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‘No estarás sola Anna’, un oscuro pasado de Amabel Martínez

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La autora local se estrena con una obra que no dejará indiferente 

No estarás sola Anna, un oscuro pasado (2021) es el primer libro de Amabel Martínez, vecina de Valdemoro. La novela crea la realidad y ficción que muchas personas viven desde la infancia hasta la edad adulta, pasando por momentos tan difíciles ajenos para la gente de alrededor, pero que condicionarán el porvenir de la protagonista. Para la autora: «Es una novela que desde el principio que comienzas a leer quieres saber más y más». Creada con muchos personajes, su protagonista es Anna, una chica joven que lo pasará muy mal a lo largo del libro por creer que todo el mundo es bueno.

Cada capítulo lleva una esencia que hará enganchar al lector cada vez más. Sus escenarios, diálogos, personajes te trasladan a un pasado oscuro por al que ninguna persona le gustaría pasar, un pasado que hoja tras hoja te transportará a la vida de Anna.

El propósito de la autora es que los lectores se sientan identificados y hagan cambiar sus pensamientos y actitudes. Es una novela de intriga, espectacular, en la que querrás saber cuál es su final, porque un pasado oscuro… ¿podría tener un buen futuro?

El libro estará disponible en la web www.autografía.es y las plataformas de Amazon, Casa del libro, Fnac y el Corte Inglés a finales de septiembre.

Amabel Martinez Banegas nació en Madrid en 1990 y vive en Valdemoro. Estudió comercio internacional, trabajó en el sector textil dirigiendo equipos en firmas de alta costura. Estudió y trabajó de auxiliar de veterinaria en clínicas veterinarias. Estudió para azafata de vuelo y trabajó en una compañía aérea internacional, viajando por todo el mundo.

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El valdemoreño Jesús Gallardo recorrerá media España en bicicleta

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Para cumplir el reto ‘Un Km por cada víctima del terrorismo’

El valdemoreño Jesús Gallardo se ha propuesto el reto de recorrer, en ocho jornadas, más de 900 kilómetros en bicicleta por diferentes comunidades autónomas en memoria de las víctimas del terrorismo. El alcalde, Sergio Parra, junto a miembros de la Corporación, le han deseado suerte en esta altruista iniciativa de recorrer un kilómetro por cada víctima con la que el protagonista, guardia civil retirado, quiere reivindicar la memoria de sus compañeros y de las personas asesinadas en atentados terroristas en nuestro país.

Gallardo tiene previsto comenzar su recorrido en Sangüesa (Navarra) el sábado 25 a las 9.00 horas, donde recordará a los dos policías nacionales que fueron asesinados en 2003 a causa de un atentado y finalizar el reto en Valdemoro, el día 3 de octubre, en el parque Víctimas del Terrorismo, junto a las glorietas en memoria de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno, asesinados por ETA.

Zaragoza, Cambrils, Barcelona, Castellón, Alicante, Santa Pola, Torrevieja, Murcia Motril, Málaga, Córdoba, Sevilla, Berlanga (Badajoz), Mérida, Toledo y Leganés son ciudades incluidas en el recorrido y en las que Gallardo recordará a las víctimas de atentados terroristas que se perpetraron en ellas.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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Día Mundial del Corazón en Valdemoro

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Mejorar la salud cardiovascular y reducir los factores que la ponen en riesgo es el objetivo del Día Mundial del Corazón, que se conmemora el 29 de septiembre. Como cada año, el Hospital Universitario Infanta Elena (HUIE) se suma a esta celebración con una jornada que, a causa de la pandemia, se desarrollará únicamente de forma virtual y durante la que se afrontará la protección de este órgano vital desde una perspectiva multidisciplinar. Quienes quieran participar en la misma podrán hacerlo, a las 10.00 h. del jueves 29, a través de este enlace de YouTube (https://youtu.be/V5Ho5MfuACc).

La sesión informativa correrá a cargo de profesionales de diferentes disciplinas clínicas del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y también del HUIE que mostrarán cómo se puede optimizar la salud cardiovascular desde su especialidad. El Servicio de Cardiología abrirá la jornada hablando del control de factores de riesgo, entre los que se introducirá como novedad la contaminación y la incidencia de la calidad del aire en el estado del corazón.

A continuación, desde la perspectiva de la Rehabilitación se hablará de la importancia del ejercicio físico como elemento de prevención primario y también secundario, como instrumento de tratamiento en los programas de recuperación tras sufrir alguna dolencia cardiaca o vascular.

La Psiquiatría también hará su aportación con una charla sobre el estrés y su decisiva participación en el desarrollo de este tipo de enfermedades y de algunos de sus factores de riesgo. La dieta mediterránea y la alimentación serán el argumento de los profesionales de Endocrinología y Nutrición y la influencia del tabaquismo y sus efectos, a cargo de una experta en Neumología pondrá fin a la jornada.

El público que se conecte en directo para asistir virtualmente a las charlas podrá realizar consultas a los ponentes a través del chat del canal de YouTube que serán respondidas a lo largo de la sesión.

JORNADA 29 de septiembre. 10.00 h. https://youtu.be/V5Ho5MfuACc

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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Entrevista a Carmen Trinidad García

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100 años viviendo Valdemoro

El pasado 22 de mayo la valdemoreña doña Carmen Trinidad García García cumplía 100 años. Nacida en Valdemoro en las Eras del Sol, hoy calle Bretón de los Herreros, ha sido vecina de Valdemoro durante todo este tiempo. Siempre atenta con los suyos, ha cuidado varias generaciones de su familia y de familias de renombre como la de la marquesa Villantonia.

Con una guerra civil, una posguerra, numerosas crisis económicas y una pandemia a sus espaldas, Carmen irradia felicidad y agradecimiento por la vida. Toda una vida de servicio a los demás que ahora disfruta del descanso en la Residencia Municipal entre libros, paseos y alguna que otra salida los fines de semana. 

Eres de Valdemoro de toda la vida.

Mis raíces son valdemoreñas, pues tanto mis abuelos paternos como maternos eran de Valdemoro. Mis padres, nacidos en Valdemoro, eran Hilario (el Bartolillo) pues en su familia hacían dulces llamados bartolillos y mi madre, Carmen (la Tortera), pues en su familia se dedicaban a hacer tortas y los famosos sobaos que todavía se hacen en la Panificadora González. Yo nací en las Heras de Sol, que ahora es la calle Bretón de los Herreros. 

¿Cómo recuerdas tu infancia?

Mi infancia la recuerdo trabajando. Mi familia tenía labor en una finca por la que mis padres pagaban para trabajarla. Cuando se marchaban al campo yo me quedaba cuidando a mis hermanos. Mi madre tuvo ocho hijos, pero se murieron cuatro. Teníamos una vida muy complicada porque mis padres tenían que marcharse a trabajar muy pronto. Mi madre me dejaba al cargo de mis hermanos cuando ni siquiera había hecho la comunión. Todas las mañanas me dejaba la comida al fuego y me advertía de que no se quemara. Con el cuidado de mis hermanos y la labor apenas podía ir al colegio. Los días que podía ir estudiaba en las monjas de clausura. Durante la Guerra Civil pude ir al colegio, que estaba en la calle que ahora se llama calle del Colegio. La maestra se llamaba doña Gregoria; y su ayudanta, Rosario.

