportiva Valdemoro. No fue hasta pasados varios años cuando acuñaron el nombre que ha perdurado durante décadas, Atlético Valdemoro C. F. El equipo empezó en una liga regional con encuentros entre equipos de la zona debido a la complejidad de los desplazamientos.

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Con el paso de los años, el club se fue articulando como una institución más del pueblo. Tanto es así que la mayoría de los vecinos que más tiempo llevan viviendo en Valdemoro recuerdan con nostalgia las tardes de fútbol en el campo del Valdemoro. Los domingos a las cinco de la tarde todos los vecinos tenían una cita con el deporte, un motivo de festejo y de reunión que creó comunidad durante décadas. Tras la misa y la comida, los vecinos se agrupan en el campo de fútbol para ver a su equipo jugar. Era habitual ver el palco ocupado por los representantes políticos del pueblo, las monjas y los guardias civiles.

El equipo creció gracias al esfuerzo y dedicación de muchos que llegaron a tomárselo como una profesión. Debido a su repercusión también se hicieron importantes esfuerzos económicos que permitieron al club mejorar su plantilla y acumular ascensos. Hasta la llegada del nuevo estadio los encuentros se disputaban en el campo de fútbol de la pradera. El terreno de juego era de tierra y estaba muy bien cuidado para el equipo. Por petición popular, debido al crecimiento del equipo, se construyó el actual campo que se encuentra dentro del Polideportivo Municipal de Valdemoro. Este estadio, de césped natural, fue un motivo de ilusión tanto para jugadores y directiva como para los vecinos que acompañaban cada fin de semana al equipo.

Amistoso contra el Real Madrid (07/12/1966) (Fotografía_Atlético Valdemoro C.F.)

En la década de los ochenta, cuando el Atlético Valdemoro poseía una plantilla asentada y de calidad, se disputaron los partidos más importantes del club, con las eliminatorias coperas frente al Real Betis Balompié y contra el Atlético de Madrid. El equipo disputó la liguilla de ascenso a Segunda División B en 1979 contra el Conquense, pero no pudo ascender por motivos económicos.

Una de las peculiaridades de ese equipo que marcó una etapa clave en la historia deportiva de la localidad fue que más del 90 % de la plantilla estaba compuesta por valdemoreños que todavía hoy son vecinos. El equipo se había enfrentado previamente a grandes clubes como el Real Madrid, con la particularidad de que en la portería se encontraba el futuro cantante Julio Iglesias.

¿Qué recuerdas de esta época dorada del club?

«El único partido que recuerdo de esta época fue el que disputamos contra el Real Betis Balompié. Fue un lleno completo y se inauguró la iluminación del estadio. A la gente no le importaba el resultado final, el acontecimiento era que un equipo de la envergadura del Betis iba a enfrentarse a “nuestro Valdemoro”. Estábamos ahí arriba y solo eso era motivo de celebración».

La década de los noventa y los comienzos del siglo XXI fueron tiempos de estabilidad para el Atlético de Valdemoro. El equipo logró consolidarse en Tercera División manteniéndose en puestos de mitad superior de la tabla. Fue a partir de 2002 cuando el club comenzó a descender hasta ser dado de baja federativa en enero de 2017.

Un club construido sobre valores

Tan solo dos meses después de su desaparición de la competición, el espíritu que fundó este club volvió de la mano de Fernando Albor, nieto de Eduardo Albor, quien fue presidente del club y presidente honorífico, entre otros cargos directivos, hasta que falleciera en 2002. En marzo de 2017 el club se refunda. Reconstruir un proyecto deportivo que se había erguido durante décadas no fue tarea fácil. Durante su primer año el club retomó la competición bajo el nombre Atlético Valdemoro 1966 C. F., hasta que se consigue recuperar el nombre que durante décadas había representado al club.

Ida Copa del Rey contra el Atlético de Madrid (08/12/1979) (Fotografía_Atlético Valdemoro C.F.)

¿Cómo fue el proceso de reconstrucción del club?

«Cuando asumí la dirección, el club acumulaba una importante deuda económica. Nos encontramos un club con una directiva sin registrar en la Comunidad de Madrid desde 2007, algo que denotaba el bajo nivel de conocimientos sobre la gestión que tenían muchos de sus miembros hasta el 2017  Una vez subsanado ese problema, pasamos a reestructurar tanto la organización como la parte deportiva, con el objetivo de crear categorías inferiores que nutran de jugadores a los equipos superiores mediante la proyección. Uno de los primeros pasos que tuvimos que dar fue construir un plan financiero bastante complejo que nos permitió liquidar esa deuda. La primera temporada tuvimos que competir bajo el nombre Atlético Valdemoro 1966 C. F. hasta que, gracias a que no se había dado de baja en la Comunidad de Madrid, conseguimos recuperar el nombre original y la antigüedad del club».

El nuevo proyecto deportivo tiene como ejes de acción principales la formación y competición de los futbolistas. Esta hoja de ruta apuesta por la integración de todos los futbolistas, haciendo especial hincapié en la cantera y su formación con vistas a conseguir jugadores con valores y destrezas para defender el club en su primer equipo.

¿Cuál es vuestro proceso de selección de los jugadores que pasan a formar parte del club?

«Nosotros no hacemos prueba de nivel, creemos que no es justo valorar el esfuerzo y la calidad de un jugador con una prueba en un momento determinado. Para nosotros es más importante que el jugador tenga valores humanos, como la constancia y el compañerismo, que una gran calidad técnica. Nuestro objetivo es que todos los jugadores se sientan cómodos en el club y se proyecten entre ellos haciendo lo que más les gusta, en este caso el fútbol».