¿Cómo vivió la llegada de la guerra?

Con doce años me marché a Madrid para trabajar sirviendo en una casa y allí me pilló el estallido de la guerra. Mi primo Gabino vino a buscarme y volvimos a Valdemoro andando. Los coches y camiones se paraban por el camino y nos ofrecían llevarnos a uno o a otro, pero no a los dos. Es por eso que hicimos todo el camino andando. La guerra fue terrible, pasamos mucho miedo, pero tuvimos la suerte de poder pasarla bien. Cuando la situación se puso peor en Valdemoro nos fuimos a vivir a casa de mi tío José, que tenía cueva y era una casa de labor muy grande. Se llamaba la Finca de los Parientes. Cuando los aviones sobrevolaban el pueblo saltaban las alarmas y nos metíamos en la cueva para refugiarnos de las bombas. Cabíamos tres o cuatros familias. Una de mis primas, mi madre y yo lavábamos todos los días la ropa a los soldados de manera altruista porque cerca de la casa de mi tío había un regimiento de caballería donde se quedaban los soldados.

Era habitual que las casas tuvieran cuevas, ¿cuál era su finalidad?

Muchas casas tenían cueva y pozo, porque el agua era muy buena. La gente utilizaba las cuevas como la nevera de la casa, allí se guardaba el queso, la carne y el agua para que se mantuvieran frescos. También se vivía dentro, la cueva que teníamos en mi casa traspasaba la carretera y llegaba hasta las eras. Muchas se taparon porque se podía acceder directamente a las casas y podían robar. 

Tu madre desempeñó durante cuatro décadas uno de los trabajos más peculiares del pueblo, ser la santera del Cristo de la Salud.

Estando todavía en guerra mi madre comenzó como santera de la iglesia. Ella se dedicaba a limpiar y mantener la ermita en buen estado. Toda la familia vivíamos en la ermita y teníamos al párroco don Lorenzo, su padre y su hermana como vecinos en la planta de arriba. Mi familia vivía en el piso de abajo, donde está ahora la administración. La ermita en la que vivimos nosotros la derribaron para hacerla de nuevo, que es como la conocemos ahora. Ayudé mucho a mi madre a limpiar, me acuerdo de que sacábamos agua del pozo que había en el patio. Cuando mi madre murió, estuve dos años continuando el trabajo, aunque yo ya no vivía dentro de la ermita.

Trabajaste para una figura de la nobleza muy vinculada con Valdemoro, la marquesa de Villantonia. ¿Cómo fue tu experiencia con ella?

Conocí a la marquesa porque venía a veranear a Valdemoro. Tenía tres hijos: Alfonso, Luis y Trinidad, con los que yo no paraba de jugar. Ella decidió llevarme a Calatayud, donde también tenía una casa de verano, para que cuidara de sus hijos. Con catorce años me quedé a servir en su casa y viajábamos a Madrid, donde pasábamos el invierno, Calatayud y Valdemoro. La marquesa también pasó la guerra aquí en Valdemoro, en la casa de los Lerena. Su casa todavía sigue en pie, está en la avenida de Andalucía. Su vida aquí era muy tranquila, apenas salía de la casa. Solía ir en coche de caballos a misa. Sus amigas iban mucho a la casa y pasaban las tardes de tertulia. En la ermita del Cristo había unos bancos de yeso donde se sentaban las mujeres a hablar por las noches y ella subía alguna vez. Su vida en Madrid también era muy tranquila, uno o dos días a la semana salía a pasear.

Conociste un Valdemoro muy diferente al de ahora, un Valdemoro donde la gente venía a veranear.

Valdemoro era un pueblo de veraneo para gente que tenía mucho dinero. Tenían sus propias casas, que las llamábamos hoteles, y salían muy poco por el pueblo. La mayoría de ellas se han perdido porque los dueños se han muerto y las familias no las han mantenido. Estaban principalmente en la avenida de Andalucía, el paseo de la Estación y la calle Grande. Valdemoro era un pueblo elegante, donde venía la gente pudiente.

¿Qué aficiones te ha gustado desarrollar?

En mis ratos libres de trabajo me gustaba coser, hacer ganchillo y leer. Me gusta mucho leer novelas pequeñas. Mis padres no se podían permitir libros y no había mucho tiempo porque había que trabajar, por eso me gustaba mucho leer novelas rápidas. Cuando llegaban las fiestas patronales, los jóvenes bajábamos en grupo al baile y alguna vez íbamos al teatro. El pueblo se llenaba de vida con las fiestas porque todo se concentraba en la calle Grande y la plaza del Ayuntamiento.

Has cosido la ropa de varias generaciones de tu familia.

Siempre me gustó mucho hacer ganchillo y punto, he hecho prendas para toda la familia, lo que nos ha ahorrado faldas, arullos, patucos, manteles y demás a muchas generaciones. Ahora ya no puedo coser porque se me cansa la vista. Tenía una hermana modista y nos hacía la ropa. Siempre me ha gustado vestir muy bien, ir bien puesta. Es ahora cuando voy hecha una zarrapastrosa (se ríe). Nunca me ha gustado maquillarme la cara, pero no salía a la calle sin pintarme los labios. Ni con alpargatas. Siempre vestía con zapatos, hasta para tirar el carro de la basura.

¿Cómo era la vida de Valdemoro de mitad del siglo XX?

Mucho mejor que la vida de Valdemoro de ahora. El pueblo era mucho más pequeño y la comunidad era mayor. Hacíamos tertulias entre los vecinos y los más próximos eran miembros más de la familia. Gregorio, el cartero de Valdemoro, y su mujer, Kika, eran más que vecinos, eran considerados familia hasta por mis sobrinos, que los llamaban tíos. En la ermita había bancos y un pretil donde nos sentábamos las mujeres a charlar y a hacer punto.

Has vivido muchos años fuera de Valdemoro, pero siempre has vuelto.

Después de trabajar en la casa de la marquesa de Villantonia volví a Valdemoro para cuidar de mi padre porque enfermó. Más tarde volví a Madrid y estuve trabajando en otra casa de don José Suárez. Con cuarenta años volví porque mi madre enfermó. Fue entonces cuando empecé a trabajar con mi hermana Loli y mi cuñado Julián en su tienda de ultramarinos en el barrio de la Estación. Hoy lo conocemos como un barrio, pero entonces era prácticamente un pueblo apartado. Como no había panadería tenían que llevar el pan y nuestra tienda hacía las veces de supermercado para los vecinos.

¿Cómo vivió la primera industrialización de Valdemoro en el barrio de la Estación?

La llegada de la industria trajo mucha riqueza al pueblo. Hasta entonces había un par de fábricas de yeso donde trabaja gente del pueblo, pero la mayoría se dedicaban al campo. Cuando entraron empresas como Anguita, La Mana o la Veintiocho llegó mucha gente de otros puntos de España a vivir a Valdemoro. Recuerdo que algunos vecinos de toda la vida se quejaron porque pedían trabajo primero para la gente de aquí porque les quitaban los terrenos para construir fábricas. En esa época creció mucho el pueblo y sobre todo la zona de la pradera.

¿En qué inviertes tu tiempo ahora?

Llevo en la residencia dieciocho años. Me gusta pasear, leo revistas y tengo una novela que la leo a golpes porque me duele la vista. Se titula Yo, Julia, de Santiago Posteguillo y tiene tres dedos de gorda. A veces veo la tele, pero no mucho. Los domingos salgo a comer a casa de mi hermana y veo a la familia.

Carmen mantiene una memoria que muchos deseáramos con muchas décadas menos vividas. Sentarse en la terraza de la residencia a charlar con Carmen es uno de esos regalos que te ofrece la vida, pues eres afortunado de poder hablar con una persona que ha sido testigo de la historia reciente del lugar en el que has crecido.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres

 

 

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Valdemoro apuesta por un transporte urbano menos contaminante y accesible

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El alcalde, Sergio Parra, acompañado de miembros de la Corporación municipal han conocido de primera mano las ventajas de accesibilidad y medioambientales de los vehículos propulsados a gas que prestan servicio en Valdemoro, tanto en las líneas de autobús urbano como interurbano. Los vehículos que utilizan este combustible reducen las emisiones de gases contaminantes así como su nivel sonoro, cuentan con sistemas de frenado y antivuelco de última generación para garantizar la seguridad de los viajeros y están equipados con rampa automática, espacios para silla de ruedas y asientos reservados para viajeros con movilidad reducida.

Todos los autobuses interurbanos que prestan servicio en la localidad están propulsados por gas natural comprimido, además de 15 de los 22 que cubren las 7 líneas urbanas.

Pedro Amaro y Juan Carlos Ruano, de la Empresa Aisa, han sido los encargados de exponer las ventajas del gas natural en el transporte urbano en el transcurso de un acto organizado con motivo de la Semana Europea de la Movilidad.

muestra de autobuses ecológicos urbanos e interurbanos de la empresa Aisa

Dos de estos vehículos permanecerán estacionados hoy, Día Mundial sin Coches, en la plaza de la Constitución, que permanece cortada al tráfico, para que la ciudadanía sepa de las ventajas de este combustible menos contaminante, las medidas técnicas de seguridad que llevan incorporadas así como las establecidas para garantizar la seguridad sanitaria de los viajeros, conductores y personal de servicio frente a la Covid 19, todo ello con el fin de promocionar el uso del transporte público.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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El Hospital de Valdemoro participa en “C-Salud”, un ambicioso proyecto de aplicación del Big Data para crear salud

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El Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, participa en «C-Salud», un ambicioso proyecto de aplicación del Big Data para la creación de Salud poblacional coordinado por la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) de este centro -y de la que también forman parte los otros tres hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública de Madrid -los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz (Madrid), Rey Juan Carlos (Móstoles) y General de Villalba (Collado Villalba)-, con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz.

«C-Salud» es la mayor iniciativa de estas características en nuestro país, tanto cuantitativamente, al implicar el trabajo en red de cuatro centros, con sus correspondientes profesionales e información y experiencia de pacientes -acercándose con la suma de sus áreas de referencia al millón de habitantes-; como cualitativamente, al involucrar en el análisis de datos para la mejora de procesos asistenciales e iniciativas en todos los ámbitos asistenciales clave con una triple dimensión: prevención, detección precoz y tratamiento personalizado.

Además, destaca el grado de implementación del proyecto, ya que «no es una propuesta de futuro, sino toda una realidad, el apoyo corporativo con el que cuenta, su liderazgo clínico y su componente estratégico, al impactar positivamente en tres ejes principales del hospital: trabajar en la prevención en salud, mejorar la experiencia del paciente y gestionar responsable y eficientemente los recursos», afirma el Dr. Javier Arcos, coordinador de la UICO.

El proyecto es resultado de dos décadas de evolución en datos e información clínica en esta red asistencial, ya que desde que comenzó el siglo XXI estos hospitales no han dejado de alcanzar hitos en su ya consolidada etapa digital. Entre ellos destacó la puesta en marcha de la historia clínica electrónica (HCE); el lanzamiento de Casiopea, la e-consulta, el Portal del Paciente (aplicación de desarrollo propio), los Servicios No Presenciales y la digitalización de la totalidad de su Departamento de Anatomía Patológica en la pasada década; y la creación, al final de la misma, de la UICO, incubadora de numerosos proyectos como el Nuevo modelo asistencial en Aparato Locomotor (APLO), E-Res Salud (Programa de Evaluación de Resultados en Salud y en experiencia de paciente, PROMs y PREMs), la Smart Room o Casiopea Mobility, todos ellos apoyados en las diferentes líneas de «Salud Digital».

Una trayectoria que culminó hace dos años con la creación de la Unidad de Big Data e Inteligencia Artificial para agilizar la búsqueda, extracción y manejo de datos desde diferentes fuentes y optimizar la detección de patrones de comportamiento con el fin de ayudar en la toma de decisiones clínicas. Coordinada por Antonio Herrero, responsable de Big Data del hospital valdemoreño y los otros tres citados centros, la unidad desarrolla proyectos en tres líneas de trabajo: procesamiento del lenguaje natural (codificación automática en Urgencias, protocolización de e-consultas, optimización de agendas…), de deep learning (procesamiento de imágenes de mamografías, Oftalmología, Dermatología y radiografías de tórax, entre otras) y de machine learning (predicción de fracaso renal agudo, de Urgencias, Hospitalización, etc).

Razones y momentos para mejorar las trayectorias en salud

En este contexto, el avance en esta dirección que supone «C-Salud» responde a una triple razón: la clara y urgente necesidad de nuevos modelos de atención más proactivos motivados por el envejecimiento de la población, que implica más enfermedades crónicas; la creciente evidencia del impacto del Big Data y la Inteligencia Artificial en la mejora de la salud individual y de los sistemas sanitarios; y la capacidad de esta red asistencial, producto de su madurez digital y el histórico de información clínica en la HCE. A estas motivaciones se suma, además, la razón ética; ya que, si es necesario mejorar la salud de las personas, hay evidencias de que la aplicación de la información puede ayudar a conseguirlo y existe la capacidad de hacerlo, no es ético no dar un paso adelante y llevarlo a cabo.

Así, las iniciativas para mejorar las trayectorias en salud ya en desarrollo en el hospital valdemoreño y los otros tres citados centros abarcan los tres momentos de la asistencia sanitaria: el antes, que arranca con «C-Salud», el durante y el después de la atención sanitaria.

Y es que a las mejoras aplicadas durante el proceso asistencial (la información de actividad en tiempo real, cuadros de mando, métricas e indicadores clínicos básicos necesarios para la mejora continua y Benchmarking, entre otros instrumentos; las mejoras en el registro de la información clínica electrónica; la reducción de la variabilidad y estandarización de la práctica clínica habitual mediante herramientas de apoyo, vías clínicas, automatismos o sistemas de alerta; o la puesta en marcha de nuevos modelos asistenciales no presenciales a través del Portal del Paciente), que permiten estandarizar la práctica médica, pasando de una Medicina de actos a una de procesos, y de una actividad evaluada mediante métricas de volumen a una evaluación basada en métricas de valor real para los pacientes; se han sumado propuestas post-asistenciales, como el programa de Evaluación de Resultados en Salud con PROMs y PREMs y, lo que es más novedoso, previas a la asistencia sanitaria, como el proyecto «C-Salud».

De esta forma, uno de los valores más diferenciales del proyecto es que da un nuevo paso y amplía el foco de esta mejora de las trayectorias en salud al «adelantarse» a la asistencia sanitaria. «Tenemos muchísima información de cerca de un millón de pacientes en la que basarnos para mejorar la práctica clínica, lo que resume el objetivo del proyecto: anticiparnos y crear salud utilizando esa información, pasando de un concepto más reactivo a uno mucho más proactivo, tanto en la prevención como en la detección precoz y en la personalización de los tratamientos, cambiando el foco de la asistencia aguda a la salud poblacional, la prevención y la predicción», señalan Arcos y Herrero, e insisten: «Se trata de ir por delante de la enfermedad, y teniendo en cuenta el reto al que se enfrenta nuestro sistema sanitario relacionado con la longevidad y la cronicidad, cuanto antes mejor».

Ocho líneas asistenciales lideradas por 30 profesionales clínicos, y creciendo…

Para ello, el programa se lanzó contemplando ocho líneas asistenciales básicas dirigidas por cerca de 30 profesionales clínicos que «lideran» la mejora de los procesos: Área cardiovascular y nefrología; Neurología y salud mental; Enfermedades crónicas respiratorias; Patología asociada a la edad; Oncología y Hematología; Salud Pública y enfermedades infecciosas; Patología osteoarticular; y Complicaciones quirúrgicas y cuidados críticos. A estas se han sumado nuevas propuestas que serán evaluadas por la UICO y la Unidad de Big Data y priorizadas en función de diferentes criterios como su impacto clínico, la prevalencia o el tiempo real de ejecución para que llegue a la práctica clínica.

Se trata, por tanto, de un proyecto estratégico con un marcado liderazgo clínico dirigido a mejorar los procesos asistenciales para optimizar la eficiencia e impactar en dos objetivos clave, la prevención y la curación de las enfermedades, a fin de mejorar la salud y calidad de vida de la población.

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Jornada de puertas abiertas de la Asociación Asociación Amigos del Tai-Chí de Valdemoro

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El parque Tierno Galván será el lugar de encuentro

¿Sabes que el taichí es un arte marcial? Si siempre has tenido curiosidad por conocer sus fundamentos y tienes una mente inquieta que quiere descubrir una disciplina que mejora la estructura corporal y la salud y disfrutar haciendo un ejercicio al aire libre y divirtiéndote, ¡no esperes más!

La asociación organiza entrenamientos, clases y cursillos, regulares y específicos, y forma a los socios tanto para un aprovechamiento terapéutico como para la competición deportiva y la obtención de los grados reconocidos por las federaciones y asociaciones en las que se enmarcan el taichí y el chikung.

Entre los objetivos del colectivo se encuentran conocer, aprender, practicar, investigar, desarrollar y difundir el taichí, el chikung y cuantas otras artes y técnicas similares y afines puedan ayudar a mantener, mejorar o recuperar la salud. Además, promueve el conocimiento de las culturas de donde proceden o en donde se han desarrollado dichas artes o técnicas.

Si vives en la zona sur de Madrid, desconecta de la rutina y el estrés y conoce a la asociación Amigos del Tai-Chí Valdemoro en su jornada de puertas abiertas el próximo 25 de septiembre a las 11 en el Parque Tierno Galván, debajo de la casa de Extremadura. No es necesaria la cita y puedes obtener más información a través del correo amitaival@hotmail.com o el teléfono 639 483 095 y en su página de Facebook: Ami Tai Val.

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Valdemoro suspende su Feria Barroca

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La mejora de los datos epidemiológicos en la Comunidad de Madrid no ha llegado a tiempo para la celebración de la Feria Barroca de 2021, una fiesta multitudinaria que viene llenando desde 2004 las calles del casco histórico de Valdemoro el primer fin de semana de octubre, después de que el Ayuntamiento recuperase la celebración de la concesión del Privilegio de Feria a la villa por el rey Felipe III en 1603.

La complejidad propia de una convocatoria de esta naturaleza, en la que se dan cita más de un centenar de artesanos de todo el país, además de los exigentes protocolos de seguridad e higiene contra la COVID-19 establecidos para este tipo de eventos, obligó al Consistorio a tomar la decisión el pasado agosto, tiempo límite necesario para llevarla a cabo en el ámbito de la administración publica, cuando Valdemoro y gran parte de los municipios de la Comunidad de Madrid presentaban una incidencia acumulada muy por encima del riesgo extremo.

La que hubiese sido la decimoséptima edición de la Feria Barroca quedará postergada a 2022, si como se espera, la pandemia deja de condicionar la celebración de este tipo de eventos populares y multitudinarios.

La Feria Barroca de Valdemoro cumple con el doble propósito de conmemorar el momento en el que el rey Felipe III otorga a Valdemoro el Privilegio de Feria y de recordar a los vecinos y vecinas, a través de propuestas lúdicas y festivas, el pasado histórico de la localidad.

A comienzos del siglo XVII la villa de Valdemoro fue vendida al Duque de Lerma, valido de Felipe III. Durante la época en que fue parte de su patrimonio, alcanzó una considerable importancia, se impulsó la economía e incluso fue parada obligatoria de la comitiva real a su paso hacia el palacio de Aranjuez.

En 1603 el monarca Felipe III atendiendo las peticiones de su valido, otorga a Valdemoro la facultad de celebrar un mercado. Es lo que se conoce como Privilegio de Feria.

A raíz de esta concesión, la villa organizó reputados mercados que se convirtieron en punto de encuentro para los mercaderes de la comarca. La gran afluencia de lugareños y forasteros a estas citas fue determinante para la acometida de importantes cambios urbanísticos como la ampliación de la plaza o la construcción de la Fuente de la Villa.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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VIII Marcha popular contra el alzhéimer en Valdemoro

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Cerca de cinco centenares de valdemoreños y valdemoreñas de todas las edades salieron de nuevo a la calle –tras el estallido de la pandemia- para participar en una convocatoria multitudinaria: la VIII Marcha en beneficio de los enfermos de alzhéimer y sus familias, que se celebró el pasado domingo 19 de septiembre. Organizada por la asociación local que agrupa a los afectados por esta dolencia y por el párkinson (AFAV) logró recaudar 3.750 euros.

La marcha se convoca cada año con motivo del Día Mundial del Alzhéimer, que se conmemora el 21 de septiembre, y ha conseguido congregar a más de 450 personas, todo un éxito en tiempos covid y después de un año sin celebrarse. Entre los asistentes se encontraban el alcalde, Sergio Parra; el concejal de Educación, Cultura, Juventud, Deportes, Igualdad y Salud, Ángel Díaz-Flores, y otros ediles de la Corporación municipal.

A la cifra de caminantes solidarios hay que añadir alrededor de un 40% más de personas que contribuyeron a la causa económicamente, abonando los 5 euros de la camiseta técnica conmemorativa, aunque finalmente no se decidieran a realizar el paseo que partió del parque Tierno Galván y finalizó en La Piña. Unos y otros sumaron 750 aportaciones benéficas con las que se alcanzaron los 3.750 euros de la recaudación.

Los fondos se destinarán a los proyectos de AFAV de psicoestimulación, fisioterapia, atención psicológica y social destinada no solo a personas diagnosticadas de alzhéimer sino también a sus familiares cuidadores.

La marcha fue el gran acto con el que la asociación cerró una semana de actividades benéficas y de concienciación  en torno a esta enfermedad que se inició el 11 de septiembre con un mercadillo y continuó el día 17 con una cuestación informativa.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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Entrevista a Maiu Sageras

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La jugadora de vóley compite en la primera división islandesa

El verano es el momento de salir de Valdemoro, pero para aquellos que viven fuera durante todo el año también es el momento de volver. Es el caso de Maiu Sageras, jugadora de voleibol en la liga Mizuno de Islandia.

Tras toda una vida vinculada al deporte y creciendo en Valdemoro, la joven argentina encamina su tercer año en el país nórdico, lugar donde emprendió su mayor reto deportivo y personal hasta el momento. Durante sus vacaciones en nuestro municipio hemos podido charlar con ella sobre su experiencia y carrera deportiva.

De origen italo-argentino, ¿qué te trajo a Valdemoro?

Todos mis abuelos son italianos, pero viven en Argentina, donde yo nací. Con cuatro años me mudé a España porque mi padre empezó a trabajar aquí. Llegué directamente a Valdemoro por recomendación de unos amigos de mi padre. Tengo muy pocos recuerdos de ese viaje porque apenas tenía cuatro años. Solo recuerdo que íbamos mi madre, mi hermano y yo en el avión con una mochila muy grande.

Has crecido en Valdemoro.

Estudié en el Cristo de la Salud, allí entré en la escuela infantil y siempre tuve muy buenos amigos, aunque muchos nos hayamos distanciado. Después estudié en el Maestro Matías Bravo, lo que me separó un poco más de los amigos del colegio porque lo normal era estudiar en el Villa de Valdemoro. A pesar de todo, tengo muy buenos amigos de toda la vida que veo cada vez que vuelvo a España. Durante muchos años viví en el pasaje de Colón y todos los niños del barrio bajábamos a la plaza de la Piña a jugar. Ahí pude conocer a muchos niños de otros colegios.

Tu vinculo con el deporte se remonta a tus primeros años de vida en Argentina.

Mis padres son profesores de educación física y siempre nos han inculcado el deporte. Mi madre me enseñó a nadar desde los nueve meses; ambos se preocuparon por generar un vínculo muy estrecho con el deporte casi desde que nací. En Argentina ya practicaba algún deporte, mi hermano hacía rugby y yo hockey hierba. Cuando llegué a Valdemoro me apunté a natación y gimnasia rítmica.

Antes del voleibol, ¿qué otros deportes has practicado de manera continuada?

Triatlón. Mi hermano comenzó a jugar al fútbol en Pinto y allí había una escuela de atletismo. Tenía una profesora muy buena que hizo que me gustara mucho este deporte. El atletismo tiene una temporada de invierno y una de verano y es un poco más complicado para competir. Conocí el triatlón y competí de forma individual durante varios años, llegando hasta la competición a nivel de Comunidad de Madrid en categoría alevín.

¿Qué ha supuesto el deporte para ti?

El deporte siempre me aportó mucha disciplina en los estudios. Nunca he sido la mejor estudiante, pero sabía que tenía una responsabilidad. Con el deporte también he aprendido a cuidar de los míos. He practicado muchos deportes de grupo y, ya seas parte del equipo o el capitán, tienes que tener mucha consciencia de lo que es mejor para el grupo.

¿También enfocaste tus estudios al deporte?

Sorprendentemente, sí. Siempre he sido alumna de ciencias, las matemáticas era la materia que más me gustaba junto con educación física. Cuando terminé el bachillerato cursé los tres primeros años de INEF y lo orienté hacia la rama educativa en colegios e institutos.

¿Cómo aparece el vóley en tu vida?

Los deportes que venía haciendo hasta entonces era individuales, aunque entrenáramos en grupo. Mi padre me sugirió que probara algún deporte de grupo. Fui una niña que creció muy rápido, con trece años medía un metro ochenta. Fue una transformación que al principio no comprendía: la ropa no me valía y todas las niñas eran más bajas que yo. Cuando empecé a jugar al vóley en Pinto la altura se convirtió en un plus porque me hacía competir mejor. Cuando pasé a jugar en el equipo de Alcobendas la situación cambió radicalmente y pasé a ser una de las jugadoras de tamaño medio, incluso tirando a bajo. Fue una búsqueda por encontrar un deporte que se adaptara a esa condición de niña adolescente que había crecido. Hasta entonces no tenía ninguna noción del vóley, creo que ni llegué a practicarlo en el colegio.

En muy poco tiempo comienzas a jugar en el Feel Voley Alcobendas. ¿Cómo encajaste ese progreso tan rápido en un deporte desconocido para ti hasta entonces?

El primer año aprendí muchísimo porque era una esponja que absorbía todos los conocimientos que me daban. El ritmo de entrenamiento también aumentó, pasé de entrenar dos días a cuatro a la semana, lo que me permitió mejorar muchos aspectos de mi juego. En cualquier caso, siempre he aprendido muy rápido y eso es algo muy bueno para mí. Desde el comienzo, aunque era cadete, entrenaba y jugaba con el equipo juvenil. Fueron dos años muy importantes porque entendí que me quería dedicar a jugar al vóley y que podía tener una proyección dentro de este deporte.

Los buenos resultados no se hicieron esperar y en dos años competías en la segunda división juvenil de España.

Es cierto que en muy poco tiempo pasé de no haber practicado nunca vóley a competir en un nivel destacable. Tuve un entrenador al que recuerdo con mucho cariño, Quique, que entrenaba a las juveniles cuando yo comencé a jugar. Él siempre me animó mucho a buscar nuevos retos dentro de este deporte y a seguir creciendo como deportista. Nunca fue un shock conseguir esos pequeños éxitos porque sentí el apoyo de mi entrenador y estaba en el lugar correcto. Alcobendas tiene muy buena cantera a nivel nacional y estar rodeada de talento también creaba muy buen ambiente. Todo el mundo daba por hecho que íbamos a conseguir éxitos.

Y llega la Superliga.

En mi última etapa de juvenil ya jugaba en Superliga 2, lo que supone que las niñas comiencen a jugar con mujeres. El progreso es mucho mayor al competir a ese nivel. Cuando terminé el juvenil me marché al club de voley de Torrejón de Ardoz. De la misma forma que en el Feel Voley Alcobendas desarrollé mucho mi técnica, mi paso por Torrejón me sirvió para forjar todo el carácter que tengo ahora. Empecé a competir en la Superliga 2 con dieciocho años y eso supuso someterme a un entorno donde las exigencias son muy altas y tienes que dar lo mejor de ti. Mi lema dentro del proyecto deportivo que tenemos en Islandia es que estamos formando a las niñas que nos quitarán el puesto. Para que esas niñas lleguen a su mejor nivel tienen que sentir que su juego es imprescindible para que el equipo gane.

¿Cómo llega la oferta para jugar en Islandia?

Los tres años que jugué en Torrejón de Ardoz fueron muy intensos y decidí parar de jugar para terminar la carrera, de la que me quedaban dos años. Cuando tengo que tomar una decisión tan importante siempre la hablo con mi familia; y ellos me apoyaron. A la semana de tomar esa decisión, Gonzalo García, mi entrenador, me comentó que necesitaba una jugadora para su equipo en Islandia. Gonzalo es de Almería y ha viajado por muchos países practicando voleibol. Creó el club de vóley Almería Vóley Group 2008 (AVG). Todo mi entorno me animó a irme porque no había nada que me atara a estar en España y me decidí a aceptar la propuesta. Siempre busqué jugar en el extranjero y, aunque no sabía qué me iba a deparar el futuro allí, el aspecto deportivo primó para tomar la decisión.

¿Cómo fue tu aterrizaje allí?

Siempre he vivido con mi madre y cuando llegué allí me di cuenta de que mamá ya no estaba. Tenía que espabilar y hacer nuevos amigos. Lo cierto es que desde el comienzo me he sentido muy arropada por la gente que he conocido en la isla. Tengo muy buenas amigas allí y en el trabajo tuve la suerte de tener dos compañeras que me ayudaron mucho en los primeros meses. Mi percepción desde que llegué es que los islandeses son personas muy introvertidas, no comparten muchas cosas, pero a la vez siempre tienen una mano para ayudarte. A nivel deportivo son muy disciplinados y, aunque el deporte no es el medio con el que se ganan la vida, se vuelcan en los entrenamientos para dar lo mejor de sí mismos.

¿Qué fue lo que más te costó del cambio de país?

Lo tengo clarísimo. Tener que cocinar para mí siempre ha sido un mundo y en Islandia echo mucho de menos a mi madre. Pensé que otros aspectos como las horas de luz los iba a llevar peor, pero finalmente acabas acostumbrándote. En invierno ver el sol es todo un privilegio. Los dos pueblos en los que he vivido están entre montañas, por lo que el sol nunca llega a superarlas para poder verlo. Además, siempre está nublado.

Llegas a Islandia para jugar en la segunda división nacional.

Fue una temporada en la que destaqué mucho a pesar de no jugar en mi posición habitual. Jugué de central cuando suelo ser opuesta. Fue una temporada muy fácil porque los rivales no eran contrincantes fuertes. Desafortunadamente, la temporada se canceló con la llegada de la covid-19.

La siguiente temporada empiezas en la primera división.

Así es, el club en el que estaba, BF  Siglufjörður, a pesar de estar en los play-offs, no quería ascender de categoría. Dar el salto a la liga Mizuno conlleva tener un proyecto más ambicioso y jugadores que puedan defender al equipo. Mi entrenador cambiaba de club para entrar en la liga Mizuno y me ofreció un puesto en el equipo. Para mí era una oferta muy atractiva porque siempre había sido una prioridad llegar a la primera división.

¿Qué diferencias has encontrado entre la competición española y la islandesa?

La concepción del deporte en la sociedad islandesa es muy diferente a la nuestra. En España parece lógico que alguien se gane la vida dedicándose exclusivamente a la competición si está en un nivel profesional. En Islandia no es así. Aunque los jugadores estén en la primera división de un deporte, como es mi caso, tienen un trabajo complementario. Es así porque tienen la creencia de que tienes que aportar algo más como ciudadano para ganarte ese sueldo. Esto es posible porque las condiciones laborales en el país hacen que siempre tengas un trabajo que sea compatible con los entrenamientos, los partidos y los viajes. En el club tenemos un equipo muy joven de niñas y yo entreno a la categoría de alevines. La formación de niños es lo que más me ha gustado y me siento afortunada de poder compaginarlo con mi trabajo y con los entrenamientos.

En España has jugado en Superliga 2 y en Islandia en la liga Mizuno, ¿qué diferencias hay entre la máxima competición nacional?

Las posibilidades de voleibol en España son mayores porque la liga está abierta a que entren jugadores de países muy potentes en voleibol como Colombia, Brasil o Venezuela. Indudablemente eso hace que la liga aumente de nivel. En Islandia el vóley es un deporte minoritario en el que se apuesta por jugadores europeos. Esto, sumado a su concepción del deporte, hace que tengan un nivel inferior a la liga española.

¿Qué te aporta entonces el cambio de competición?

Mi proyecto como jugadora es ayudar a las niñas a crecer como deportistas. Como jugadora podría parecer que es un paso atrás, pero lo cierto es que lo siento como un paso a un lado. Sigo teniendo el reto de continuar haciendo puntos con mi equipo, ahora lo que me llena es formar a jóvenes para que en el futuro me quiten el puesto.

¿Qué añoras de Valdemoro en estos tres años?

Echo de menos la sensación de andar por la calle y conocer a la gente, y que ellos te conozcan a ti desde cuando eras niña. Volver aquí me recuerda esa sensación de ir al pueblo en verano. Además, aquí sigue mi madre y venir a Valdemoro siempre significa verla y tener el cariño de toda la gente con la que has compartido mucha vida. El pueblo siempre lo voy a echar de menos.

¿Te quedas en Islandia?

Sí, por una larga temporada por lo menos. En los tres años que voy a hacer allí he construido una vida, tengo mi pareja, mi trabajo y este año me mudo a Reikiavik para jugar allí. Me gustaría también poder trasladar el proyecto que tengo con las niñas a la ciudad porque me llena mucho enriquecer la cantera del club con futuras jugadoras del primer equipo. Como objetivo a largo plazo me gustaría aprender islandés para poder dar clase en colegios.

 

Maiu tiene que claro que su vida pasa por asentarse una temporada en tierras nórdicas. Por su parte, Valdemoro cuenta con una embajadora más en el extranjero. Maiu creció en las calles de Valdemoro con valores como la solidaridad y la constancia, esos mismos que ahora ella quiere transmitir a sus jugadoras con su magnífico proyecto deportivo.

Texto_Sergio García Otero

Fotografía_Ncuadres

 

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Fisioterapia en suelo pélvico

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Reyes Medina y Mum&Baby han desarrollado una unidad de pelviperineología

Dentro de la fisioterapia existe una especialidad denominada pelviperineología que trata de la evaluación y tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico, como pueden ser, entre otros: incontinencias urinarias o anales, dolor perineal o prolapsos. Mayoritariamente, esta especialidad acompaña a la mujer en el posparto, la menopausia y al hombre, entre otras, tras una cirugía de próstata.

Gabinete de Fisioterapia Reyes Medina ha desarrollado la especialidad de fisioterapia en pelviperineología, contando con la colaboración de Mum&Baby Fisioterapia, dirigida por Estefanía Medina Selas, fisioterapeuta colegiada con número 7303 de la Comunidad de Madrid, con una experiencia profesional de diez años en este campo.

Son tratamientos que mejoran la calidad de vida tanto de la mujer como del hombre y el niño. Gabinete de Fisioterapia Reyes Medina quiere ofrecer la oportunidad de evaluar, explorar y tratar dichas disfunciones y así ganar calidad de vida. Cuentan con medios humanos (fisioterapeutas formados por la Universidad de Fisioterapia y Enfermería de Toledo) y tecnología avanzada para su resolución (Indiba, biofeedback, electroterapia, técnicas manuales y compartimentales).

Para más información, puedes consultar en el teléfono 918 955 721 o 661 497 987. Sigue toda la actualizad del centro en los Instagram: @mumandbabyfisioterapia y @fisiovaldemoro.

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Reserva tu plaza en los cursos de Con Otra Mirada

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La asociación Con Otra Mirada lanza su oferta de plazas para el año académico 2021-2022 en los cursos de lengua de signos. Con nuevos grupos de iniciación los lunes de 19.00 a 21.00 y los jueves de 9.30 a 11.30. Por su parte, la lengua de signos infantil se impartirá los lunes de 18.00 a 19.30 y los viernes el avanzado de 17.30 a 19.30.

Se continúa con los talleres inclusivos ofreciendo alternativas a personas con discapacidad jóvenes y adultas: cocina, baloncesto, mueve tu cucu, baile, lectoescritura, inteligencia emocional, podcast, lengua de signos y teatro. Además, proyecto de respiro familiar y ocio para personas con discapacidad todos los fines de semana con diferentes actividades: bolera, cine, videojuegos, excursiones, etc.

A lo largo de la vida escolar, es normal que los alumnos pasen por momentos en los que tienen dificultades con una materia o con una parte de su contenido. En la mayoría de ocasiones se resuelven rápidamente y solo es necesario un poco de atención.

Nuestro objetivo no es solo ayudar a que el alumno aprenda y comprenda, sino también enseñar a estudiar y a utilizar técnicas de estudio. La formación está dirigida a niños y niñas con o sin necesidades educativas especiales de infantil, primaria y secundaria y está dirigida por profesionales con experiencia en docencia y necesidades educativas especiales.

Atención en:

  • Refuerzo escolar en todas las materias
  • Lectoescritura
  • Matemáticas
  • Apoyo en tareas
  • Técnicas de estudio
  • Gestión emocional

 

Más información por WhatsApp, llamando al 672 024 918 o escribiendo al correo electrónico asociacionconotramirada@gmail.com. La reserva de plaza se puede hacer por correo electrónico de forma presencial en el propio centro: Calle Hierro 6, Valdemoro. Horario de lunes a viernes, de 10.30 a 14.00 y de 17.30 a 21.00 h. Visita su página web www.conotramirada.org.

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El Hospital de Valdemoro pone en valor sus buenas prácticas en atención materna y neonatal

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Como muestra de su compromiso con el paciente y la puesta a su disposición de la mejor y más segura atención sanitaria, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, se une, también este año, a la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, establecido en 2019 por la Asamblea Mundial de la Salud sobre la base del principio fundamental en la Medicina de, no solo cuidar la salud y curar la enfermedad, sino también, y ante todo, no hacer daño.

Concretamente, la onomástica, que se celebra hoy con los objetivos generales de mejorar la comprensión mundial de la seguridad del paciente, aumentar el compromiso público con la seguridad de la atención sanitaria y promover la acción mundial para prevenir y reducir los daños evitables en la atención de salud, pone el foco este año en la “Atención materna y neonatal segura”, debido a la importante carga de riesgos y daños a la que están expuestos las mujeres y los recién nacidos, tal y como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Y es que, a pesar de haberse registrado importantes progresos en la reducción de la mortalidad materna y neonatal, “las metas del ODS 3 -tercero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas en 2015, que persigue ‘Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades’- aún están lejos de alcanzarse”, señala la OMS, apuntando el agravamiento del problema con la pandemia generada por la Covid-19.

Atención materna y neonatal en el Infanta Elena

Un ámbito en el que, sin embargo, el hospital valdemoreño trabaja especialmente desde hace años a través de numerosas iniciativas, protocolos e implicación dirigidos a la optimización y seguridad de la atención materna y neonatal, valorados muy positivamente por sus pacientes.

Así, conscientes de que no sólo son importantes los conocimientos teóricos y las habilidades del profesional médico, sino que hay otros elementos que dependen de su capacidad de juicio, actitudes y valores que pueden ser cruciales en el manejo de emergencias obstétricas, en las que se tienen que tomar decisiones de forma muy rápida e implicando a diversas categorías profesionales, el Servicio de Obstetricia y Ginecología del centro ha celebrado ya dos ediciones del “Curso O-CRM obstétrico: Importancia del Factor Humano en Emergencias Obstétricas” para actualizar protocolos de manejo y actuación en las principales emergencias obstétricas y el abordaje multidisciplinar asociado a estas patologías.

Basado en la simulación y dirigido a todo el personal que asiste a la paciente obstétrica, el curso persigue mejorar la eficacia y disminuir la variabilidad en la práctica clínica para que, ante posibles emergencias obstétricas, “nuestro equipo pueda proteger la seguridad de la paciente, haciendo un buen uso de las vías clínicas y trabajando de manera coordinada para disminuir los errores secundarios a una mala comunicación o a la falta de entrenamiento específico”, explica la Dra. Montserrat González, jefa de la sección de Ginecología y Obstetricia del Infanta Elena.

Con el mismo objetivo, la Sección de Neonatología del Infanta Elena, cuyo responsable es el Dr. Weimar García, realiza simulaciones de resucitación cardiopulmonar (RCP) neonatal que “fortalecen la autoconfianza del equipo de salud y permiten aplicar lo aprendido en un paciente real”. Se trata, incide el neonatólogo, de “conocer y ampliar los conceptos claves de la RCP del recién nacido, reforzar su secuencia de actuación en sala de partos y saber actuar ante situaciones especiales de la RCP neonatal, tales como asfixia perinatal, prematuridad extrema, aspiración meconial, neumotórax a tensión, depresión por anestesia, hemorragia aguda…”.

También se forma específicamente a pediatras, obstetras, anestesistas, matronas y DUES en RCP neonatal avanzada para que “conozcan sus conceptos claves, introducir conocimientos básicos de anatomía y fisiología neonatal, fomentar el aprendizaje de los factores de riesgo obstétrico, fetal y neonatal, aprender la secuencia de actuación en la reanimación del recién nacido en sala de partos, saber actuar ante situaciones especiales de la RCP neonatal y remarcar la importancia de la comunicación y la coordinación entre las áreas de Obstetricia y Neonatología”, añade.

En esta línea, y para velar por la seguridad de la atención materna y neonatal -continúa el Dr. García-, se han instalado sistemas de monitorización de electrocardiograma (ECG) en las cunas de reanimación neonatal del paritorio y el quirófano para controlar de forma más precoz y precisa la frecuencia cardíaca y facilitar la toma de decisiones durante la RCP neonatal, y se ha adquirido un maletín de RCP neonatal para el área de Cirugía Mayor Ambulatoria.

Finalmente, el centro, en fase III de las cuatro etapas de acreditación como Hospital IHAN -iniciativa puesta en marcha en 1992 por la OMS y el Foro de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para incentivar a los hospitales, servicios de salud y salas de maternidad a adoptar prácticas que protejan, promuevan y apoyen una atención más cercana e individual durante el embarazo, parto y atención perinatal mediante el fomento de la lactancia materna exclusiva y el contacto piel con piel desde el nacimiento y durante la estancia hospitalaria, entre otras medidas-, promueve, realiza y asesora para su correcto desarrollo la vigilancia del recién nacido durante el contacto ‘piel con piel’ para que el ‘periodo de transición’ de este a la vida fuera del útero, que implica el inicio de la respiración y un cambio muy importante en su circulación sanguínea, se lleve a cabo en las mejores circunstancias, es decir, en contacto directo con la madre, pero también de la forma más segura.

“En este delicado pero fundamental periodo, que favorece el establecimiento del vínculo madre-hijo y el inicio de la lactancia materna, la mujer puede estar excesivamente cansada, por lo que es necesario que sea supervisado por los profesionales y el acompañante de la madre para observar y/o advertir cualquier posible anomalía”, explica el Dr. Enrique de la Orden, jefe del Servicio de Pediatría del hospital, comentando factores a confirmar tales como el color sonrosado de los labios, la respiración sin dificultad o la fuerza del recién nacido.

“Actuemos ahora por un parto seguro y respetuoso”

Estos y otros muchos proyectos puestos en marcha en el hospital han ayudado a crear entre sus profesionales una sólida cultura para la mejora continua de la seguridad del paciente, asumida como responsabilidad, compromiso y vocación diario de cada persona, equipo y unidad.

Por todo ello, el Hospital Universitario Infanta Elena subraya su apoyo a los objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente de este año que, movidos por el lema “Actuemos ahora por un parto seguro y respetuoso”, persiguen trabajar juntos para aumentar la concienciación mundial sobre los problemas de seguridad materna y neonatal; involucrar a todas las partes interesadas para adoptar estrategias eficaces e innovadoras a fin de mejorar la seguridad materna y neonatal; reclamar acciones urgentes y sostenibles para ampliar los esfuerzos, llegar a las poblaciones más difíciles de alcanzar y garantizar una atención materna y neonatal segura; y abogar por la adopción de las mejores prácticas de atención para prevenir los riesgos y daños evitables para todas las mujeres y recién nacidos durante el parto.

Hospital Universitario Infanta Elena

El Hospital Universitario Infanta Elena, ubicado en Valdemoro, da asistencia a los habitantes de Valdemoro, Ciempozuelos, Titulcia y San Martín de la Vega, así como a otros ciudadanos procedentes de otras áreas de salud, manteniendo los objetivos de alta calidad asistencial, tecnología de vanguardia, eficiencia y profesionalidad.

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Visita la exposición On the road en el Centro Cultural Juan Prado de Valdemoro

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La sala Juan Prado ofrece un recorrido por la colección del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) a través de On the road (En la carretera), una exposición de la Red Itiner que gira alrededor del coche, su influencia en la transformación del entorno y el vínculo con quien lo conduce, que se puede visitar hasta el 30 de septiembre.

Está compuesta por 35 creaciones que abarcan diversas manifestaciones artísticas, como la fotografía, el vídeo, la obra gráfica o las instalaciones, todas ellas procedentes de los fondos del CA2M (Móstoles), orientado exclusivamente al arte contemporáneo.

La muestra se articula en cuatro bloques temáticos -‘Violencia en la carretera’, ‘La carretera como espacio performático’, ‘El vehículo como expresión de la personalidad’ y ‘El coche habla’- a través de los que los artistas revelan aspectos tan diversos como la violencia al volante, el diálogo del automóvil con un hábitat al que contribuye a democratizar, el modo en el que es la representación máxima del estilo de quienes lo poseen y cómo esta máquina es en realidad una extensión de la ciudadanía y de las ciudades, a cuya transformación ha contribuido de forma decisiva.

En definitiva, en On the road, el auto es la excusa perfecta para hablar de conexiones, relaciones, tiempo, espacio, velocidad, control y movimiento. Así se plasma en la serie fotográfica Vector portraits, de Andrew Bush, una sucesión de imágenes de pasajeros de otros coches captadas desde el asiento del copiloto y mientras circula por la autopista; en Reconstruyendo sueños, el vídeo de una performance de denuncia de la violencia de género, firmada por Beth Moysés, o en la elección de Miren Dolz de un autobús como soporte para sus intervenciones creativas, entre otras.

On the Road se puede visitar en la sala de exposiciones del Centro Cultural Juan Prado en la C/ Estrella de Elola, 27 de lunes a viernes de 18.30 a 20.30 h.y los sábados, de 12.00 a 14.00 y de 18.30 a 20.30 h. Entrada libre.

Fuente: Ayuntamiento de Valdemoro

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Pan de Madre Tierra, finalista de La Miga de Oro de la Comunidad de Madrid 2021

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Arturo Sánchez, propietario de la panadería Pan de Madre Tierra, en el barrio del Hospital de Valdemoro ha sido finalista en La Ruta del Buen Pan, premio que se otorga anualmente entre las mejores panaderías artesanas de Madrid. El certamen lo organizan Panatics y Pan de Calidad, plataformas independientes que promueven y divulgan el pan saludable.

En la edición de este año, más de cuarenta obradores de la comunidad madrileña han presentado la hogaza de pan para ser catada por el jurado: dos mesas compuestas por cuatro profesionales del sector han sido los encargados de evaluar los panes presentados. Se tienen en cuenta aspectos como el sabor, el aroma, la presencia, la textura de la corteza y la miga, el nivel de acidez, etc. Tras las evaluaciones se procedió a clasificar a seis finalistas, entre los que se encontraba Arturo Sánchez, uno de los panaderos que ha obtenido las mejores puntuaciones por el pan presentado.

De esta forma, Pan de Madre Tierra ha quedado entre las seis primeras panaderías artesanas, entrando así a formar parte de La Ruta del Buen Pan de la Comunidad de Madrid. Al ser finalista, optará a su segunda estrella entre las mejores panaderías artesanas de España. Posteriormente, la organización visitó los establecimientos de manera anónima. Se valoraron cuestiones tales como la atención recibida, el asesoramiento, la calidad y durabilidad del pan, así como la limpieza y disposición del producto.

Una vez más, se ha premiado el trabajo y el saber hacer de los profesionales de Pan de Madre Tierra, poniendo así a Valdemoro en el mapa del buen pan de España. Esta panadería artesana familiar se distingue por el uso de masa madre de cultivo propio, harinas de gran calidad, largas fermentaciones, elaboración manual y la no utilización de aditivos, respetando los procesos naturales.

Con esta metodología de trabajo, obtienen productos más saludables y más digeribles, recuperando sabores de antaño, combinando tradición e innovación. Ofrecen además servicio de cafetería donde degustar sus productos con desayunos y meriendas saludables en los que destacan su gran variedad de panes y bollería elaborada con materia prima de calidad y sin aditivos, totalmente artesana.

En Pan de Madre Tierra nos comentan que son conscientes de que hay un largo camino por recorrer, ya que el consumo de pan ha disminuido notablemente en los últimos años y el 95 % del pan que se consume en la actualidad es industrial. Las estadísticas muestran que están aumentado los casos de intolerancias, enfermedades digestivas, así como la diabetes y la obesidad. Consideran importante que en la restauración, comedores infantiles, hospitales o guarderías se haga un esfuerzo por implantar la dieta mediterránea, uno de cuyos pilares fundamentales es el pan de calidad.

Quieren agradecer la confianza de sus clientes, ya que nos aseguran que sin ellos no sería posible su trabajo, y animan a los demás a probar sus productos.

Encuentra Pan de Madre Tierra en la calle Lilí Álvarez, 26, entrada por María Moliner, detrás del colegio Hélicon. También puedes ponerte en contacto en el teléfono 623 176 342 o visitando nuestras redes, @pandemadretierra en Instagram y Pan de Madre Tierra en Facebook.

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