En estas dos temporadas se han organizado talleres de motivación y apoyo en el estudio para que los jóvenes aprendan a gestionar los nervios y cambios de comportamiento, tan habituales en algunas edades, que pueden desembocar en malos resultados académicos. El Atlético de Valdemoro ha querido comprometerse con los jóvenes en estos aspectos, que en muchos casos no afectan al nivel deportivo, porque entienden que el entrenador es una figura muy importante en la que los propios jóvenes pueden llegar a apoyarse antes que en su propia familia o docentes. El vínculo entre jugador y entrenador puede llegar a ser muy estrecho y una vía para la conciliación académica y deportiva.

La formación deportiva del club también pasa por atender aspectos donde se fomenten los valores. El club da preferencia a estos aspectos antes que a los resultados deportivos. Por ello es muy importante crear un entorno donde los futbolistas tengan la flexibilidad necesaria en su compromiso deportivo que les permita atender sus estudios. El equipo técnico del club hace un seguimiento de los resultados académicos, tomando medidas al respecto si las notas no son favorables. Estas acciones forman parte del Contrato de Compromiso Académico, una iniciativa propia que tiene como objetivo reforzar la ayuda frente al fracaso escolar.

Para que la información fluya y el contrato tenga éxito un agente muy importante en el proceso son los padres. Formadores y padres mantienen una comunicación continua que pretende hacer un balance de los progresos que el jugador va obteniendo a lo largo de la temporada. Fuera de los terrenos de juego también se celebran actividades de fraternidad, como barbacoas, que fomentan los lazos que se tienden entre jugador, entrenador y padres.

¿Cuál es vuestra filosofía de formación a nivel deportivo?

«Nuestra filosofía es el trabajo, la responsabilidad y ser conscientes de que pertenecen a un club. Es importante que los jugadores comprendan que forman parte de una institución, y eso conlleva una disciplina. Cuidamos detalles como ponerse las botas solo en el campo, la higiene, la puntualidad o una buena imagen porque creemos que son estos aspectos los que diferencian un club de otro tipo de equipos».

Dentro de lo estrictamente deportivo, la formación comienza atendiendo la preparación física de los jugadores según el nivel de cada uno. Tras la preparación física comienza el proceso técnico, momento para desarrollar las destrezas futbolísticas. Por último, se aborda la preparación de cara a la competición, o lo que es lo mismo, cómo aplicar esas aptitudes físicas y técnicas en un encuentro con un rival. Este proceso de maduración de un equipo puede durar varios años.

El plan deportivo se adapta a cada categoría. La pasada temporada se incluyó un equipo denominado como debutantes, con jugadores que rondan los cinco años. Con este grupo se trabaja la psicomotricidad, el desarrollo sensorial y la integración de la mano de un terapeuta ocupacional. Gracias a estos ejercicios, los más pequeños del club experimentan nuevas sensaciones, como el contacto con un balón, el tacto del césped o la euforia por marcar un gol.

Se practican dos entrenamientos por semana y una competición el fin de semana. El equipo técnico, compuesto por ocho entrenadores, un coordinador deportivo y dos delegados, posee diferentes niveles de formación desde la de entrenador en sus diferentes niveles hasta máster en dirección deportiva. El club también cuenta con técnicos auxiliares, personas que a pesar de no tener una formación académica específica poseen una amplía experiencia y vínculo con el Atlético Valdemoro. A lo largo de la temporada también se llevan a cabo eventos adicionales, como torneos y homenajes.

La nueva era del club

En la actualidad el club cuenta con quince equipos federados a los que se suman dos equipos de fútbol-7 que participan en la liga local y un equipo de veteranos. Los equipos están compuestos por desde quince jugadores en los más pequeños hasta plantillas de veintidós jugadores en categorías más avanzadas. En total, alrededor de 250 jugadores forman parte del Atlético Valdemoro.

Dentro de la competición federada tienen equipos insciritos en todas las categorías. El club está representado por un equipo en la categoría de debutantes, un equipo en prebenjamines, dos equipos en categoría benjamín, tres alevines (dos de fútbol-11 y uno de fútbol-7), un equipo infantil, un equipo cadete, dos juveniles y el equipo sénior. Aunque no existe equipo femenino desde la pasada temporada, hay equipos mixtos hasta la categoría infantil incluida.

La temporada 2018-2019 ha sido el momento de comenzar a cosechar resultados del proceso de maduración de dos años que han experimentado los equipos desde la refundación. A partir de la segunda mitad de la temporada los esfuerzos se han visto reflejados en el césped. El mejor resultado lo ha obtenido el Juvenil B con el sexto puesto en la clasificación.

El nuevo proyecto deportivo del Atlético Valdemoro también está comprometido con las iniciativas que se desarrollan en nuestro municipio. Entre el personal deportivo del club se encuentra Jorge Forgueiras, que ostenta el cargo de delegado a través de un proyecto conjunto con la asociación local Con Otra Mirada. Gracias a esta iniciativa, personas con diversidad funcional tienen la posibilidad de integrarse en la actividad del club. Además, colaboran con otras asociaciones como Amival o aiBa apoyándoles en las acciones que desarrollan a lo largo del año.

Puedes visitar la sede propia del club (avenida Mar Mediterráneo, 89 posterior) y su exposición de los trofeos, fotografías, balones y muchos más objetos importantes que han escrito la historia del club. El club quiere agradecer a todas las personas que ya no están, pero que han hecho posible su crecimiento con su labor.

Dentro de los objetivos para la próxima temporada se encuentra la creación de un equipo de diversidad funcional en competición federada. Por delante queda una temporada muy esperanzadora en la que crecer deportivamente y continuar con este proyecto deportivo que pretende crear un espacio donde los jugadores locales puedan crecer como personas y futbolistas.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres